Greenpeace denunció hoy a bordo de su buque Esperanza la grave contaminación que se acumula en las balsas de dragados de la ría de Huelva en España. A primera hora de la mañana, activistas de Greenpeace de nueve países diferentes desplegaron frente al espigón Juan Carlos I un cartel de 50 metros de largo y seis de ancho con el lema “El mar no es una cloaca” y pancartas de mano con los mensajes “Marismas sin contaminación” y “El Parque Natural no es una cloaca” para exigir que los lodos tóxicos de las balsas de dragados se descontaminen y se trasladen a un lugar adecuado y que se ponga fin a la destrucción de este espacio protegido.
“No podemos
tolerar la contaminación de entornos naturales únicos en el mundo.
Las balsas son ilegales y las administraciones no pueden seguir
ignorando esta gravísima situación. Su desidia es responsable de la
cloaca tóxica en la que se ha convertido la ría de Huelva”,
declaró Paloma Nuche, responsable de la campaña de Costas de
Greenpeace.
Atendiendo a la
Ley de Costas, estas balsas son ilegales, ya que están situadas en
dominio público marítimo-terrestre. Contienen materiales tóxicos y
contaminantes acumulados en el fondo de la ría de Huelva y se han
construido dentro de la reserva de la biosfera Marismas del Odiel, lo
que ha sido denunciado ante Bruselas por vulneración de directivas
europeas.
La contaminación
procede de la actividad industrial del polo químico, donde
importantes industrias han arrojado durante años a las marismas
multitud de elementos tóxicos y peligrosos que ahora se acumulan en
la ría y terminan saliendo a mar abierta. A esta contaminación
contribuye especialmente la presencia de las balsas de fosfoyesos de
Fertiberia. Estos depósitos contienen, en una superficie de 1.200
hectáreas, más de 120 millones de toneladas de residuos
industriales tóxicos peligrosos y radiactivos, tal y como dictaminó
la Unión Europea en 2010. Ostentan el triste honor de protagonizar
el caso de contaminación industrial más grave de toda la Unión
Europea. Recientes estudios de la Universidad de Huelva y del
Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra de la Universidad de
Granada-CSIC confirmaron lo que Greenpeace viene denunciando desde
hace más de una década, que existe una conexión entre las balsas
de fosfoyesos y el estuario del río Tinto, lo que contribuye aún
más a la contaminación de éste.
“Tanto la Junta
de Andalucía como el Gobierno de España han permitido que la ciudad
de Huelva y sus habitantes convivan con el mayor vertedero de
residuos industriales tóxicos y radiactivos de Europa, a escasos 500
metros de sus casas y dentro de un Parque Natural”,ha añadido
Nuche.
Los lodos tóxicos
extraídos de la ría deben ser descontaminados y depositados en un
lugar adecuado. Por su parte, Fertiberia y el resto de empresas
contaminantes deben limpiar las marismas y recuperar la zona para la
ciudad de Huelva.
A esta terrible
situación se suma la destrucción de ecosistemas costeros debido a
la expansión de superficies urbanas e infraestructuras aumentando
todavía más la presión humana que sufre este entorno tan valioso.
El 11,8 % de la costa de Huelva está urbanizada, un dato alarmante
teniendo en cuenta que casi la mitad de su costa está protegida por
diversos espacios protegidos (entorno de Doñana y Marismas del
Odiel). La urbanización masiva y los vertidos de tóxicos y aguas
residuales sin depurar están acabando con los bienes y servicios
ambientales que ofrecen estos ecosistemas tan valiosos. La
destrucción de los ecosistemas conlleva la pérdida de bienes y
servicios ambientales que proporcionan como la generación de
lluvias, la conservación de hábitats de especies amenazadas, la
protección frente a inundaciones y el incremento del riesgo de
erosión del suelo.
Esta protesta se
encuadra dentro del tour de Greenpeace ‘A toda Costa’ en el que
la organización ecologista está recorriendo diferentes puntos del
litoral para denunciar la destrucción de la costa por la
urbanización masiva. El barco más grande de Greenpeace, el Esperanza, llegará a Cádiz la mañana del viernes 3 de agosto. El
buque, procedente de Barcelona e Ibiza, permanecerá en el puerto de
Cádiz desde el viernes 3 hasta el lunes 6 por la mañana. Durante su
estancia, las personas que lo deseen pueden visitar el barco (en el
horario fijado) en una visita guiada.
Fuente:
Activistas de Greenpeace denuncian la contaminación en España a bordo del buque Esperanza, 02/08/18, Greenpeace Argentina. Consultado 04/08/18.
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