viernes, 23 de julio de 2010

Lago San Roque: solución errónea a la contaminación

Se decidió preservar la postal del lago San Roque, pero no puede ocultar el avanzado estado de contaminación y deterioro de esas aguas.

por Adrián Lizarriturri

Por estos días, la empresa Cavazzon SRL, contratada por el Gobierno provincial, se encuentra retirando las algas que cubren la desembocadura del río San Antonio y la naciente del lago San Roque, en pleno centro de la ciudad de Villa Carlos Paz.

A partir de la notoriedad pública del manto verde que llegó a cubrir de costa a costa el embalse ícono de Córdoba, producto del exceso de nutrientes que recibe el lago desde hace varios años, las autoridades optaron por tomar cartas en el asunto.

Se decidió preservar la postal estética del lago San Roque, pero no se puede ocultar el avanzado estado de contaminación y deterioro de esas aguas. Sólo se optó por conservar la imagen de un lago que está enfermo y eutrofizado. Se dejó de lado la cuestión sanitaria, prioritaria por sobre el perfil turístico.

Si bien el Gobierno provincial desestimó la posibilidad de la toxicidad de las algas, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) señaló el potencial riesgo que esto implica para la salud humana y para las poblaciones que hoy se abastecen del espejo de agua.

Desde hace tiempo, se reclaman políticas de saneamiento en toda la cuenca para combatir el proceso orgánico que convirtió al San Roque en el lago más contaminado de la provincia y en uno de los más enfermos del país.

Contaminación. Un porcentaje menor de las poblaciones que se localizan a la vera de los ríos tributarios del lago San Roque trata sus efluentes cloacales con el procedimiento terciario recomendado. El resto, termina por volcarlos directamente en las napas subterráneas, lo que implica un aporte excesivo de nutrientes orgánicos que contribuye a deteriorar la calidad del embalse.

La situación se agrava de la mano del desarrollo urbano que ha experimentado la región en la última década y de la habilitación de emprendimientos inmobiliarios sin la debida garantía de provisión futura de agua. Así, el agua de lluvia que es arrastrada por las calles de las ciudades hasta desembocar en el lago lo hace con un elevado contenido de detergentes y líquidos contaminantes que deben ser controlados a partir de la regulación de su uso, especialmente, en locales comerciales.

En este contexto, es necesario actualizar ciertas preguntas que se plantean desde hace tiempo: ¿Con qué garantías de infraestructura básica se habilita el desarrollo inmobiliario a la vera de los ríos tributarios del lago San Roque? ¿por qué no se blanquea la situación de ocupaciones irregulares en el perilago? ¿por qué no se protege la flora autóctona y se evita el sobrepastoreo en la cuenca?

A lo largo de estos años se han llevado a cabo demasiadas acciones "marketineras" en torno del lago San Roque. Cuando la situación apremia y gana espacio en los medios, se decide extraer las algas o sembrar peces pretendiendo solucionar el problema. No son más que reacciones espasmódicas que se desentienden de las causas reales de la contaminación.

Por el contrario, una gestión ambiental que sea eficiente y eficaz requiere del involucramiento de todos los actores sociales y políticos de la región. Las soluciones estructurales son procesos que necesitan del compromiso de las autoridades y de la participación social para su diseño, implementación y control.

La coordinación de políticas sostenidas en el tiempo entre los gobiernos locales y el Provincial se plantea como la única salida a un problema que ya pasó a ser de todos los cordobeses.

Adrián Lizarriturri es Concejal de Villa Carlos Paz (Unión por Córdoba)
Fuente:
La Voz del Interior, 21/07/2010, "Solución errónea a la contaminación" por Adrián Lizarriturri.

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