miércoles, 31 de mayo de 2017

Cali Villalonga (PRO): “No me parece adecuado avanzar con más plantas nucleares”

Plan nuclear de Macri. Lo dijo en una entrevista a propósito del debate energético. El ex Greenpeace añadió: “Un error del Gobierno es no haber hecho explícito la desastrosa situación energética de la que arrancamos”.

por Ramiro Thomás

No me parece adecuado avanzar con más plantas nucleares. Es algo extremadamente caro, suma riesgos y un pasivo a futuro que me parece irresponsable dejar como legado”, declaró Cali Villalonga, el ex Greenpeace ahora diputado nacional por el PRO, en una entrevista a Energía Estratégica, el portal de noticias especializado en energías renovables.

Juan Carlos Villalonga fue fundador del Taller Ecologista de Rosario, fue columnista ambiental en Página 12 y estuvo durante 16 años en las filas de Greenpeace, sin embargo terminó como diputado nacional por CABA por el PRO, espacio político del presidente Mauricio Macri.

El debate sobre energía nuclear cada día toma mayor relevancia, especialmente desde que Mauricio Macri anunció el gasto de 14 milmillones de dólares para la construcción de dos nuevas centrales nucleares en nuestro país, una de ellas la más grande de Argentina (con 1150 MW de potencia). Villalonga, que responde al espacio político del Gobierno nacional fue entrevistado en ese marco.

Sin embargo, lo que se hace cada vez más difícil es pensar en el cierre de las plantas existentes en el corto plazo ya que no contamos con ningún reemplazo. Acá es donde las ventanas de oportunidades se nos van cerrando en la medida que hemos ido tomando decisiones erróneas en materia energética o no hemos emprendido las acciones adecuadas a tiempo. Hoy nos encontramos eligiendo entre lo malo y lo peor, porque lo bueno, renovables, no lo hemos puesto a funcionar”, indicó el diputado.

Villalonga, que dejó Greenpeace para formar Los Verdes, planteó también su decepción por el tiempo perdido en los últimos 20 años: “A mediados de los 90 encabecé una campaña para que se iniciase un plan para desarrollar 3000 MW eólicos para el 2010. De allí surgió luego la cifra del 8 % que se adoptó en 2004 y se plasmó en la ley 26.190 (2006). Ese despegue de las renovables, en sincronía con el despegue global de esa industria, hubiera significado muchas cosas, una industria nacional y, por ejemplo, poder pensar para el 2020 o 2025 la eliminación de las nucleares. Eso ya es bastante improbable. Por eso digo, perdimos 20 años. Estamos 20 años tarde. Es el tiempo en que las tecnologías renovables maduraron y nosotros no nos subimos a ese tren. Ahora espero que empecemos a recuperar algo de ese tiempo”.

Luego opinó sobre la avanzada por instalar una planta de uranio perteneciente a la empresa Dioxitec en Formosa, resistida actualmente por comunidades qom y que fue clausurada en Córdoba por funcionar sin permisos: “Hay que evitar el error del gobierno anterior de trasladar Dioxitek a Formosa. Le estamos pidiendo a todos los sectores productivos ajustar sus costos y ser más eficientes, y el Estado con la CNEA sigue por un camino donde instala un eslabón de su producción sin ningún criterio lógico, multiplicando costos de traslados, sumando conflictos locales”.

Con respecto a la matriz energética argentina, el ex Greenpeace sentenció que “el presente energético es francamente una calamidad. Dependemos de importaciones de gas y combustibles, reservas fósiles convencionales declinantes, un sistema eléctrico al borde del colapso, tanto por limitaciones en generación como por fuertes restricciones en la distribución en áreas críticas, como el AMBA. Al mismo tiempo, con nulo desarrollo del potencial renovable, hoy apenas superamos el 1 % de la generación. Una montaña de subsidios que distorsionan todo el sistema, lo que ha generado que, por ejemplo, la eficiencia energética no se haya desarrollado en ningún rubro ni en las modalidades usuales de consumo. Todos los subsidios en la producción están colocados en fósiles hasta el colmo del absurdo de la reactivación de la cuenca carbonífera de Río Turbio. Sumemos también los proyectos nucleares carísimos. En distribución, gasoductos que se realizaron o iniciaron sin proyectarse qué gas transportarían o que fueron directamente abandonados. Sólo rescato que en el área de distribución eléctrica de alta tensión que se hicieron un par de obras de magnitud, con sobreprecios, pero están hechas”.

Cuando le preguntaron si era posible combinar el desarrollo de Vaca Muerta y el de las energías renovables en Argentina, Villalonga indicó que “desde la sociedad civil se debe exponer toda la realidad y proponer ese debate seriamente en la sociedad, porque entre otras cosas significa enfrentar restricciones energéticas durante los próximos 15 o 20 años. Eso es energía cara y un ajuste importante en la sociedad. De otro modo, las decisiones corren por un lado y las preocupaciones ambientales y sociales caminan por un sendero paralelo de baja incidencia”.

En cuanto a la ubicación del Gobierno de Mauricio Macri, Villalonga señaló que “me parece correcto que el Gobierno esté procurando desactivar el enorme subsidio destinado a la producción de hidrocarburos, aunque eso tendrá un impacto muy severo en las provincias petroleras que estarán sometidas a los vaivenes del precio internacional del petróleo, pero es algo necesario de hacer”, aunque “me parece que tal vez un error del Gobierno es no haber hecho explícito la desastrosa situación energética de la que arrancamos”.

Lo cierto es que la inversión en las nuevas plantas, sumado al costo de mantenimiento, es 20 veces mayor a la inversión en renovables, según lo indicado en el plan RenovAr. Según dejó entrever Carlos Pagni, en otra crítica al Gobierno, el costo del acuerdo con China por las nuevas centrales nucleares podría verse reflejado en aumentos de la boleta que podrían llegar al 500 %.

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