martes, 12 de diciembre de 2017

A un año del fallido intento de reforma de la ley de bosques

Marcha en defensa del Bosque Nativo en la ciudad de Córdoba, el 1 de marzo de 2017. Foto: Federico del Prado

El gobierno provincial fracasó, por el momento, en su intento de avanzar sobre el bosque nativo, gracias al rol decisivo de la movilización popular. El proyecto de reforma de la ley de bosques perdería el estado parlamentario.

El pasado 7 de diciembre se cumplió un año del ingreso a la Legislatura cordobesa del proyecto de modificación de la ley 9814 de Ordenamiento Territorial de los Bosques Nativos de la Provincia de Córdoba. Una reforma diseñada a espaldas de los habitantes de la provincia, destinada a favorecer los intereses de los grandes ganaderos y especuladores inmobiliarios y totalmente regresiva desde el punto de vista ambiental. Como dimos a conocer desde La Izquierda Diario, los borradores del nuevo mapa de ordenamiento de los bosques nativos eliminaban la mitad de las zonas rojas, áreas consideradas como prioritarias para la conservación.

Al cumplirse un año de la presentación del proyecto, y al no presentarse nuevamente para su tratamiento, perderá el estado parlamentario. El proceso que impidió el avance de esta reforma regresiva estuvo marcado por un año de movilizaciones y luchas en las calles. Para conocer una reflexión sobre este proceso, dialogamos con Joaquín Deón, miembro de la Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo (CoDeBoNa).

Ha caído el proyecto de ley de bosques, extractivista y depredador de gran parte del monte nativo de la provincia de Córdoba. Y ha caído gracia a un año de movilización de toda la ciudadanía. Cada uno de los valles, cada uno de los poblados del llano que tenían y tienen asambleas que se han movilizado en defensa del ambiente, en defensa del bosque nativo, han sabido nuclearse y han sabido unirse. Desde aquel martes 13 de diciembre 2016, arrancó con toda la fuerza diciendo no a la ley de desmonte.

Pero no sólo exigiendo que ese proyecto de ley no se apruebe a puertas cerradas y aprovechando la mayoría en la Unicameral por parte de Unión por Córdoba. Sino avanzando un poco más allá en el reclamo y exigiendo participación. Tenemos una ley, que es producto de gran parte de la lucha que llevaron a cabo en la asamblea Malvinas Lucha por la Vida, en la asamblea del acampe de Malvinas Argentinas, que es la ley 10208. Tenemos las herramientas que se generaron en cada una de las movilizaciones, que llevaron en el año 2008 a la prohibición de la minería metalífera a cielo abierto en nuestra provincia. Tenemos muchos antecedentes de luchas y resistencias, tenemos la carga y la bronca de que aprobaron a puertas cerradas una ley con bastantes problemas, como es la ley de bosques actual. Pero es una ley que al mismo tiempo nos permite decir tenemos un piso mínimo. Tenemos este mapa que nos plantea las zonas rojas son tales, con tal superficie, que las amarillas son tal otras.

A pesar de que se la manejó mucho para el lado de los intereses extractivistas de la Sociedad Rural de Jesús María, de la Sociedad Rural de Córdoba, de Cartez, de la Cámara de Empresarios Mineros de la Provincia de Córdoba, que por estos días está haciendo favoreciendo la minería en una zona que es roja. Que es la zona de Villa Allende, donde ha empezado a avanzar en la reserva natural, la cantera El Gran Ombú. Es el problema también de la zona de San Marcos Sierras, con Cerro Blanco y Cerro Negro, esos sitios tan fuertes y tan caros a la memoria y a las reivindicaciones que lleva adelante la Tulianada en San Marcos. Tenemos todas esas resistencias y hoy a un año estamos diciendo, basta de desmonte.

Se cumple un año de un proyecto de ley que cayó en las calles con toda la resistencia que se generó a través de un colectivo cultural, político. Porque esto fue toda una acción política. No política partidaria sino política colectiva y comunitaria, que aquel 28 de diciembre le dijo que no a la ley de bosques. El 3 de marzo también dijo que no y en mayo y en junio volvieron a decirle que no a este proyecto devastador de nuestros bosques nativos.

Tenemos una ley de bosques que está activa, y que como dijimos es un piso mínimo. Porque ha permitido que se siga desmontando. Pero no nos ha frenado el articularnos, el unirnos en un tejido y en una red muy fuerte como es la Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo. Y en esta unión salió la movilización. Y de esa movilización salió el freno y la caía, porque el tiempo pasó, de este proyecto de ley. Que hoy nos está poniendo un desafío más fuerte: avanzar sí o sí con la demanda de la participación. Seguir incentivando y pidiendo por favor que se nos deje participar. Se deje participar en cada cuenca, en cada terriorio a las asambleas, a los productores campesinos, a las comunidades originarias. Que todo eso se cumpla para que nuestro bosque se conserve.

Hoy en día, a un año de ese proyecto ingresado, ese proyecto ha caído. Y ellos celebraron y siguen celebrando que salió otra ley, la ley agroforestal. Que llevó a muchas tensiones y a muchos conflictos internos dentro de la Coordinadora en Defensa del Bosque Nativo, pero que no la dividió, no la debilitó. Sino que simplemente la llevó a enfocarse mucho más fuertemente en lo que ocurre con nuestros bosques.

La ley agroforestal vino a abrir la puerta a otro sector extractivista, que en Córdoba tiene una pata media débil pero que con esa ley va a ser un poco más fuerte, que es la producción forestal y la producción silvopastoril. Donde los bosques se piensan solamente como los sectores donde hay árboles y la parte inferior simplemente tiene todo pastura, todo ganado. Un sector extractivista que daña nuestros bosques. Entonces la ley agroforestal vino a poner un paño frío al conflicto con el sector agrícola, que se le se había armado al gobierno provincial, pero a poner en tensión más fuerte lo social. Porque nos metieron esa ley, pero no nos metieron la ley de bosques.

Tenemos el desafío de mejorar o modificar la ley agroforestal, pero tenemos la cabeza bien puesta en que el ordenamiento territorial sea participativo por nuestros bosques y por el futuro de cada uno de nuestros territorios en que los estamos defendiendo y luchando. Lo que buscamos no es tomar el poder, simplemente buscamos participar y poder decidir en las cuencas y territorios donde vivimos.

Fuente:
A un año del fallido intento de reforma de la ley de bosques, 11/12/17, La Izquierda Diario. Consultado 12/12/17, La Izquierda Diario.

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