por Agustín Saiz
El vicealmirante Castro Madero, padre de la energía nuclear, que durante la dictadura genocida promovió el uso reactores y soñaba con un parque mucho más grande del que pudo finalmente construir en Argentina (Zarate y Embalse), parece que al final no era tan, pero tan, pero tan pacífico como los historiadores del lobby lo quieren hacer pasar:
“𝘓𝘢 𝘈𝘳𝘨𝘦𝘯𝘵𝘪𝘯𝘢 𝘩𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘪𝘥𝘰 𝘶𝘯𝘢 𝘨𝘳𝘢𝘯 𝘴𝘰𝘳𝘱𝘳𝘦𝘴𝘢 𝘢𝘭 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘳𝘰𝘣𝘢𝘳 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘴𝘦 𝘢𝘭𝘻𝘰́ 𝘯𝘪𝘯𝘨𝘶𝘯𝘢 𝘷𝘰𝘻 𝘤𝘰𝘯𝘥𝘦𝘯𝘢𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘶𝘵𝘪𝘭𝘪𝘻𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘥𝘦 𝘦𝘯𝘦𝘳𝘨𝘪́𝘢 𝘯𝘶𝘤𝘭𝘦𝘢𝘳 𝘤𝘰𝘯 𝘧𝘪𝘯𝘦𝘴 𝘮𝘪𝘭𝘪𝘵𝘢𝘳𝘦𝘴 𝘱𝘰𝘳 𝘱𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘱𝘰𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘢𝘣𝘦𝘻𝘢𝘯 𝘭𝘢 𝘱𝘰𝘭𝘪́𝘵𝘪𝘤𝘢 𝘥𝘦 𝘯𝘰 𝘱𝘳𝘰𝘭𝘪𝘧𝘦𝘳𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯 (1), 𝘶𝘯𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘶𝘴 𝘢𝘥𝘢𝘭𝘪𝘥𝘦𝘴 (2). 𝘌𝘯 𝘦𝘴𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘯𝘥𝘪𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴, 𝘤𝘰𝘮𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰, 𝘢𝘱𝘢𝘳𝘦𝘯𝘵𝘦𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘪𝘥𝘦𝘳𝘢 𝘭𝘪́𝘤𝘪𝘵𝘰 𝘦𝘭 𝘶𝘴𝘰 𝘥𝘦 𝘴𝘶𝘣𝘮𝘢𝘳𝘪𝘯𝘰𝘴 𝘯𝘶𝘤𝘭𝘦𝘢𝘳𝘦𝘴 (3). 𝘗𝘰𝘳 𝘭𝘰 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰, 𝘦𝘭 𝘱𝘢𝘪́𝘴 𝘯𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦 𝘢𝘥𝘮𝘪𝘵𝘪𝘳 𝘦𝘴𝘵𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘶𝘯𝘢 𝘮𝘢𝘯𝘪𝘧𝘪𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘥𝘦𝘴𝘷𝘦𝘯𝘵𝘢𝘫𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘦𝘧𝘦𝘯𝘥𝘦𝘳 𝘭𝘢 𝘴𝘰𝘣𝘦𝘳𝘢𝘯𝘪́𝘢 (4). 𝘚𝘦 𝘩𝘢 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘥𝘪𝘥𝘰 (5), 𝘦𝘯𝘵𝘰𝘯𝘤𝘦𝘴, 𝘯𝘰 𝘭𝘪𝘮𝘪𝘵𝘢𝘳𝘴𝘦 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘧𝘶𝘵𝘶𝘳𝘰 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘰𝘴 𝘶𝘴𝘰𝘴 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢𝘥𝘰𝘴 𝘯𝘰 𝘱𝘳𝘰𝘴𝘤𝘳𝘪𝘱𝘵𝘰𝘴 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘦𝘯𝘦𝘳𝘨𝘪́𝘢 𝘯𝘶𝘤𝘭𝘦𝘢𝘳 𝘺 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘰 𝘩𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘪𝘯𝘪𝘤𝘪𝘢𝘥𝘰 𝘶𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘶𝘥𝘪𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘵𝘦𝘳𝘮𝘪𝘯𝘦 𝘭𝘢 𝘧𝘢𝘤𝘵𝘪𝘣𝘪𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥, 𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘴𝘵𝘰 𝘺 𝘦𝘭 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘳𝘦𝘢𝘭𝘪𝘻𝘢𝘳 𝘶𝘯 𝘥𝘦𝘴𝘢𝘳𝘳𝘰𝘭𝘭𝘰 𝘯𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘴𝘶𝘣𝘮𝘢𝘳𝘪𝘯𝘰 𝘯𝘶𝘤𝘭𝘦𝘢𝘳. 𝘌𝘴𝘵𝘦 𝘦𝘴𝘵𝘶𝘥𝘪𝘰 𝘥𝘦 𝘧𝘢𝘤𝘵𝘪𝘣𝘪𝘭𝘪𝘥𝘢𝘥 𝘥𝘶𝘳𝘢𝘳𝘢 𝘶𝘯 𝘢𝘯̃𝘰 𝘰 𝘢𝘭𝘨𝘰 𝘮𝘢𝘴 𝘺 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘦 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰 𝘴𝘦𝘳𝘢 𝘴𝘰𝘮𝘦𝘵𝘪𝘥𝘰 𝘢𝘭 𝘨𝘰𝘣𝘪𝘦𝘳𝘯𝘰 𝘯𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭, 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘤𝘪𝘥𝘪𝘳𝘢 𝘴𝘪 𝘤𝘰𝘯𝘷𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘯𝘴𝘵𝘳𝘶𝘤𝘤𝘪𝘰́𝘯 (6)” — Revista Mutantia Nro. 15. Agosto 1983 (7).
Nuestros apuntes:
(1) Parecería ser, que la moral del vicealmirante, más que el ejercicio de riguroso escrutinio de la conciencia para evaluar las consecuencias de sus decisiones, se resumiese en “mientras nadie diga nada… avancemos!”
(2) Encuentra una contradicción (al igual que todo el mundo sano en su juicio) en la lógica de la carrera armamentística de las potencias, pero en lugar de denunciarla y trabajar a favor de la paz, aprovecha la ocasión y propone escalar el desarrollo nuclear (un submarino nuclear es un paso intermedio en el enriquecimiento de uranio, para conseguir la bomba atómica)
(3) Alguien alguna vez escucho a la población mundial levantar la voz por “submarinos nucleares sí” o “submarino nucleares no”?. O acaso Castro Madero en su imaginario, sueña que la gente le pide gritos que fabrique un submarino nuclear??
(4) Admite abiertamente el uso de la tecnología nuclear aplicada para usos militares.
(5) “Se ha decidido”, otra vez el vicealmirante emplea una voz genérica que pareciera vivir dentro de su cabeza, la cual le arroga el derecho de decidir por todxs nosotros, al igual que lo hizo, años antes, cuando nos impuso el emplazamiento de los reactores, que hasta el día hoy nos están contaminando.
(6) Es el año 1983 (Alfonsín asume en diciembre de ese año), se está intentando, con mucha dificultad y en medio del mar de sangre del genocidio, la salida de la democracia. Todavía no hay ningún hecho consumado, no hubo elecciones y tampoco se sabe si el nuevo presidente “durará”. Pero aun así Castro Madero “ofrece el submarino nuclear” al gobierno que venga. Y si los milicos continuaban… se los daba igual?
(7) In memoriam Miguel Grimberg (1937 – 2022) QEPD. Dedicado con cariño a uno de nuestros más queridos, lúcidos y adelantados pensadores... filósofo, poeta, visionario y muchas cosas más, entre ellas, también padre de la familia antinuclear Argentina.
No hay comentarios:
Publicar un comentario