por Cristian Basualdo
LEGISLATURA DE RÍO NEGRO, Viedma, 27 enero 2025.― El Movimiento Antinuclear Rionegrino (MAR) presentó una nota dirigida a la legisladora Daniela Agostino (Bloque Coalición Cívica, Ari-Cambiemos), manifestando la oposición del movimiento a la iniciativa destinada a derogar la Ley 5227, que prohíbe la instalación de centrales nucleares de generación de energía en la provincia de Río Negro.
El 30 de diciembre de 2024, Agendar, un medio corporativo de la industria nuclear, informó que la iniciativa de Agostino “tiene como objetivo reposicionar a Río Negro en el mapa nuclear argentino”, tras el reciente anuncio del presidente Javier Milei sobre el lanzamiento de un plan en ese sentido, “que incluye la construcción de una nueva central nuclear en la Patagonia, como ya se intentó en el año 2017”.
En 2017, las contundentes manifestaciones populares en contra de la instalación de un reactor nuclear modelo Hualong One en Sierra Grande, motivaron al gobernador Alberto Weretilneck a comunicar al gobierno nacional su “postura indeclinable” de no autorizar la instalación de la central nuclear en Río Negro. El 1 de septiembre de 2017 fue sancionada la Ley 5227, que dice: “Se prohíbe en el territorio de la Provincia de Río Negro la instalación de centrales de generación de energía nucleoeléctrica de potencia”.
Entre las razones para apoyar la Ley, el MAR señaló que la nuclear es una energía muy cara, que necesita subsidios estatales de forma continua para existir. Además, “es incompatible el desarrollo nuclear y la actividad turística en Río Negro”. La energía nuclear no salvará el clima del planeta. Está demostrado que, considerando el ciclo completo de las tecnologías de generación eléctrica no-fósiles (la nuclear y las renovables), por cada kWh producido, la energía nuclear emite más CO₂ que cualquiera de las energías renovables. Eso se debe a que en todas las etapas del ciclo nuclear ―la minería del uranio, la fabricación el combustible nuclear, la construcción de las centrales nucleares, su mantenimiento y posterior desmantelamiento, la gestión de los residuos radiactivos, etc.― se consumen grandes cantidades de combustibles fósiles.
“Abandonar el uso de la energía nuclear para producción de energía eléctrica es exclusivamente una cuestión de voluntad política”, señaló el MAR a Agostino, y le pidió que, en su carácter de Legisladora de la Provincia de Río Negro, respete la Ley 5227. Y que tome las medidas necesarias para hacer posible un sistema energético sostenible, basado al 100% en el ahorro y la eficiencia energética.
Integrantes del Movimiento Antinuclear Rionegrino (MAR) en la Legislatura de Río Negro, el lunes 27 de enero de 2025. Crédito: MAR. |
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