En
las actuaciones del Edecom se constataron emanaciones de polvillo,
valpor y olores nauseabundos. En los últimos años hubo dos
clausuras.
El
exmolino Fénix, que actualmente está en manos de la empresa Grupo
Alimenticio SA, es un destino habitual para los inspectores del
Edecom. Desde 2008, cuando comenzaron las denuncias de los vecinos
por las emanaciones de material particulado y de olores nauseabundos,
en 22 ocasiones se labraron actas por situaciones irregulares en la
planta de Presidente Perón al 400. Incluso, en dos oportunidades se
decidió clausurar la planta por el grado de contaminación ambiental
que estaban padeciendo en el barrio.
El
gerente de la empresa que actualmente produce molienda de maíz,
Alejandro Sacco, había dicho que el polvillo permanente que se
detectó en las últimas semanas fue el único problema que ha tenido
la empresa y que está en vías de solución. Sin embargo, este
diario accedió al historial de actuaciones de la Dirección General
de Zoonosis y Medio Ambiente, dependiente del Edecom, y allí
aparecen las actas que se realizaron y las anomalías que se
detectaron.
En
casi todas las inspecciones se confirmó la denuncia de los vecinos:
que había en el aire material particulado, es decir polvillo propio
de la molienda, que se depositaba en la vía pública, ingresaba a
las viviendas y, por lo tanto, contaminaba el barrio.
La
primera actuación tiene, exactamente, diez años de antigüedad. El
10 de marzo de 2008 se constató una infracción: cereal en
descomposición y falta de higiene. Le dieron 48 horas para la
limpieza.
Exactamente
dos meses después, en mayo de 2008, hubo otra actuación y, otra
vez, se generó un acta: “Se constastó que se genera polvillo
propio del cereal, que afecta ingresando y depositándose en
viviendas lindantes y en la vía pública; observando la
imposibilidad de la apertura de puertas y ventanas por parte de los
vecinos”.
En
diciembre de ese mismo año se volvió a detectar falta de higiene,
olores y polvillo y, finalmente, después de esa sucesión de
irregularidades, se produjo la clausura preventiva. Fue el 15 de
diciembre de 2008.
Desde
entonces comenzó una larga continuidad de actuaciones en las que el
Edecom reclamaba remediaciones y planes de manejo ambiental. Grupo
Alimenticio SA encargó una Auditoría Ambiental y presentó ese
mismo año un programa de adecuación y manejo ambiental para
terminar con los problemas que denunciaban los vecinos.
Sin
embargo, este diario habló con la familia Nando, que vive justo
enfrente de la molienda, y aseguraron que los inconvenientes jamás
desaparecieron; sólo se atenuaron en algunos momentos y volvieron
después con la misma intensidad.
En
julio del año siguiente, en 2009, se volvió a detectar material
particulado procedente del molino, que flotaba en el ambiente y se
depositaba en la vía pública, en las viviendas y en los comercios.
“Se intima a dar solución inmediata al problema advirtiendo con
otra clausura preventiva”, dicen las actas del Edecom.
Ya
entonces los propietarios del exmolino Fénix hablaron de la
construcción de un tinglado para evitar la voladura de material
particulado.
El
2010 arrancó bien. En enero no se registraron residuos, ni material
particulado en el aire, ni falta de higiene. Sin embargo, ya en abril
los inspectores hicieron constar que, nuevamente, había material
particulado en el ambiente; con lo cual el 2010 volvió a los
carriles normales de los últimos años.
Tanto
es así que el Edecom le ordenó a mediados de ese año cesar la
actividad para erradicar los problemas detectados; de lo contrario
sufriría otra clausura.
La
empresa volvió a presentar un plan para eliminar el polvillo en el
aire; un problema que se sigue presentando, incluso, al día de la
fecha.
En
ese mismo año, cerca de las Fiestas, se dejó constancia en un acta
del Edecom que había olores nauseabundos, maíz en putrefacción, lo
que terminaba afectando a los vecinos.
La
planta está enclavada en un barrio densamente poblado; con familias
que viven en los alrededores y deben soportar el polvillo, la
presencia permanente de camiones y los olores que salen de la
fábrica.
En el
2012 se produjeron episodios similares a los de los años anteriores.
En diciembre se ese año se debió parar la producción por las
irregularidades.
Ese
mismo año se decidió la segunda clausura preventiva del
establecimiento.
En
2014 también se detectó polvillo en el aire, al igual que en 2015;
también se constató en 2016 que había ruidos molestos y vapor que
surgía del funcionamiento de una secadora.
Por
último, antes del episodio que motivó la denuncia en 2018, en
agosto de 2017 también se constató la emisión de material
particulado.
Fuente:
Exmolino Fénix: en 22 ocasiones se detectó contaminación ambiental, 13/03/18, El Puntal de Río Cuarto.
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