Luego de los fracasos de Copenhague en 2009 y Cancún en
2010, los países desarrollados y en desarrollo intentarán alcanzar nuevos
acuerdos que permitan limitar la emisión de dióxido de carbono y reducir el
calentamiento global. Sudáfrica es el escenario de intensas negociaciones para
tratar de renovar el Protocolo de Kyoto.
La conferencia de la
ONU sobre la lucha contra el cambio climático se inauguró en
Durban (Sudáfrica) para dar un nuevo impulso a las negociaciones sobre el
protocolo de Kioto.
De los 194 países miembros de la ONU participan en la
conferencia 183. La ceremonia de apertura se inició anteayer hacia las 08:40 GMT en el
centro internacional de conferencias de Durban en presencia del presidente
sudafricano Jacob Zuma.
El Protocolo de Kyoto, símbolo del compromiso de los países
industrializados, cristaliza las expectativas, cuando faltan pocos meses para
el 20º aniversario de la Cumbre
de Río, donde en 1992 comenzó el proceso sobre el clima instaurado en el marco
de la ONU.
Impone objetivos de reducción de las emisiones de gases con
efecto de invernadero a unos 40 países industrializados. Sin embargo, no fue
ratificado por Estados Unidos ni por grandes países emergentes como China e
India, de modo que cubre menos de 30 % de las emisiones globales.
Negociaciones
Negociaciones
Las negociaciones sobre el clima se reanudan en la ciudad
sudafricana de Durban para intentar acercar posiciones respecto a un objetivo
sobre el que todos están de acuerdo, pero que nunca ha parecido tan lejos:
limitar el calentamiento del planeta a 2°C .
Desde la cumbre de Copenhague sobre el clima, a fines de
2009, que dejó un sabor a fracaso tras un texto mínimo elaborado
apresuradamente por unos pocos jefes de Estado, el tema del calentamiento del
planeta ha casi desaparecido de la agenda político-diplomática mundial. Y ello,
pese a la emergencia climática.
Tras Copenhague, una reunión tuvo lugar en el balneario
mexicano de Cancún, el año pasado, pero los negociadores volvieron a tropezar
con el espinoso tema del futuro del Protocolo de Kyoto.
Este tratado, que exige a los países desarrollados que
reduzcan sus emisiones de dióxido de carbono, consideradas culpables del
calentamiento global, termina en 2012 y todavía no hay un pacto para renovarlo.
En Durban, negociadores de más de 190 países intentarán,
desde hoy hasta el 9 de diciembre, impulsar el proceso lanzado en 1992 en el
marco de la Organización
de Naciones Unidas (ONU), con el objetivo de reducir esas emisiones.
Pero muchos expertos y defensores del medioambiente no
ocultan su escepticismo respecto a la adopción de cualquier resolución o
documento que no imponga obligaciones a los mayores emisores, China y Estados
Unidos, que juntos representan 40 % de las emisiones de CO2 a nivel global.
Está también por verse si los países industrializados que sí
firmaron el protocolo de Kyoto están dispuestos a comprometerse en un segundo
período, tras la expiración del protocolo, en diciembre del año próximo.
Efecto invernadero
Mientras tanto, las emisiones de gases de efecto invernadero
siguen aumentando: el mundo parece seguir la trayectoria de un calentamiento de
cerca de 4°C ,
lo que está muy lejos del umbral de 2°C
preconizado por la ciencia para limitar el impacto en nuestras sociedades en
algunas décadas.
La concentración de la atmósfera en CO2, el principal gas
con efecto invernadero, aumentó entre 2009 y 2010 de 2,3 ppm (partes por
millón), o sea más que el promedio de los años 1990 (1,15 ppm), y que las de
los diez últimos años (2,0 ppm), según sus cifras.
Y un informe del Programa de las Naciones Unidas para el
Medio Ambiente (PNUMA) subrayó la "preocupante" disparidad entre los
compromisos de reducción de emisión de gases con efecto invernadero de los
países y las acciones necesarias para limitar el alza de la temperatura del
planeta a +2°C .
Ese organismo indicó que el informe del año pasado daba
cuenta de una diferencia de 5 a
9 gigatoneladas (Gt) equivalentes CO2 entre las intenciones declaradas y las
emisiones mundiales máximas para el horizonte 2020 compatibles con el límite de
2°C .
Según las cifras de este año, la diferencia sería en
realidad de 6 a
11 Gt. Y para tener "una oportunidad sobre dos de contener las emisiones
mundiales a niveles compatibles con el límite de 2°C ", las emisiones
anuales mundiales equivalentes a CO2 deberían pasar de 48 Gt en 2010 a 44 Gt para 2020,
subrayó el PNUMA.
Países en desarrollo
Para los países en desarrollo, es prioritario que en Durban
se alcance un consenso para reducir el calentamiento global provocado por la
actividad humana, que vuelve más frecuentes e intensos los desastres climáticos,
como la sequía, las inundaciones, los ciclones y los incendios.
México, que fue anfitrión de la cita de Cancún, ha señalado
la urgencia de mantener el Protocolo de Kyoto, que aunque no es la única
solución para combatir el cambio climático, es el único instrumento jurídico
internacional que impone a los países ricos reducciones obligatorias de sus
emisiones de gases de efecto invernadero.
La negociación en Durban se centrará en encontrar "un
equilibrio" entre las responsabilidades de países industrializados y en
desarrollo, subrayó México.
Por su parte, las organizaciones de defensa del
medioambiente incrementan sus llamados de alerta, recalcando que la cumbre en
Durban es la última oportunidad de renovar el Protocolo de Kyoto.
Incluso si, con la ausencia de compromiso de Estados Unidos
y los poderosos países emergentes (China, India, Brasil), éste cubre sólo un
30 % de las emisiones globales, indican.
Además, un nuevo estancamiento en las negociaciones sobre el
clima enviaría una muy mala señal sobre el futuro del planeta, cuando sólo
faltan unos meses de la vigésima cumbre de la Tierra que se celebrará en junio en Río de
Janeiro.
Fuente:
Observador Global.com, 28/11/2011, "La cumbre de Durban y su misión más difícil: salvar al planeta".
http://www.cop17-cmp7durban.com/.
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