jueves, 17 de octubre de 2024

Manifestaciones contra la instalación de la primera central nuclear de Kenia

Manifestantes sostienen carteles con el lema en suajili “Sitaki nuclear” (No quiero nuclear), en una protesta contra una central nuclear en Kilifi, Kenia, el viernes 11 de octubre de 2024. Crédito: Chris Obiero / AP Foto.


Por Cristian Basualdo

KILIFI, Kenia, 11 octubre 2024.— Un grupo de personas marchó hasta la oficina del gobernador para entregar un documento para oponerse formalmente a la construcción de una central nuclear. El condado de Kilifi tiene unos 265 kilómetros de costa sobre el Océano Índico, y es conocido por su actividad turística, playas de arena, arrecifes de coral y el Parque nacional de Arabuko Sokoke.

El año pasado, las autoridades anunciaron la instalación de una central nuclear a unos 522 kilómetros al sureste de la capital, Nairobi. Se espera que la construcción comience en 2027 y que esté operativa en 2034.

La relatora especial de la ONU sobre los defensores de los derechos humanos, Mary Lawlor, expresó su preocupación por la violencia policial contra la población de Uyombo, un posible emplazamiento para la central nuclear, durante una protesta en abril. Los activistas dijeron que su protesta pacífica fue respondida con violencia excesiva, palizas, detenciones e intimidación.

La Agencia de Energía Nuclear de Kenia (Nupea) no hizo comentarios sobre el incidente. Representantes de este organismo dijeron a The Guardian que Uyombo estaba destinada a albergar una estación meteorológica. No se dijo cuándo se anunciaría la ubicación de la central nuclear.

Phyllis Omido, directora ejecutiva del Centro por la Gobernanza de Justicia y Acción Ambientalista, dijo que la central nuclear aumentará la deuda de Kenia y pidió una mayor concientización pública sobre el costo, en declaraciones a The Guardian.

Las localidades en la costa oriental de Kenia dependen del ecoturismo como su principal fuente de ingresos, y una central nuclear amenazaría sus medios de vida. “Tenemos el único bosque costero del este de África, tenemos el parque marino de Watamu, tenemos la mayor plantación de manglares de Kenia. No queremos que la (energía) nuclear destroce nuestro ecosistema”, dijo Omido a The Associated Press.

El uso de energía nuclear haría que Kenia dependiera del uranio importado que se utiliza en el combustible nuclear.

En noviembre de 2023, el Centro por la Gobernanza de Justicia y Acción Ambientalista presentó una petición al parlamento pidiendo una investigación, y afirmando que la población local tenía información limitada sobre la central nuclear propuesta y los criterios para elegir su ubicación. También planteó sus preocupaciones sobre los riesgos para la salud, el entorno y el turismo en caso de una fuga nuclear, y afirmó que el país corría un “alto riesgo” sin medidas legales y de respuesta a desastres adecuadas. La petición expresaba las reservas sobre la seguridad y el manejo de los residuos radiactivos, en un país propenso a inundaciones y sequías.

Nupea dijo que las obras no comenzarían en varios años, y afirmó que se habían realizado consultas ciudadanas adecuadas. El año pasado, Nupea publicó un informe de evaluación de impacto que recomendó que se tomaran medidas para garantizar la protección medioambiental, como planes detallados para gestionar los residuos radiactivos, y acciones para mitigar el daño ambiental, por ejemplo creando una unidad nuclear en la autoridad nacional de gestión medioambiental, y equipos de respuesta a emergencias.

Peter Musila, un científico marino que monitorea los impactos del calentamiento global en los arrecifes de coral, dijo a The Guardian que teme por la cubierta de coral en la reserva nacional marina de Watamu, cerca de la costa de Kilifi. La contaminación térmica de la central nuclear, cuyo sistema de enfriamiento absorbería grandes cantidades de agua del océano y la devolvería unos grados más caliente, podría matar a los peces y a los microorganismos como el plancton, que son esenciales para un ecosistema acuático próspero.

Musa Wafula, ingeniero de una empresa energética estadounidense que ha trabajado en la red nacional de Kenia durante muchos años, dijo que sin mejoras significativas y costosas en la infraestructura de transmisión eléctrica, la introducción de energía nuclear alteraría el equilibrio energético entre oferta y demanda del país y provocaría cortes de energía. “Las centrales nucleares necesitan una red estable”, afirmó Wafula. “Una vez que hayamos estabilizado la red, podremos manejar lo que están proponiendo aquí, pero hasta entonces, esto sería un desastre”.

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