Son
los médicos de pueblos fumigados y la Red Universitaria de Ambiente
y Salud. Aseguran que la actual categorización desconoce información
que demuestra su alta peligrosidad.
La
Red Universitaria de Ambiente y Salud (Reduas) y Médicos de Pueblos
Fumigados emitieron un reporte oficial mediante el cual reclaman la
urgente reclasificación de los plaguicidas utilizados en la
Argentina. Los catedráticos, que ya se pronunciaron en ese sentido
en los encuentros de médicos preocupados por la problemática del
uso indiscriminado de químicos aplicados al agro en los plenarios
realizados en las universidades de Córdoba y Rosario en 2010 y 2011,
profundizaron su reclamo en vistas a un extenso cúmulo de
experiencias y evidencias científicas de diversas partes del mundo,
que los llevan a considerar que el uso intensivo de agroquímicos
daña severamente la salud humana.
Piden
en el documento que se considere la toxicidad, y en consecuencia se
disponga la modalidad de usos y restricciones, según sus efectos
agudos y letales, que ya se demostraron en humanos y los datos sobre
"daños y efectos de mediano y largo plazo: oncológicos,
reproductivos, endocrinos e inmunitarios".
"Creemos
que seguir utilizando la vieja clasificación y autorizando la
aerolización de venenos de toxicidad humana demostrada no tiene
ningún tipo de justificación hoy en día. Reconocemos que existe un
inmenso interés económico en mantener prácticamente sin
restricción el uso de estos venenos para, supuestamente, sostener la
producción agraria, pero esto atenta contra el derecho a la salud de
la población", remarcaron.
Según
declararon las cámaras del sector, Argentina consumió en el último
año 340 millones de litros de agroquímicos, cantidad que aumenta
aproximadamente entre un 15 y un 20 por ciento de un año a otro.
Estos
venenos se aplican en una superficie habitada por 12 millones de
personas. Desde hace un largo tiempo los habitantes de los pueblos
fumigados denuncian que sufren enfermedades graves a consecuencia de
esta contaminación con pesticidas. Situación que fue confirmada por
las conclusiones de los encuentros de médicos de esas localidades.
Reclamo
sustancial
"Existe
un reclamo público para reclasificar los agrotóxicos en la
Argentina. Este reclamo no es insustancial: según como se clasifican
los venenos las reglamentaciones provinciales y municipales
determinan los márgenes de retiro entre las fumigaciones y las zonas
habitadas", remarcaron.
Actualmente
la clasificación se toma en virtud a la cantidad del producto a
evaluar que se administra por vía oral a una población de ratas.
Cuando la cantidad del químico suministrado mata a la mitad de los
roedores se obtiene el índice llamado "dosis letal 50"
(DL50).
"Esta
forma de medir la toxicidad deja de lado los efectos a mediano y
largo plazo, como los oncogénicos, reproductivos, inmunitarios y
endocrinos. En función de estas últimas consecuencias el glifosato
debería ser clasificado como de grado altamente peligroso para la
salud, sobre todo por el cúmulo de datos científicos y
epidemiológicos que lo sindican como vinculado a la generación de
malformaciones congénitas y abortos espontáneos", explicaron.
"La
actual clasificación toxicológica de efectos agudos de todos los
pesticidas desconoce un conjunto de nuevas informaciones y datos
científicos que demuestran los daños agudos de estos venenos de uso
agrícola en los humanos, señalando un patrón propio y diferente a
los resultados observados en las poblaciones de roedores",
remarcaron los científicos.
Efectos
en humanos
Sobre
este punto explicaron que los nuevos datos se generan al estudiar las
manifestaciones de los venenos en personas que los consumieron para
dañarse como los casos de suicidio. "No tenemos otra manera de
investigar los efectos de un tóxico en nuestra especie",
puntualizaron.
"El
suicidio es un problema de salud pública mundial, un tercio de los
episodios se concretan ingiriendo un pesticida y en Asia ese
porcentaje llega al 50 por ciento de las personas que lo intentan".
Los
especialistas aseguran que este trabajo, que se puede consultar en su
totalidad en www.reduas.fcm.unc.edu.ar, es único por dos razones:
"la cantidad importante de casos analizados y su carácter
prospectivo de seguimiento del grupo específico de pacientes".
Los
autores reconocen que "por desgracia, en la actualidad, las
decisiones reglamentarias se basan en una clasificación de toxicidad
de los plaguicidas asentada en DL50 oral en ratas. La base científica
para la extrapolación de esta clasificación a la intoxicación
humana por plaguicidas es débil".
También
destacan que: "los roedores manejan los xenobióticos de manera
diferente a los seres humanos, como un ejemplo, tienen mayor
capacidad para la desintoxicación metabólica de los
organofosforados. Y mientras los humanos intoxicados con estos
agrotóxicos requieren cuidados intensivos, los roedores sobreviven
sin ningún tratamiento en las investigaciones científicas".
"Por
ello no es claro que un plaguicida de baja toxicidad en roedores debe
ser seguro en los seres humanos y viceversa", consignaron.
Evidencia
internacional. Para el pronunciamiento, los médicos consideraron
estudios realizados en Taiwan, India y Sri Lanka y llegan a similares
conclusiones: la necesidad de adecuar en su legislación la
clasificación toxicológica de pesticidas según sus efectos en
humanos.
En el
mismo sentido se expresan otros expertos como los de la Escuela de
Salud Pública de Harvard, USA, que reclaman a la Organización
Mundial de la Salud, la urgente adecuación de la clasificación
toxicóloga de pesticidas.
"Este
problema no es solamente argentino, pero en nuestro país toma un
nivel de urgencia y necesidad muy elevado en razón a la cantidad de
agrotóxicos que se aerolizan sobre la población rural y el
acelerado crecimiento del consumo de pesticidas en la zona agraria",
finaliza el reporte de los médicos y universitarios proteccionistas.
La
irresponsabilidad del uso continuo
El
pronunciamiento de la Red Universitaria de Ambiente y Salud y médicos
que ejercen su profesión en diferentes provincias del país ya
reportaron sus conclusiones luego del encuentro realizado en Rosario
en mayo de este año. En esa oportunidad aseguraron que “se
acumulan los casos de malformaciones congénitas y cáncer” en
regiones agrarias fumigadas.
Los
profesionales de la salud destacaron el aumento de enfermedades de
este tipo en Chaco, Santa Fe, Tucumán, Córdoba y Misiones, y
expresaron “mucha preocupación por la irresponsabilidad del uso
continuo” de glifosato para fumigar vías férreas en el Gran
Buenos Aires.
En el
corolario del encuentro se reveló que “los agrotóxicos nos están
enfermando, por lo menos hay que restringir su uso aéreo y alrededor
de los pueblos”, según explicó el pediatra Medardo Avila Vázquez,
de la Universidad Nacional de Córdoba.
Fuente:
La Capital 30/07/2011
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