Madre Selva, el
colectivo ecologista de Guatemala ha publicado "Liberemos nuestros ríos", un libro en el que narra la resistencia de las
comunidades mayas q'eqchi' de Santa María Cahabón, en el
departamento norteño de Alta Verapaz, a los proyectos
hidroeléctricos Oxec I y Oxec II.
La obra, editada
por la investigadora Simona Violetta Yagenova, tiene como objetivo
informar a la población guatemalteca sobre la oposición a la
“concesión privada de los ríos”.
Destaca el
proceso de defensa que han realizado las comunidades aledañas para
impedir que se desarrollen esos proyectos en el río Cahabón y su
afluente Oxec.
Lucha social
El libro, que
contó con el apoyo de la Fundación Hienrich Böll Stiftung, realiza
un análisis histórico de la “lucha social” contra los dos
proyectos hidroeléctricos.
Ambos pertenecen
al grupo Energy Resources Capital Corp., registrado en Panamá, y
obtuvieron las autorizaciones definitivas para operar del Ministerio
de Energía y Minas el 7 de agosto de 2013 y el 12 de febrero de 2015
para Oxec I y Oxec II, respectivamente.
La investigación
La investigación
explica cómo desde el año 2012 al 2015 la población de Santa María
Cahabón sufrió desalojos de miembros de su comunidad,
encarcelamiento de algunos de sus líderes que se opusieron a la
instalación de dichos proyectos, e incluso asesinatos.
El movimiento,
según indican, emergió y se desarrolló a pesar de una extensa
campaña de difamación, que incluye la criminalización de uno de
sus dirigentes (Bernardo Caal, detenido el pasado 5 de febrero por
supuestamente haber cometido los delitos de detención ilegal y
robo), orquestada por el empresariado y las autoridades locales, con
la connivencia de los poderes Ejecutivo y Judicial.
El río Cahabón,
con una longitud de 195,95 kilómetros entre el norte y el oriente
del país, cuenta con más de 50 afluentes, ríos y arroyos entre los
que se encuentran Oxec, Canlich y Chiacté, en los cuales operan
actualmente siete hidroeléctricas: Renaces I, II, III y IV (de la
Corporación Multiinversiones), Oxec I y II, y Chichaic.
Estas
construcciones, señala el documento, “altera gravemente el
ecosistema fluvial” alrededor de los cauces, “destruyendo
hábitats, modificando el caudal y cambiando los parámetros básicos
del agua”.
Conflicto
La Cámara de la
Industria de Guatemala celebró el pasado diciembre el fin de un
proceso de consulta comunitaria que encabezó el Ministerio de
Energía y Minas entre septiembre y noviembre de 2017 en once
comunidades aledañas, en las que supuestamente se llegó a acuerdos
que fueron trasladados a la Corte Suprema de Justicia, pero no fueron
bien recibidos por asociaciones ecologistas como Madre Selva.
Según dijo al
presentar los resultados el ministro de Energía, Luis Chang, los
acuerdos entregados a la Corte Suprema se centran en constituir
“relaciones en un ambiente de armonía” y en que la empresa
cumpla con “mitigaciones ambientales” durante la construcción y
operación del proyecto.
Una afirmación a
la que se opone el libro “Liberemos nuestros ríos”, el cual
sostiene que el Estado guatemalteco “ha despojado a los pueblos
originarios en sucesivos periodos históricos bajo el lema del
desarrollo y el progreso”.
Mientras los
promotores de las hidroeléctricas Oxec I y II pretenden generar unos
100 MW anuales, centenares de pobladores y activistas advierten de
que esos proyectos han dejado sin agua a unas 50 comunidades.
Fuente:
“Liberemos nuestros ríos”, la lucha maya contra proyectos hidroeléctricos, 14/03/18, EFEverde.
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