Plan
nuclear de Macri. Lo dijo en una entrevista a propósito del debate
energético. El ex Greenpeace añadió: “Un error del Gobierno es
no haber hecho explícito la desastrosa situación energética de la
que arrancamos”.
por Ramiro
Thomás
“No
me parece adecuado avanzar con más plantas nucleares. Es algo
extremadamente caro, suma riesgos y un pasivo a futuro que me parece
irresponsable dejar como legado”, declaró Cali Villalonga, el ex
Greenpeace ahora diputado nacional por el PRO, en una entrevista a
Energía Estratégica, el portal de noticias especializado en
energías renovables.
Juan
Carlos Villalonga fue fundador del Taller Ecologista de Rosario, fue
columnista ambiental en Página 12 y estuvo durante 16 años en las
filas de Greenpeace, sin embargo terminó como diputado nacional por
CABA por el PRO, espacio político del presidente Mauricio Macri.
El
debate sobre energía nuclear cada día toma mayor relevancia,
especialmente desde que Mauricio Macri anunció el gasto de 14 milmillones de dólares para la construcción de dos nuevas centrales nucleares en nuestro país, una de ellas la más grande de Argentina
(con 1150 MW de potencia). Villalonga, que responde al espacio
político del Gobierno nacional fue entrevistado en ese marco.
“Sin
embargo, lo que se hace cada vez más difícil es pensar en el cierre
de las plantas existentes en el corto plazo ya que no contamos con
ningún reemplazo. Acá es donde las ventanas de oportunidades se nos
van cerrando en la medida que hemos ido tomando decisiones erróneas
en materia energética o no hemos emprendido las acciones adecuadas a
tiempo. Hoy nos encontramos eligiendo entre lo malo y lo peor, porque
lo bueno, renovables, no lo hemos puesto a funcionar”, indicó el
diputado.
Villalonga,
que dejó Greenpeace para formar Los Verdes, planteó también su
decepción por el tiempo perdido en los últimos 20 años: “A
mediados de los 90 encabecé una campaña para que se iniciase un
plan para desarrollar 3000 MW eólicos para el 2010. De allí surgió
luego la cifra del 8 % que se adoptó en 2004 y se plasmó en la ley
26.190 (2006). Ese despegue de las renovables, en sincronía con el
despegue global de esa industria, hubiera significado muchas cosas,
una industria nacional y, por ejemplo, poder pensar para el 2020 o
2025 la eliminación de las nucleares. Eso ya es bastante improbable.
Por eso digo, perdimos 20 años. Estamos 20 años tarde. Es el tiempo
en que las tecnologías renovables maduraron y nosotros no nos
subimos a ese tren. Ahora espero que empecemos a recuperar algo de
ese tiempo”.
Luego
opinó sobre la avanzada por instalar una planta de uranio perteneciente a la empresa Dioxitec en Formosa, resistida actualmente por comunidades qom y que fue clausurada en Córdoba por funcionar
sin permisos: “Hay que evitar el error del gobierno anterior de
trasladar Dioxitek a Formosa. Le estamos pidiendo a todos los
sectores productivos ajustar sus costos y ser más eficientes, y el
Estado con la CNEA sigue por un camino donde instala un eslabón de
su producción sin ningún criterio lógico, multiplicando costos de
traslados, sumando conflictos locales”.
Con
respecto a la matriz energética argentina, el ex Greenpeace
sentenció que “el presente energético es francamente una
calamidad. Dependemos de importaciones de gas y combustibles,
reservas fósiles convencionales declinantes, un sistema eléctrico
al borde del colapso, tanto por limitaciones en generación como por
fuertes restricciones en la distribución en áreas críticas, como
el AMBA. Al mismo tiempo, con nulo desarrollo del potencial
renovable, hoy apenas superamos el 1 % de la generación. Una montaña
de subsidios que distorsionan todo el sistema, lo que ha generado
que, por ejemplo, la eficiencia energética no se haya desarrollado
en ningún rubro ni en las modalidades usuales de consumo. Todos los
subsidios en la producción están colocados en fósiles hasta el
colmo del absurdo de la reactivación de la cuenca carbonífera de
Río Turbio. Sumemos también los proyectos nucleares carísimos. En
distribución, gasoductos que se realizaron o iniciaron sin
proyectarse qué gas transportarían o que fueron directamente
abandonados. Sólo rescato que en el área de distribución eléctrica
de alta tensión que se hicieron un par de obras de magnitud, con
sobreprecios, pero están hechas”.
Cuando
le preguntaron si era posible combinar el desarrollo de Vaca Muerta y
el de las energías renovables en Argentina, Villalonga indicó que
“desde la sociedad civil se debe exponer toda la realidad y
proponer ese debate seriamente en la sociedad, porque entre otras
cosas significa enfrentar restricciones energéticas durante los
próximos 15 o 20 años. Eso es energía cara y un ajuste importante
en la sociedad. De otro modo, las decisiones corren por un lado y las
preocupaciones ambientales y sociales caminan por un sendero paralelo
de baja incidencia”.
En
cuanto a la ubicación del Gobierno de Mauricio Macri, Villalonga
señaló que “me parece correcto que el Gobierno esté procurando
desactivar el enorme subsidio destinado a la producción de
hidrocarburos, aunque eso tendrá un impacto muy severo en las
provincias petroleras que estarán sometidas a los vaivenes del
precio internacional del petróleo, pero es algo necesario de hacer”,
aunque “me parece que tal vez un error del Gobierno es no haber
hecho explícito la desastrosa situación energética de la que
arrancamos”.
Lo
cierto es que la inversión en las nuevas plantas, sumado al costo de
mantenimiento, es 20 veces mayor a la inversión en renovables, según
lo indicado en el plan RenovAr. Según dejó entrever Carlos Pagni,
en otra crítica al Gobierno, el costo del acuerdo con China por las
nuevas centrales nucleares podría verse reflejado en aumentos de la
boleta que podrían llegar al 500 %.
Fuente:
Ramiro Thomás, Cali Villalonga (PRO): “No me parece adecuado avanzar con más plantas nucleares”, 31/05/17, La Izquierda Diario.
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