“Se
generaron resistencias a la proteína Bt en maíz” dijo Alfredo
Paysero, gerente general de ASA, reconociendo que después de sólo
20 años la acción tóxica de esas semillas ya no funciona.
por Roberto
Andrés
La
tecnología Bt fue introducida por Monsanto, quien transformó maíces
logrados por técnicas de mejoramiento genético tradicional
incorporando genes de la bacteria Bacillus Thuringensis (Bt), la cual
vive normalmente en el suelo produciendo una potente toxina
denominada endotoxina delta que mata las larvas de insectos
lepidópteros al afectar su intestino. Al incorporar al genoma del
maíz los genes Cry, que expresan la endotoxina delta de B.
thuringensis, transformaron fuertemente su constitución genética.
Fue denominado MON810, uno de los maíces transgénicos más
utilizados en el mundo, que comercialmente se lo conoce como Maíz
Bt. La liberación de su cultivo fue autorizado para Argentina en
1998 y a partir de ese momento cada mamífero que come maíz Bt
ingiere grandes cantidades de genes de endotoxinas delta de esta
mortal bacteria.
Pero
ocurre que la presión de las plagas es continua. No todas las orugas
son controladas. Las poblaciones de insectos tienen un nivel de
diversidad natural que les permite a algunos individuos sobrevivir a
la protección de los maíces Bt y reproducirse, dejando descendencia
resistente. El aumento de la cantidad de orugas resistentes hace que
una población de insectos que era controlada por el cultivo Bt deje
de serlo con la efectividad inicial.
En el
marco de la celebración del XXV Congreso de la Asociación Argentina
de Productores en Siembra Directa (Aapresid), Alfredo Paysero,
gerente general de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA),
declaró a Clarín Rural: “Se generaron resistencias a la proteína
Bt en maíz por el mal manejo de los refugios. Esto significa que, en
muchos casos, el productor no pudo identificar el problema, las
empresas no aportaron la solución a tiempo y se relajaron los
controles”. Por conexión, son altos los riesgos de que las malas
prácticas de manejo también impacten sobre la soja Bt.
La
Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) es la entidad que
representa a todas las empresas de semillas más importantes del
país. Su comisión directiva está comandada por Alfredo Paysero,
pero también cuenta entre sus miembros con Juan Farinati de Monsanto
Argentina, Antonio Aracre de Syngenta Agro, Sebastián Schneider de
Pioneer Argentina, Raúl Palmieri de Dow Agroscience, Federico Trucco
de Bioceres, Ricardo Fernandez Pancelli de BASF y Magdalena Sosa
Beláustegui de Bayer.
“Estamos
a tiempo de mitigar la problemáticas en algunos casos, retrasar en
otros y detener en las mejores situaciones”, declaró Paseyro, pero
su preocupación persiste puesto que según él “no se prevé la
llegada de nuevas tecnologías como el Bt hasta el año 2025”.
Al
respecto, ASA vienen trabajando desde el año pasado para incentivar
a los productores agropecuarios a volver intensamente a la práctica
de “refugios”. Esto significa sembrar una parte (un 10 %
aproximado) de la superficie de soja y maíz con un lote de semillas
que no estén modificadas genéticamente, lo que permitirá según
Paseyro, empezar a minimizar los riesgos de generar la resistencia en
ciertos lepidópteros. Esta iniciativa motivó que ASA firmase un
acuerdo de vinculación tecnológica con el INTA para generar
información sobre la resistencia a la proteína Bt. Ahora buscan
agregar a Aacrea y Aapresid. Con la comisión directiva de estos
últimos se reunieron durante el Congreso.
Carlos
Vicente es miembro de GRAIN, una pequeña organización internacional
que trabaja apoyando a campesinos y a movimientos sociales en sus
luchas por lograr sistemas alimentarios basados en la biodiversidad y
controlados comunitariamente.
Consultado
por La Izquierda Diario, Carlos Vicente señaló: “Lo que está
ocurriendo con el maíz Bt es lo que obviamente iba a ocurrir y
denunciamos hace 20 años, que desarrollando semillas que fuesen
insecticidas y ante el monocultivo en grandes superficies, millones
de hectáreas (hay que imaginarse en la Argentina, Brasil, Uruguay y
Paraguay), iban a aparecer insectos que se adaptaran y que pudieran
resistir al insecticida que producen las plantas, y por lo tanto
atacarla”.
Farmacéutico
de profesión, Carlos Vicente además forma parte de la agrupación
argentina Acción por la Biodiversidad. Para él, “desde el momento
en que se autorizó el cultivo de maíz Bt se trató de establecer
como norma que se crearan “refugios” para que otros insectos
pudiesen sobrevivir, cultivando estas barreras de maíz no
transgénico la posibilidad de que el maíz albergara a otros
insectos y entonces se mantuviese esta diversidad. Por supuesto que
frente a un modelo que lo que impone es el monocultivo en grandes
superficies, la única alternativa es sembrar solo maíz transgénico.
Esto es lo que ha ocurrido y estos refugios no se han creado en
ningún lado, y por lo tanto ocurrió lo inevitable. Hoy el maíz Bt
dejó de ser efectivo. En Brasil se están produciendo enormes
pérdidas”.
Según
el ecologista, esta tecnología “que por otro lado tiene un montón
de otros problemas, para lo único que fue creado es para que fuese
insecticida para un tipo de lepidóptero. Esto ha dejado de ocurrir.
Entonces la tecnología deja de ser útil, deja de funcionar y deja
de tener sentido. Esto es lo que ocurre con todos los transgénicos.
Lo mismo ha ocurrido con los resistentes al glifosato, que han
aparecido malezas resistentes y ya hay millones de hectáreas en las
cuales estas malezas se reproducen”.
En
cuanto a lo que “dice el presidente de la ASA de crear refugio”,
para Carlos Vicente en realidad es otra cosa: “Ellos no quieren
admitir el fracaso. Insisten con soluciones tecnológicas que van
profundizando la problemática y que en la práctica ni siquiera se
aplican. Lo que deberían hacer es reconocer el fracaso y abandonar
estas tecnologías transgénicas que no conducen a ningún beneficio,
y que sí son parte de este control corporativo de todo el sistema
agroalimentario que estamos sufriendo y que está provocando
desastres socioambientales por un lado y hambre por el otro”.
Fuente:
Roberto Andrés @RoberAndres1982, Otro fracaso de la tecnología transgénica: el maíz Bt necesita “refugiarse”, 21/08/17, La Izquierda Diario. Consultado 22/08/17.
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