martes, 10 de octubre de 2017

Cumbre de Economía Verde: la naturaleza como una mercancía para las corporaciones

Al igual que el año pasado, la nueva Cumbre se desarrolló en Córdoba organizada por la Fundación Advanced Leadership y el gobierno provincial. La novedad este año es la presencia del ex-presidente de Estados Unidos, Barak Obama, quien dictó una conferencia este viernes.

por Santiago Benítez

La meta, anunciada en la página del encuentro, puede ser un punto de partida para entender los postulados de la economía verde: “inspirar y formar a 300 nuevos líderes verdes de todo el país, que estén dispuestos a transmitir un mensaje simple: No sólo tiene sentido ético y moral apostar por la innovación y la competitividad, sino que también tiene sentido económico apostar por el modelo productivo hacia una economía verde; porque lo que hay en juego es la vida y el futuro de las próximas generaciones”.

Un “líder verde” es un eufemismo para una cierto tipo de personas: funcionarios, directivos de empresas y fundaciones, seleccionados por su “grado de influencia en sus comunidades en prácticas y políticas de desarrollo sostenible”, según se especifica en la página.

La cumbre incluyó conferencias magistrales de los premios Nobel de economía Edmund Phelps y Eric Maskin y contó con la presencia de numerosos funcionarios de organismos multilaterales, CEOs de empresas y fundaciones y varios representantes de la clase política local como el gobernador Juan Schiaretti, el rector de la UNC Hugo Juri y el presidente de la Suprema Corte de Justicia, Ricardo Lorenzetti. El gobernador Schiaretti señaló en el discurso inaugural que “en ningún lado está escrito que esté reñido el cuidado del medio ambiente con el avance productivo (...) Es imprescindible que los empresarios entiendan y que vean que hay oportunidades de negocios en la economía sustentable, no es algo que vaya a provocar pérdidas”.

En un discurso de 60 minutos, el ex presidente Obama dijo “estar impresionado con el trabajo que se está haciendo en Argentina”. Y que el presidente Macri había sentado las bases para que el país pueda desarrollarse de manera sustentable e inclusiva. También señaló que "no hay contradicciones entre crecimiento económico y un buen medio ambiente. En Estados Unidos hemos creado 3 millones de empleos ligados con la energía limpia; la lucha contra el cambio climático no será una victoria ahora mismo, sino que llevará décadas de trabajo".

¿Qué intereses pueden reunir a estos personajes? En particular, ¿cuál es la contribución al debate ambiental del ex-presidente Obama, siendo que Estados Unidos es el responsable de un tercio del total acumulado de gases de efecto invernadero (a pesar de albergar sólo el 4 % de la población mundial)?

La economía verde
El discurso del premio nobel Edmund Phelps sirve para entender algunos de los conceptos fundamentales de la economía verde. Phelps señala que el ambiente ya se encuentra deteriorado: “El clima ya se deterioró de tal modo que es peligroso para la vida humana”. Por lo tanto se debe recuperar el capital natural para que con el capital económico “crezcan de manera conjunta y simbiótica”. Recuperar parte del capital natural incrementaría la tasa de retorno de la industria y se podría mejorar el nivel de crecimiento de la economía.

El concepto de capital natural engloba, en su definición más sencilla, los recursos del planeta y toda su biodiversidad. Surge de una extensión del concepto de capital económico, como una manera de asignar un valor monetario a un ecosistema o a los servicios que los ecosistemas brindan a la vida humana. Bajo esta forma de pensamiento, la naturaleza debe preservarse no por su valor intrínseco sino porque posee un verdadero valor de cambio, porque la inclusión de las “externalidades” (como por ejemplo la contaminación producida por una empresa) reduce la demanda de una actividad perjudicial y porque la naturaleza debe ser compensada por el daño provocado.

En su disertación, Phelps planteó que debemos buscar una mejora de los problemas del clima sin interrumpir el crecimiento económico, a la vez que se debe mejorar la actividad económica sin generar nuevos problemas ambientales. Sobre los gases de efecto invernadero, como el CO2, señaló que existen tecnologías que podrían absorberlo y venderlo para uso comercial (en un proceso diferente al mercado de carbono). Sin embargo, con el tiempo, esta captura de carbono dejará de ser rentable.

En este punto, Phelps parece estar depositando muchas expectativas en un proceso llamado “meteorización mejorada”, por el cual se inyecta CO2 en formaciones basálticas mezclado con sulfuro de hidrógeno y agua y se obtiene, luego de dos años, un sólido blanco similar a la piedra caliza que puede venderse como material de construcción. Si en verdad se está refiriendo a este proceso, la propuesta no tiene ningún sentido económico: la roca natural es mucho más barata y existe en abundancia.

En los puntos finales de su conferencia, Phelps muestra las enormes limitaciones de la economía verde y cómo, en la disyuntiva, hay un actor al que se debe salvar: las corporaciones. Refiriéndose al daño ambiental señala que “los microactos que realizan cada uno de los individuos -y no las corporaciones- no se ven, y dañan el ambiente. Va a ser necesario utilizar la persuasión moral, pedirle a cada individuo, no solamente a las corporaciones, que voluntariamente vayan formando su propio programa anticontaminación.”

Respecto a los países en proceso de industrialización, señala que sus gobiernos quizá no estén listos para implementar restricciones en las emisiones de CO2 u otros contaminantes. Por este motivo “las naciones que lideran el cambio deben ser muy duras con aquellas que lo consideran demasiado costoso.”

Finalmente, Phelps advierte contra el exceso de regulaciones en materia ambiental: “cuidado con sobre regular, debemos tener cuidados en nuestros esfuerzos por salvar el planeta, no queremos caer el estrangulamiento de las fuentes que hacen hoy nuestra vida posible”.

Las contradicciones
La cumbre se desarrolla en nuestro país al mismo tiempo que el gobierno nacional busca inversiones para explotar reservorios como Vaca Muerta para la extracción de shale gas, actividad con un fuerte impacto ambiental y fuente de importantes ganancias para las empresas petroleras. En las últimas décadas tanto los gobiernos kirchnerista como el actual gobierno de Cambiemos han profundizan el modelo del monocultivo de soja y las actividades extractivas de las megamineras. En todos los casos con ganancias extraordinarias de capital y extraordinarios desastres ambientales.

La misma provincia de Córdoba es escenario de la pelea contra las corporaciones que según Phelps "no debemos estrangular". Por el contrario, es desde el mismo estado desde donde se protegen sus intereses. Bastan los ejemplos de la planta de Monsanto en Malvinas Argentinas, promovida por un acuerdo del gobierno kirchnerista; la planta de bioetanol Porta, que goza de los beneficios de leyes provinciales y nacionales que promueven los biocombustibles; los empresarios de la basura que planifican desastres ambientales con nuevos enterramientos y los grandes ganaderos con sus intentos de imponer una ley de desmonte. Los actos de las grandes corporaciones y no los "microactos" de los simples ciudadanos son los que degradan el ambiente en Córdoba, como en otras partes del mundo.

Quienes adscriben a la idea de asignar un valor monetario a un ecosistema, como Phelps, se olvidan que en Capitalismo la única simbiosis entre naturaleza y la economía es la de la extracción y contaminación y que en el camino de lograr la ganancia no hay externalidades que cuenten.

La economía "verde", en palabras de Fred Magdoff y John Bellamy Foster (autores de "Lo que todo ambientalista debe conocer sobre el capitalismo") es un programa que propone al mismo capitalismo como solución a los problemas ambientales, internalizando todo lo que existe en la naturaleza, colocando el mundo bajo sus leyes, reduciendo toda la existencia al estatus de una mercancía, con un precio. La realidad es que los principales problemas ambientales, como el cambio climático, no pueden ser solucionadas por medios tecnológicos o basados en el mercado.
Fuente:
Santiago Benítez, Cumbre de Economía Verde: la naturaleza como una mercancía para las corporaciones, 07/10/17, La Izquierda Diario. Consultado 11/10/17.

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