lunes, 7 de noviembre de 2011

Inundaciones en el País Vasco




El temporal de agua en el País Vasco se trasladó ayer, con especial virulencia, a Gipuzkoa, una vez que el pasado sábado creara problemas en varias zonas de Bizkaia. Ayer, el desbordamiento de tres ríos provocó zonas de inundaciones y la Ertzaintza se vio obligada a evacuar a algunos vecinos, en casas bajas del barrio de Martutene y en zonas de Hernani. En las carreteras, se registraron varios cortes por desprendimientos, uno de ellos en la carretera que une Zarautz y Getaria.
El desbordamiento de los cauces de los ríos Urumea, Oria y Oiartzun y alguna regata provocaron ayer varios episodios de inquietantes inundaciones en diversos puntos de San Sebastián y en las localidades de Astigarraga, Hernani, Andoain, Lizartza, Irún, Oiartzun y Hondarribia, según fueron informando los Bomberos de Gipuzkoa y el departamento vasco de Interior.

La pleamar, que se podujo a las 13:45 horas, originó serios problemas en los cauces guipuzcoanos, como el del Urumea, cuyo desbordamiento anegó zonas del barrio donostiarra de Martutene, del municipio de Astigarraga y el barrio hernaniarra de Ergobia. El campo de fútbol de Hernani resultó inundado totalmente, así como muchas viviendas de la zona de Zinkoenea.

Los mayores problemas se registraron en esta localidad guipuzcoana en diferentes barrios, especialmente en el de Ergobia, donde agentes de la Brigada Móvil de la Ertzaintza evacuaron a los vecinos de los inmuebles cercanos al río, en los que la altura del agua supera el metro. Se trata de casas bajas ubicadas junto al río Urumea que se encontraban, pasadas las cinco y media de la tarde, a un metro del desbordamiento. El Ayuntamiento de Hernani ha habilitado el polideportivo Gasca para alojar a los vecinos que lo necesiten, por lo que la DYA ha llevado allí esterillas y mantas. En la zona permanecen recursos de buceo y montaña de la policía vasca. En Martutene, fueron desalojadas varias familias de bloques de viviendas próximos a la cárcel.

También se desbordó el río Oria en el municipio de Lizartza y en Andoain, donde el agua alcanzó a las viviendas y pabellones industiales de la Avenida Ama Kandida, una zona que ya ha sido castigada con inundaciones en ocasiones anteriores.

En el caso del río Oiartzun, al salirse del cauce provocó el corte de la carretera N-636 a la altura del hotel Lintzirin. En el barrio de Jaizubia, entre Irún y Hondarribia, la regata también se desbordó y anegó numerosas huertas, el club de golf y dejó una casa aislada.

Los bomberos de San Sebastián efectuaron en las últimas horas un número de salidas superior a lo habitual, especialmente para achicar balsas de agua y atender incidencias causadas por el fuerte viento, como en el céntrico mercado de San Martín, donde se habían desplomado varias planchas metálicas de la fachada.

En cuanto al tráfico rodado, permanece cortada la N-634 entre Zarautz y Getaria, por culpa de un desprendimiento, al igual que la A-15 a la altura de Berastegi, por idéntico motivo, y que afecta al doble sentido de circulación, tanto en dirección Navarra como hacia San Sebastián.

El tráfico de vehículos permanece también interrumpido en la carretera N-1 en la zona de Lasarte, sentido Irún, por el desbordamiento del río, auque se puede circular en sentido Vitoria.

Como consecuencia del desbordamiento del río Oria, el servicio de EuskoTren entre San Sebastián y Zumaia quedó cortado en Usurbil, por lo que la compañía ferroviaria ha trasladado a los viajeros en autobuses entre Aia, Orio y San Sebastián.

En cuanto a la presa del Añarbe, en San Sebastián, recogió desde el sábado hasta las 15 horas de ayer un total de 209 litros por metro cuadrado, lo que supone el 86 % de las precipitaciones de todo un mes de noviembre medio.

Mientras, en Bizkaia, la situación se ha normalizado después de los momentos de cierta angustia vividos ayer en zonas de Getxo por desbordamientos del rio Gobela. Eso sí, sigue sin servicio el Metro entre las localidades vizcaínas de Portugalete y Santurtzi, lo que ha obligado a habilitar una línea de autobuses. Metro Bilbao continúa con las labores de achique de agua si bien, ante la persistencia del temporal, se prevé que hoy se siga cubriendo en autobús el trayecto de Portugalete a Cabieces.

San Sebastián recupera la normalidad tras unas inundaciones "históricas"
"¿Dónde tengo que ir para reclamar?", la pregunta, cual cantinela o hilo musical se ha repetido a lo largo de la tarde en el Centro Cultural de Loiola, en San Sebastián, el espacio que el consistorio ha habilitado como punto de información para los afectados por unas inundaciones "históricas", según el Departamento de Interior. "Dolor, lágrimas. Soy músico y con esto tengo para escribir blues de aquí a 10 años, eso sí, cuando tenga fuerzas, empezaré", Iñaki, uno de los 2.500 damnificados por el temporal, según datos del Ayuntamiento, mezcla en sus palabras la impotencia y la resignación. Lo peor ya ha pasado pero ahora comienza otra pesadilla la de la burocracia, el papeleo, las fotos para demostrar los destrozos del agua...

En una de las salas del espacio cultural empleados del Ayuntamiento informan a los vecinos afectados los trámites que tienen que emprender para reclamar. "Al principio ha habido mucho mosqueo, cabreo, pero luego la cosa se ha ido serenando", cuenta uno de los empleados del Centro, apostado en la recepción del mismo, que por una tarde ha visto cambiar el perfil de la gente que acude al espacio y se ha convertido en una especie de mediador entre la administración, las aseguradoras y los damnificados, o simplemente en un par de orejas ante las que poder descargar la rabia y las quejas.

"Estas cosas las ves por la tele pero nunca piensas que te van a pasar a ti", se lamenta Oiana, una vecina del barrio de Txomin, cuyo garaje ha quedado anegado y ha perdido un coche, dos motos y una autocaravana, la cual a media tarde de ayer vio desde la ventana de su domicilio como la riada se la llevaba calle abajo. "Mucho se lo debemos a la solidaridad de los vecinos, porque desde luego al Ayuntamiento... la Policía Municipal a mediodía decidió acordonar la zona, puso una cinta de esas de plástico, ¿qué iba a hacer una cinta de plástico contra el agua?", se pregunta. Junto a Oiana, su cuñada, Tania, asiente con la cabeza. Ella tuvo suerte y gracias a la alerta de los vecinos evitó que el agua destrozase su coche, "no lo entiendo, los vecinos de toda la vida a la 13.00 comenzaron puerta por puerta a decirnos que quitásemos los coches, y todavía no había nada de agua, ¿una casera sabe lo que va a pasar y no la policía? No lo entiendo".

En un lapso de apenas seis horas los barrios donostiarras de Martutene y Txomin-Loiola vieron este domingo como sus calles se transformaban en ríos. Los más de 300 litros por metro cuadrado que de media han caído a lo largo del fin de semana en Gipuzkoa provocaron que a las siete de la tarde de ayer el agua creciera hasta un metro y medio en algunas zonas de los barrios afectados. La lluvia provocó la evacuación de más de un centenar de personas y la muerte de un anciano de 77 años en Irún. El cadáver ha sido localizado esta tarde después de que la riada arrastrase a la víctima mientras trabajaba en su huerta.

La solidaridad entre damnificados también se ha propagado al centro de información. Muchos, los que ya han pasado por la sala de información, resolvían las dudas de los que iban llegando. Donde entregar los papeles, los pasos a seguir. "A mi no es la primera vez que me pasa esto y en las otras ocasiones el Consorcio ha funcionado bien", explica una vecina en referencia a la agrupación de las diversas aseguradoras que se hará cargo de las futuras indemnizaciones. Pero aún así, los vecinos no pueden reprimir la rabia. "Lo he perdido todo. Me acabo de comprar una casa en El Pilar, llevo siete meses de reformas, la tenía perfecta para entrar a vivir y ayer el agua lo destrozó todo. Me he quedado sin libros, sin discos, sin cualquier cosa que estuviese a medio metro del suelo", relata Ana, mientras apura un cigarrillo en la puerta del Centro Cultural. "Sobre todo sientes impotencia, no es la primera vez que pasa pero nunca se toman medidas, que acondicionen el río, que no dejen construir en determinadas zonas, que hagan algo ya", añade Nuria, mientras el resto de vecinos congregados asiente con la cabeza. "Y todavía sigue lloviendo", se le escapa al empleado del Centro Cultural.

Fuentes:

3 comentarios:

  1. Esas inundaciones, en efecto, se podrían haber evitado. Desde el año 2008 se hicieron propuestas de estudios para orientar obras que mitigasen posibles precipitaciones extraordinarias por medio de investigaciones sobre el retorno histórico de ese fenómeno. Se les hizo caso nulo. Tanto por el equipo de gobierno provincial y municipal anterior, como por el que ha asumido el poder hace siete meses. Se trata de una cierta forma de hacer política más que de fenómenos naturales. Más información en la edición de 11 de noviembre de 2011 de "El espigador digital", http://elespigadordigital.wordpress.com

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  3. Fui a Gasca por desgracia, y yo no vi a nadie de la DYA, Cruz Roja puso, camas, mantas, y avituallamiento. Nos trataron muy bien. hay que informarse bien antes de publicar

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