jueves, 20 de febrero de 2020

Por qué el Kiri no puede "salvar al mundo"

Hace tiempo leemos en las redes sociales que el Kiri, árbol de origen chino es capaz de "salvarnos" del cambio climático.

Recientemente, la Subsecretaría de Desarrollo Forestal (dependiente del Ministerio de Producción) comunicó que, junto a la Cooperadora de Bomberos del Chaco, trabajarán para que seamos la provincia pionera en su plantación.

Este proyecto se justifica porque, aparentemente, esta planta absorbe 10 veces más dióxido de carbono que otros árboles (¿existen experimentos en árboles chaqueños?) y recupera suelos dañados y contaminados. La realidad es que el cambio climático, es un problema a nivel mundial, es decir, que las actividades humanas en todo el planeta suman a este fenómeno. Por ejemplo: la deforestación, la agricultura a gran escala, las actividades en las ciudades e industrias de todo el planeta, liberan gases (dióxido de carbono, metano, óxido de nitrógeno) que causan el efecto invernadero.

El efecto invernadero es el aumento de la temperatura en todo el mundo, por la acumulación de estos gases en el ambiente.

Además, las actividades humanas realizadas sin pensar en el futuro y en el daño ambiental que estas podrían generar, causan graves pérdidas en la biodiversidad.

La biodiversidad es la variedad (distintos tipos) de plantas y animales que crean un ambiente y logran que ese ecosistema funcione adecuadamente. Los animales y plantas de un ambiente (monte, pastizal, estero, etc.) son únicos y viven hace miles de años en armonía con los suelos, las temperaturas y lluvias de ese lugar.

Es decir, que son seres nativos, propios de un lugar y adecuados para vivir allí, cumpliendo sus funciones y sin dañar el ecosistema. Nosotros, los humanos, usamos muchos productos que esta naturaleza en armonía nos ofrece: agua, madera, alimento, fibras, medicina.

Además, la naturaleza y nuestra relación con ella, es la base de la cultura de cada pueblo.

Si los suelos y los bosques son los lugares donde más se almacena carbono, ayudando al “enfriamiento” del planeta ¿Por qué no frenamos su degradación? La degradación está dada por las prácticas que transforman los ambientes naturales.

En el Chaco se da principalmente por la deforestación: destruir el monte para la agricultura o ganadería. Después, el suelo desnudo, sin vegetación, será cada vez más pobre en nutrientes, al ser lavado por las lluvias y llevado por los vientos.

El proyecto forestal que promete el Gobierno, se trata de traer al Chaco una planta de otro lugar del mundo, una planta exótica, el Kiri. Se trata de crear monocultivos de este árbol, es decir, un área dónde sólo crezca este árbol (esto no es un bosque), un gran desierto para los animales que comen y se refugian en plantas nativas y, si las plantas nativas desaparecen, también desaparecerán los animales.

Una única especie exótica, no podrá cumplir todas las funciones de un bosque ni brindar todos los beneficios que la gran variedad de plantas nativas adaptadas al ambiente ofrece y, mucho menos, salvarnos del cambio climático mundial.

Además, existe un registro histórico sobre los daños que provocan las especies traídas de otro lugar (como el Kiri), ya que invaden los territorios, escapan del manejo humano y rompen el equilibrio natural al modificar los suelos, el paisaje y la disponibilidad de agua y nutrientes.

¿Qué pruebas tenemos de que el Kiri pueda salvar a los chaqueños? ¿Es necesario invertir fondos en experimentar con plantas exóticas? Teniendo tantas plantas que crecen naturalmente en el Chaco, ¿por qué no investigamos cómo éstas podrían ayudar a estabilizar el clima a local? La introducción de especies exóticas, en el contexto de una biodiversidad única y milenaria existente en la región chaqueña, también altera, fragmenta, interrumpe y destruye los ciclos sociales y culturales ligados históricamente a esa biodiversidad: la memoria, los saberes, la lengua, todo ello como nexo vital.

Por lo tanto, el impacto, el daño ambiental provocado por la introducción del Kiri, es también socio-cultural. En Chaco debemos fortalecer el manejo de los montes nativos existentes, ya que cuentan con especies únicas en el mundo: maderas duras a extra duras, de altísimo valor comercial que se suma a los múltiples aportes que hacen los ecosistemas naturales y a las comunidades locales y regionales.

Si se piensa en forestar, se deberían desarrollar proyectos que no repitan modelos de monocultivo (no cumplen las funciones de un bosque); cuando se planta una sola especie, se tienen riesgos de que sean afectados por plagas y enfermedades, con lo cual se intentará fundamentar la aplicación de agroquímicos, todos ellos demostradamente tóxicos. Creemos fundamental que se plantee un proyecto con soluciones reales, con participación de otros sectores del Gobierno, no solamente el sector productivo y de explotación forestal, a fin de evitar caer en propuestas mágicas y simples para problemas complejos.

Es necesario plantear las discusiones seriamente, convocando a quienes estén capacitados a tomar decisiones ambientales positivas, utilizando valiosa información técnica existente y acudiendo a las organizaciones relacionadas con el tema.

Somos Monte Chaco

Fuente:
Por qué el Kiri no puede "salvar al mundo", 16 febrero 2020, Data Chaco. Consultado 20 febrero 2020.

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