jueves, 24 de agosto de 2017

El agronegocio, de Bº Ituzaingó a Bº San Antonio

por Medardo Avila Vázquez

Hace cinco años se dictó la sentencia por las fumigaciones que contaminaban a las 5.000 personas que viven en Bº Ituzaingó anexo del sureste de la ciudad de Córdoba, finalmente la Justicia cordobesa reconocía que allí los agrotóxicos del agronegocio de cultivos de soja y maíz transgénicos contaminaban el ambiente amenazando la salud de las personas. Gran cantidad de enfermos de cáncer y una anormal distribución espacial de los casos fueron pruebas contundentes de esta contaminación. La sentencia trajo algo de alivio a la población, sobretodo en el sentido de que desde ese momento ya no se podría fumigar nunca más esos campos. Pero las secuelas de dolor, enfermedad y muerte quedaron en el barrio y aún persisten.

El reclamo para que Paren de Fumigar, que tenía más de 12 años, recién era escuchado y esta lucha encabezada por las “Madres de Bº Ituzaingó” se convirtió en un ejemplo para muchos pueblos fumigados que hoy se levantan reclamando que dejen de fumigarlos y enfermarlos. Desde entonces más de 400 pueblos han dictado sus propias normas jurídicas (ordenanzas) impidiendo las fumigaciones periurbanas y disminuyendo la exposición a agrovenenos de su población, 150 de estos pueblos son de Córdoba; pero estas medidas, aunque necesarias y útiles, aun son insuficientes.

En el último año aumentó un 17 % el volumen de agrotóxicos que el agronegocio aplica sobre los argentinos por año, volumen que ya alcanza a 400 millones de kilos, mientras que los índices de cáncer, abortos y malformaciones congénitas no dejan de aumentar en el interior del interior del país, como fue verificado por análisis epidemiológicos realizados por el Ministerio de Salud de la Nación conocidos en 2015 poco antes del cambio de gobierno.

En 2007, junto con otros colegas, fuimos los responsables de la Secretaria de Salud de la Municipalidad de Córdoba y ante nosotros concurrieron las Madres de Ituzaingó reclamando por la salud amenazada de sus hijos, nuestra respuesta ética fue detener la contaminación y las fumigaciones en Bº Ituzaingó, proceso que culminó en el juicio a las fumigaciones del año 2012.

Hoy otro equipo, encabezados por Gabriel Acevedo, está frente a la cartera de Salud de la ciudad mientras una enorme destilería de bioetanol de la empresa Porta Hnos. procesa maíz del agronegocio afectando duramente la salud de los vecinos de Bº San Antonio y alrededores, pero hoy la respuesta de la secretaria de Salud es negar los enfermos, ocultar los niños malformados y proteger los intereses comerciales de la empresa privilegiándolos sobre el derecho a la salud de los vecinos. Nuevamente las madres y habitantes de Bº San Antonio reclaman justicia en defensa de sus derechos humanos básicos, como antes en Bº Ituzaingó.

Medardo Avila Vázquez es exsubsecretario de Salud de Córdoba. Querellante en Causa de las Fumigaciones.

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