El problema de los caminos en la campaña bonaerense era de larga data y el desarrollo de la región hacia el siglo XIX exigía soluciones inmediatas. En 1868 se iniciaron los primeros estudios para emprender la construcción de puentes en los caminos principales surcados por arroyos y ríos. El ingeniero Luis Huergo fue quien asumió la responsabilidad de encarar el primer Plan General de Construcción de Puentes en la provincia de Buenos Aires.
por Rene Longoni y Luis P. Travesa
Economía y calidad en los puentes
Urgido el gobierno por 'cumplir con el mejor éxito la Ley del 8 de junio pasado' se comisionó a Huergo para viajar a Europa, para proceder a la contratación de los puentes seleccionados, facultándolo para determinar el sistema constructivo "con arreglo a los últimos adelantos, a una discreta economía y a las condiciones del país". (7)
Aunque no explicitado, Europa era Londres; el sistema constructivo elegido con arreglo a los últimos adelantos era el hierro, y la discreta economía solicitada consistía en no sobrepasar el monto disponible, aún no determinado por el ministro Agote. Se le fijó un nuevo sueldo de diez mil pesos y los gastos en pasajes. Huergo renunció a su banca y con los planos de los 60 puentes en sus baúles, partió en julio a Inglaterra. Las últimas recomendaciones del ministro se referían a realizar una compulsa de precios antes de cualquier contratación, coordinar con la banca que intermediaría la operación, controlar la calidad de la construcción y regresar tras el último embarque. El resto de los detalles quedaban al buen criterio profesional de Huergo, en quien se depositó la total confianza del gobierno.
Aunque no explicitado, Europa era Londres; el sistema constructivo elegido con arreglo a los últimos adelantos era el hierro, y la discreta economía solicitada consistía en no sobrepasar el monto disponible, aún no determinado por el ministro Agote. Se le fijó un nuevo sueldo de diez mil pesos y los gastos en pasajes. Huergo renunció a su banca y con los planos de los 60 puentes en sus baúles, partió en julio a Inglaterra. Las últimas recomendaciones del ministro se referían a realizar una compulsa de precios antes de cualquier contratación, coordinar con la banca que intermediaría la operación, controlar la calidad de la construcción y regresar tras el último embarque. El resto de los detalles quedaban al buen criterio profesional de Huergo, en quien se depositó la total confianza del gobierno.
Presuntamente, esta seguridad se sustenataba en el éxito obtenido en la dirección realizada por Huergo, siendo aún estudiante, de la construcción del 'camino blanco' a Ensenada, cuyo costo final alcanzó apenas el 20 % de lo presupuestado por otros ingenieros. La obra fue calificada por el gonbernador Castro, como la de "Más importancia que se ha realizado respecto a vías públicas... ejecutada con una estricta economía y con una perfecta solidez que hacen honor al ingeniero Director de Obras, ciudadano D. Luis Huergo. El presupuesto levantado por el ingeniero Huergo y con arreglo al cual se ha construido el camino, era muy inferior a los que se habían levantado por otros ingenieros y sin embargo la obra nada ha dejado que desear, al punto que puede decirse que es la única de esta naturaleza que existe en la Campaña". (8)
Tampoco se debe olvidar que el reciente integrante de la primera promoción de ingenieros de la Universidad de Buenos Aires, egresado el 6 de junio de 1870, era diputado provincial por la banca oficialista desde el 1 de mayo del mismo año. Huergo garantizaba virtud técnica y virtud política, si es que en política puede haber virtudes.
De compras a Inglaterra
Huergo arribó a Londres el primer día de setiembre (1870) y se puso en acción de inmediato, aún sin saber el monto exacto que dispondría para la operación. tomó contacto con la Casa de Murrieta y Cía, comisionistas de quienes la provincia era cliente e icluso tenía contratados sus servicios en la construcción del puente para el Arroyo del Medio. Orientado por éstos, Huergo inició sus actividades haciendo litografiar los planos que había llevado consigo y tomó contacto con las principales proveedoras británicas de estructuras metálicas, interesándolas en cotizar la construcción de los primero sesenta puentes.
Como ocurre siempre en este tipo de misiones, Huergo tuvo otros encargos del gobierno, tales como ocuparse del embarque de los rieles para la ampliación del Ferrocarril Oeste, (ramal Merlo-Lobos); hacer acuñar medallas para la Guardia Nacional de Buenos Aires, activar a la contratista Handysede y Cía respecto al muy atrasado puente de Arroyo del Medio, enviar a un ingeniero hidráulico para practicar estudios en puertos de la provincia y estudiar la compra de una draga para la limpieza del fondo del riachuelo, receptáculo de los efluentes de los saladeros adyacentes y señalado culpable de las sucesivas pestes que asolaban a los porteños.
En carta del 29 de setiembre, Agote le participó a Huergo el techo de $ 24.000.000 para el total de la inversión en puentes, ahora provenientes de un préstamo del Banco Provincia, sobre los cuales estimaba que no más de $ 15.000.000 debían destinarse a las estructuras y $ 9.000.000 a los gastos de transporte y montaje en cada sitio.
En una suerte de licitación privada, el 1 de noviembre, Huergo recibió las ofertas de nueve empresas de primera línea, excluida desde luego, la Handysede y Cía por incumplidora. Tras un minucioso análisis técnico económico a cada uno de los sistemas propuestos, Huergo se inclinó por favorecer a la Kennard Brothers, con sede en Gales. Esta gozaba de un importante prestigio en la construcción de grandes puentes, como el viaducto Crumlin, Gales 1859 o el hoy histórico Puente Blackfriars sobre el río Támesis. En su informe, Huergo calificó la presentación de la Kennard Brothers como "la más ventajosa y completa... Todos los puentes en un solo sistema de construcción... con la sola excepción del puente sobre el río Arrecifes... convencido de que bajo todos los aspectos era ésta la propuesta más aceptable... porque el sistema llenaba todas las condiciones requeridas... a un precio total de 42.225 libras". (9)
Huergo comprendió que era posible contratar la construcción de todos los puentes, sin sobrepasar la cifra tope de $ 15.000.000. Autorizado por Agote, firmó el contrato por la totalidad del Plan General, con un ancho de 5,50 metros (salvo en La Postrera y Arroyo Chico, con 11 metros), a embarcar en un plazo de cinco meses en Cardiff o New Port, por sólo $ 13,7 millones m/c.
Entre mayo y diciembre fueron llegando al puerto de Buenos Aires los 12 embarques despachados desde Inglaterra, excepto el Aunt Lizzie que naufragó cerca de Montevideo, con siete puentes a bordo.
La gestión de Huergo superó todas las expectativas puestas en él y así lo manifestó Emilio Castro, en su Mensaje del 1º de mayo de 1871: "... Cumple al PE manifestaros que este ingeniero ha obtenido el más completo éxito en su comisión, que ha desempeñado con inteligencia, actividad y economía. Una parte de los puentes está desembarcada, otra en el Puerto y el resto próximo a llegar. Muy en breve, pues, estarán colocados sobre ríos y arroyos de la provincia los ciento veinte Puentes que componen la totalidad de ellos".
Hubo un último agregado, un puente sobre el riachuelo en el paso de La Noria, partido de Lomas de Zamora, de 30 metros de largo, completando así los 120 puentes que se mencionan en el mensaje.
El gran puente de La Postrera
La Postrera es un paso del río Salado, donde éste se ensancha tras salir de la laguna de La Tigra, ubicada entre Pila y Lezama. El camino, aún de tierra, llegaba a Dolores y de allí a Mar del Plata, hasta que lo reemplazó la Ruta 2. era el más importante de los seis puentes previstos en el Plan General, el nº 115, que cruzaban el Salado, aquella 'frontera' inamovible con el indígena. En los días diáfanos es posible divisarlo desde la autovía a Mar del Plata, rematando la bucólica postal que forman el río con sus cisnes de cuello negro, la arboleda del parque y el castillo de La Raquel, la primera estancia de los Guerrero.
Su longitud de 170 metros y su ancho de 11 metros, compuesto de 17 módulos de cinco vigas cada uno, 445 toneladas de hierro en total, requirió un barco exclusivo, el Panny Breslauer, para su transporte desde Cardiff. Arribó al puerto de Buenos Aires en mayo de 1871, luego de casi 40 días de viaje. Casi al mismo tiempo, llegó la barca Jessie con otro embarque y los 23 obreros contratados por Huergo para el montaje. Llevados los componentes por ferrocarril a Chascomús y luego a orillas del Salado, el puente estuvo listo a comienzos de 1872 y fue inaugurado con grandes actos, junto al puente sobre el Arroyo del Medio, en San Nicolás.
"... El Gobierno creyó conveniente darle alguna solemnidad, concurriendo personalmente a ellas [las inauguraciones]. A la del primero (el del Medio), asisitió también el Gobernador de Santa Fé, ofreciendo el concurso de los dos Gobernadores a esta modesta fiesta de la industria un testimonio de los sentimientos de paz y amistad de que están hoy animados el pueblo y Gobiernos de las dos provincias.
"Aunque la inauguración del segundo (La Postrera) no tenía la significación política del primero, tenía sin embargo, una importancia económica e industrial que le hacían merecedor de la solemnidad que el Gobierno dio a este acto, al que concurrió el señor Obispo Dr Aneiros, con su secretario y comitiva.
"Se consideró también necesaria la presencia en aquellos lugares del primer magistrado de la provincia, para tranquilizar los ánimos fuertemente exaltados por los execrables sucesos de Tandil, que llevaron a todas las poblaciones de la campaña el sobresalto y la inquietud que sucesos de esta fiereza imprimen a sociedades que no gozan de completa seguridad".
Los sucesos a los que se refiere Agote en su mensaje, fueron los de la matanza de alrededor de cuarenta chacareros inmigrantes a manos de un grupo de gauchos exaltados por la prédica de un curandero, el año nuevo de 1872.
A lo largo de estos 130 años de vida, La Postrera soportó crecidas e inundaciones, siendo reparado en varias oportunidades, particularmente en la restitución de los taludes y reemplazo de las planchitas del piso, el 'talón de Aquiles' del sistema.
Ver primera parte
Ver tercera parte
(7) Del decreto del 4 de julio de 1870. En Labor Parlamentaria, 1870, pp. 491 a 492.
(8) Del mensaje del gobernador a la Legislatura. En Labor Parlamentaria, 1870, página 361.
(9) De la carta de Huergo al ministro Agote del 28 de diciembre de 1870. en el Anexo E de las Memorias del Ministerio de Hacienda de 1871, página 344 y siguientes.
En carta del 29 de setiembre, Agote le participó a Huergo el techo de $ 24.000.000 para el total de la inversión en puentes, ahora provenientes de un préstamo del Banco Provincia, sobre los cuales estimaba que no más de $ 15.000.000 debían destinarse a las estructuras y $ 9.000.000 a los gastos de transporte y montaje en cada sitio.
En una suerte de licitación privada, el 1 de noviembre, Huergo recibió las ofertas de nueve empresas de primera línea, excluida desde luego, la Handysede y Cía por incumplidora. Tras un minucioso análisis técnico económico a cada uno de los sistemas propuestos, Huergo se inclinó por favorecer a la Kennard Brothers, con sede en Gales. Esta gozaba de un importante prestigio en la construcción de grandes puentes, como el viaducto Crumlin, Gales 1859 o el hoy histórico Puente Blackfriars sobre el río Támesis. En su informe, Huergo calificó la presentación de la Kennard Brothers como "la más ventajosa y completa... Todos los puentes en un solo sistema de construcción... con la sola excepción del puente sobre el río Arrecifes... convencido de que bajo todos los aspectos era ésta la propuesta más aceptable... porque el sistema llenaba todas las condiciones requeridas... a un precio total de 42.225 libras". (9)
Huergo comprendió que era posible contratar la construcción de todos los puentes, sin sobrepasar la cifra tope de $ 15.000.000. Autorizado por Agote, firmó el contrato por la totalidad del Plan General, con un ancho de 5,50 metros (salvo en La Postrera y Arroyo Chico, con 11 metros), a embarcar en un plazo de cinco meses en Cardiff o New Port, por sólo $ 13,7 millones m/c.
Entre mayo y diciembre fueron llegando al puerto de Buenos Aires los 12 embarques despachados desde Inglaterra, excepto el Aunt Lizzie que naufragó cerca de Montevideo, con siete puentes a bordo.
La gestión de Huergo superó todas las expectativas puestas en él y así lo manifestó Emilio Castro, en su Mensaje del 1º de mayo de 1871: "... Cumple al PE manifestaros que este ingeniero ha obtenido el más completo éxito en su comisión, que ha desempeñado con inteligencia, actividad y economía. Una parte de los puentes está desembarcada, otra en el Puerto y el resto próximo a llegar. Muy en breve, pues, estarán colocados sobre ríos y arroyos de la provincia los ciento veinte Puentes que componen la totalidad de ellos".
Hubo un último agregado, un puente sobre el riachuelo en el paso de La Noria, partido de Lomas de Zamora, de 30 metros de largo, completando así los 120 puentes que se mencionan en el mensaje.
El gran puente de La Postrera
La Postrera es un paso del río Salado, donde éste se ensancha tras salir de la laguna de La Tigra, ubicada entre Pila y Lezama. El camino, aún de tierra, llegaba a Dolores y de allí a Mar del Plata, hasta que lo reemplazó la Ruta 2. era el más importante de los seis puentes previstos en el Plan General, el nº 115, que cruzaban el Salado, aquella 'frontera' inamovible con el indígena. En los días diáfanos es posible divisarlo desde la autovía a Mar del Plata, rematando la bucólica postal que forman el río con sus cisnes de cuello negro, la arboleda del parque y el castillo de La Raquel, la primera estancia de los Guerrero.
Su longitud de 170 metros y su ancho de 11 metros, compuesto de 17 módulos de cinco vigas cada uno, 445 toneladas de hierro en total, requirió un barco exclusivo, el Panny Breslauer, para su transporte desde Cardiff. Arribó al puerto de Buenos Aires en mayo de 1871, luego de casi 40 días de viaje. Casi al mismo tiempo, llegó la barca Jessie con otro embarque y los 23 obreros contratados por Huergo para el montaje. Llevados los componentes por ferrocarril a Chascomús y luego a orillas del Salado, el puente estuvo listo a comienzos de 1872 y fue inaugurado con grandes actos, junto al puente sobre el Arroyo del Medio, en San Nicolás.
"... El Gobierno creyó conveniente darle alguna solemnidad, concurriendo personalmente a ellas [las inauguraciones]. A la del primero (el del Medio), asisitió también el Gobernador de Santa Fé, ofreciendo el concurso de los dos Gobernadores a esta modesta fiesta de la industria un testimonio de los sentimientos de paz y amistad de que están hoy animados el pueblo y Gobiernos de las dos provincias.
"Aunque la inauguración del segundo (La Postrera) no tenía la significación política del primero, tenía sin embargo, una importancia económica e industrial que le hacían merecedor de la solemnidad que el Gobierno dio a este acto, al que concurrió el señor Obispo Dr Aneiros, con su secretario y comitiva.
"Se consideró también necesaria la presencia en aquellos lugares del primer magistrado de la provincia, para tranquilizar los ánimos fuertemente exaltados por los execrables sucesos de Tandil, que llevaron a todas las poblaciones de la campaña el sobresalto y la inquietud que sucesos de esta fiereza imprimen a sociedades que no gozan de completa seguridad".
Los sucesos a los que se refiere Agote en su mensaje, fueron los de la matanza de alrededor de cuarenta chacareros inmigrantes a manos de un grupo de gauchos exaltados por la prédica de un curandero, el año nuevo de 1872.
A lo largo de estos 130 años de vida, La Postrera soportó crecidas e inundaciones, siendo reparado en varias oportunidades, particularmente en la restitución de los taludes y reemplazo de las planchitas del piso, el 'talón de Aquiles' del sistema.
Ver primera parte
Ver tercera parte
(7) Del decreto del 4 de julio de 1870. En Labor Parlamentaria, 1870, pp. 491 a 492.
(8) Del mensaje del gobernador a la Legislatura. En Labor Parlamentaria, 1870, página 361.
(9) De la carta de Huergo al ministro Agote del 28 de diciembre de 1870. en el Anexo E de las Memorias del Ministerio de Hacienda de 1871, página 344 y siguientes.
Muy útil,justo lo necesitaba.muchas gracias
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