por Baher Kamal
ROMA, 18 may 2017
(IPS) - Los bosques del mundo se degradan o se pierden al
escalofriante ritmo de 3,3 millones de hectáreas al año. En muchos
países de Asia, su destrucción es rápida, pero aumentó 29 por
ciento en la mayor selva del mundo, la Amazonia, respecto del año
pasado. Además, las exploraciones y explotaciones de hidrocarburos y
minerales amenazan a algunos de los ecosistemas más preciados de
África.
La comunidad
científica nos ha recordado en diversas oportunidades que alrededor
de unas 1.300 millones de personas son “pueblos selváticos” y
dependen casi totalmente de los bosques.
Patrick Durst,
oficial de Silvicultura de la Organización de las Naciones Unidas
para la Alimentación y la Agricultura (FAO) para Asia Pacífico,
agregó, el 15 de este mes, que 28 por ciento de los ingresos de las
comunidades que viven cerca o en los bosques proceden de ese ambiente
y de su entorno.
En su Evaluación
Global de Recursos Forestales de 2015, la FAO señala que se pierden
bosques en muchos países de Asia Pacífico, incluso en Sri Lanka.
Además, la degradación de la calidad perjudica más la capacidades
de estos ambientes para ofrecer los bienes y servicios necesarios
para la supervivencia de poblaciones humanas.
Las pérdidas se
agravarán a medida que la demanda de productos forestales crezca de
forma sostenida.
La mayoría de
los países en Asia Pacífico tienen dificultades para responder a la
pérdida de bosques, pero algunos han tomado medidas, reconoce la
evaluación. Mediante programas de reforestación, China y Vietnam,
de hecho, aumentan su cobertura forestal, añade. Y el gobierno de
Sri Lanka anunció planes para aumentar 35 por ciento el territorio
selvático.
América Latina
“Las selvas más
antiguas del mundo están en crisis, el pasmoso 80 por ciento ya se
destruyó o degradó, y la mayoría de las que quedan están en
peligro por la tala ilegal y destructiva”, señala el informe de la
FAO.
Créanlo o no,
esas estimaciones no son nuevas, tienen unos nueve años. De hecho,
Greenpeace ya señaló el 30 de junio de 2008 que la tala ilegal
tenía consecuencias devastadoras en las selvas del mundo.
La organización
trabaja para cambiar comportamientos, proteger y conservar el
ambiente, así como promover la paz.
Los efectos de la
tala incluyen deforestación, pérdida de biodiversidad y aceleración
del cambio climático, lo que crea “conflictos sociales con las
poblaciones indígenas y locales y genera violencia, delincuencia y
violaciones de derechos humanos”, explicó Greenpeace.
Según la
organización, unas 1.600 millones de personas en el mundo dependen
de los bosques para sobrevivir, además de 60 millones de indígenas.
Deforestación de
la Amazonia ahora
Hace apenas seis
meses, Grenpeace señaló que la deforestación de la Amazonia había
aumentado 29 por ciento respecto del año pasado, según datos
divulgados por el gobierno de Brasil el 31 de noviembre de 2016.
“Brasil pierde
control sobre la destrucción de su selva por malas decisiones
políticas y ahora podría tener problemas para cumplir con sus
objetivos en el marco del acuerdo climático”, observó la
organización el 1 de diciembre de 2016.
Datos del
Programa de Monitoreo de la Deforestación para una Amazonia Legal
indican que 7.989 kilómetros cuadrados de selva se destruyeron entre
agosto de 2015 y julio de 2016, precisó.
“Este es el
segundo año consecutivo en que aumenta la deforestación de la selva
más grande del mundo, resultado directo de la falta de ambición del
gobierno para hacer frente al problema de la pérdida forestal. Es la
primera vez en 12 años que aumenta la deforestación en dos años
consecutivos”, subrayó.
Cristiane
Mazzetti, de la campaña por la Amazonia, de Greenpeace, alertó de
que la aceleración de la deforestación puede relacionarse con
señales del gobierno brasileño de que tolera su destrucción.
“En los últimos
años, las políticas públicas de protección ambiental en Brasil se
debilitaron”, observa. “Por ejemplo, se crearon muy pocas áreas
protegidas y territorios indígenas, y el nuevo Código Forestal,
aprobado en 2012, ofrece amnistía a los responsables de la
deforestación ilegal”, detalla.
Según
Greenpeace, la deforestación es responsable de alrededor de 40 por
ciento de las emisiones de gases de efecto invernadero del gigante
sudamericano.
“Al aumentar
otra vez la pérdida forestal, el país podría tener dificultades
para cumplir con sus compromisos en el marco del Acuerdo de París,
suscrito y ratificado hace poco por Brasil. Se estima que la
deforestación de 7.898 kilómetros cuadrados liberó a la atmósfera
el equivalente a 586 millones de toneladas de carbono, el mismo
volumen que emiten los automóviles en ese país en en ocho años”,
añade.
La recolección
ilegal de madera, la expansión de la agroindustria y la conversión
de bosques en pasturas son algunas de las actividades responsables de
la deforestación, insistió Mazzetti.
Los grandes
proyectos de infraestructura, como las centrales hidroeléctricas
estimulan, además, la apropiación de tierras y la especulación, lo
que genera más deforestación, añadió.
África
El ex secretario
general de la Organización de las Naciones Unidas, Kofi Annan,
actual presidente de Africa Progress Panel, alertó hace poco sobre
la destrucción de los bosques, que ofrecen aire limpio y agua
potable, y permiten a las comunidades locales tener alimentos y
refugio, así como medios para ganarse la vida.
“Cada día, se
talan más bosques por múltiples actividades, desde la agricultura,
pasando por el desarrollo de infraestructura hasta el aumento de la
demanda de madera y de otros productos forestales, lo que a menudo
empeora por la tala ilegal”, subrayó.
En su discurso en
la conferencia “Bosques para el futuro - Nuevos bosques para
África”, realizada en Accra el 16 de marzo, Annan señaló:
“algunos de los ecosistemas más preciados del mundo, como el
parque nacional Virunga, en la cuenca del río Congo, están en
peligro por la exploración y la exploración de petróleo, gas y
minerales”.
“La
recuperación de los bosques y la reforestación en África pueden
contribuir al esfuerzo global contra el cambio climático y acelerar
el avance hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, observó
Annam.
“La
recuperación forestal de 350 millones de hectáreas puede generar
170.000 millones de dólares al año en beneficios netos de la
protección de la cuenca, del mejoramiento de la producción agrícola
y de los productos forestales”, añadió.
En el informe
“Granos, pescado, dinero: Financiación para las revoluciones verde y azul de África”, Africa Progress Panel arguyó que la protección
efectiva, la gestión y la movilización de los vastos recursos
forestales son necesarios para respaldar un crecimiento
transformador.
La organización
estima que África perdió 12.400 millones de euros (unos 17.000
millones de dólares) a causa de la exportación ilegal de madera en
2011.
Traducido por
Verónica Firme
Esta es la
primera parte de una serie de dos sobre la responsabilidad de los
seres humanos en la destrucción de los bosques, el verdadero pulmón
de la Tierra. La segunda es La búsqueda de combustible agota los bosques.
Fuente:
Baher Kamal, La incontenible destrucción de los bosques, 18/05/17, Inter Press Service.
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