Según el
estudio, el primero de este tipo en Argentina, “los dos plaguicidas
que dominan el mercado argentino se detectaron en el 80 % de las
muestras” tomadas en zonas urbanas pampeanas.
por Roberto Andrés
Científicos del
Conicet y del Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIMA) de
la UNLP detectaron la presencia de glifosato y atrazina, los dos
plaguicidas que dominan el mercado argentino, en el 80 % de sus
muestras de agua de lluvia. Así lo señalaron los químicos Lucas L.
Alonso, María Agustina Etchegoyen, Damián J. Marino y el biólogo
Pablo M. Demetrio en su estudio Glyphosate and atrazine in rainfall
and soils in agroproductive areas of the pampas region in Argentina
publicado el pasado 14 de julio en la revista norteamericana Science
of Total Environment y el primero de este tipo a nivel nacional.
“Se investigó
la presencia en la atmósfera de glifosato y atrazina a través de la
lluvia, como principal fenómeno climático asociado a la deposición
húmeda”, señalaron. “Los herbicidas se detectaron en el 80 % de
las muestras, mientras que el ácido aminometilfosfónico (AMPA) se
detectó en el 34 %”.
A pesar de la
extensión de esta práctica agrícola en América Latina, los
profesionales indicaron que hay poca información disponible sobre la
dinámica de los herbicidas dentro de la atmósfera en esta región
geográfica. Considerando que el glifosato fue clasificado
recientemente como “probablemente cancerígeno para los humanos”
por la Agencia Internacional para la investigación sobre el Cáncer
y en vista de los volúmenes de estos agentes aplicados a los campos
y detectados en el aire, los científicos del CIMA estimaron que “un
análisis de la extensión del grado de transporte de herbicida y la
posibilidad del depósito de esos compuestos en la superficie de la
tierra es relevante y necesario”.
El área de
estudio comprendía Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba,
cuyo clima predominantemente templado y húmedo es responsable del 90
% de la producción nacional de soja y de entre el 80 y el 90 % de la
de trigo, maíz, sorgo, cebada y girasol. “Los ciclos de cultivo se
tuvieron en cuenta al definir las temporadas altas y bajas de
aplicación de herbicida que se consideraron para el análisis de la
variación temporal”, indicaron. La información meteorológica de
cada lluvia se obtuvo del Ministerio de Agroindustria de Argentina
(Minagri) y luego se correlacionó con las concentraciones de
herbicidas.
Siete ubicaciones
representativas dentro de las provincias de las pampas fueron
seleccionadas: dos de Buenos Aires, tres de Córdoba, una de Santa Fe
y otra de Entre Ríos.
Las muestras
fueron recogidas “a lo largo de cada lluvia en áreas urbanas de la
pampa con diferentes grados de uso de la tierra y con producción
extensiva de cultivos, más muestras de subsuelo de los sitios
periurbanos relevantes”. También señalaron que “en suelos, el
glifosato se registró con mayor frecuencia (41 %), seguido de la
atrazina (32 %) y el AMPA (22 %)”. Otro dato relevante es que “las
concentraciones máximas de ambos herbicidas fueron superiores a las
detectadas en otros países, posiblemente como consecuencia de las
mayores dosis agronómicas utilizadas en Argentina”.
Debido a que la
deposición atmosférica de herbicidas a través de la lluvia sobre
cuerpos de agua superficial y suelos urbanos en la región podría
constituir una fuente de exposición de la población a estos
contaminantes del aire, los científicos consideran que “una
inclusión de esos compuestos en las directrices de calidad del aire
y en los programas nacionales de monitoreo es necesario”.
También
sugirieron “futuras investigaciones que incluyan en los análisis a
otros plaguicidas que se sepa que se dispersan en regiones fuera del
área de aplicación”, tras considerar adicionalmente “la gama
más amplia de sustancias activas utilizadas en las prácticas
agrícolas actuales en todo el país”.
Fuente:
Roberto Andrés @RoberAndres1982, Científicos del Conicet detectaron glifosato y atrazina en agua de lluvia, 26/07/18, La Izquierda Diario.
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