Entrevista
a Antonio Elio Brailosvsky, escritor y economista especializado en
historia ambiental, quien hace referencia a las inundaciones, la
falta de saneamiento del agua y las políticas de Estado al respecto.
por Mario Hernandez
- Nos
mandaron a rezar nuevamente, esta vez fue el Ministro de
Agroindustria frente a las inundaciones a lo largo del país. Esta
situación que afecta a Tucumán, Salta, Jujuy, Chaco, La Pampa,
Santiago del Estero, Chubut y Catamarca, ¿solamente se debe al
cambio climático?
- El
cambio climático existe pero lo potencian los errores agrarios y
urbanísticos. Acabo de ver una nota en un periódico colombiano
donde están diciendo: no es que el río se metió en sus casas, sino
que ellos metieron sus casas en el río. Mientras se siga
construyendo adentro de los lugares de riesgo de desborde de los ríos
vamos a seguir teniendo desastres. Aquí, en Colombia y en Perú,
países que han tenido enormes desastres por inundaciones y aluviones
en las últimas semanas.
- Llama
poderosamente la atención cómo es posible que no se hayan
desarrollado las obras necesarias en un lugar con la riqueza
petrolífera y gasífera como lo es Comodoro Rivadavia.
- Lo
que más llama la atención son las declaraciones del gobernador
diciendo que va a reconstruir todo en el mismo lugar. Un lugar que se
inunda se va a volver a inundar muchísimas veces. Por un lado está
el negocio de haber loteado terrenos inundables vendiéndolos para la
vivienda, y ahora el negocio de obras públicas que no van a servir
para nada porque la fuerza del agua se lleva todo. Hay que pensar en
dejar de construir sobre terrenos inundables.
- Con
el peligro que significa esa inmensa montaña de barro que es “el
chenque” al lado de la ciudad.
- Claro.
Por qué seguir negando que hay un problema, insistir en que esto es
algo que no va a volver a pasar. Una vez que se metió a la gente
adentro de un lugar inundable, se van a volver a inundar.
- En
cuanto a deforestación, en 7 años se perdió una superficie
equivalente a la provincia de Jujuy y en los últimos 25 años se
desmontó una superficie equivalente a la Provincia de Entre Ríos.
Esto también se vincula al problema de las inundaciones, entonces,
¿qué paso con la Ley de bosques que se sancionó en 2007 y se
reglamentó en 2009?
- El
bosque y en general la vegetación natural ayuda con las raíces a
desviar el agua de lluvia al subsuelo y las napas, es un mecanismo de
recarga de agua subterránea, si no hay bosques y árboles el agua
escurre en superficie, hay más agua con la misma cantidad de lluvia
y eso inunda.
La
Ley de bosques tenía un punto débil, el centro estaba puesto
únicamente en el dinero, porque la ley planteaba como único medio
de mantenimiento de los bosques un subsidio a los que no destruían
el bosque nativo, no planteaba sanciones a los que sí lo hacían,
entonces terminó siendo una cosa económica. Además, en el gobierno
anterior las partidas para subsidios de la Ley de bosques se
desviaron hacia otros lados, especialmente hacia la televisación del
fútbol.
En el
gobierno actual no sé hacia dónde se desviaron pero tampoco
tuvieron un uso importante. Si no hay sanciones, y si talar es
negocio porque sirve para plantar soja y si se inunda o se destruye
el suelo que se arregle otro, se sigue desmontando. Yo creo que la
Ley de bosques funcionó solo para la foto, fue una ley
principalmente publicitaria.
- Además
la deforestación aporta el 18% de las emisiones totales del cambio
climático en Argentina y un análisis de la Ley ambiental para la
Argentina del Banco Mundial, de octubre del año pasado, sitúa la
degradación ambiental en el 8.5 del PBI argentino equivalente a
40.000 millones de dólares. En todo el tema de la deforestación
para plantar soja los beneficios son privados pero las pérdidas son
públicas.
- Eso
pasa con todos los temas ambientales. Siempre hay alguien que hace
negocio perjudicando a los demás.
- El
pasado 31 de marzo, en el Día nacional del agua, a raíz de la
Resolución Nº 1630 de 1970, en Clarín salió un suplemento llamado
“Plan de agua saneamiento nacional”. Más adelante en el
suplemento señala que el Día mundial del agua se celebra el 22 de
marzo, respondiendo a una recomendación de la conferencia de
Naciones Unidas sobre Medio ambiente y desarrollo de 1992 en Río de
Janeiro. ¿Fuimos unos adelantados los argentinos entonces?
- Siempre
es fácil hacer una declaración, el tema es qué gestión se hace
después sobre eso. Y la gestión en Argentina sobre el agua es
extremadamente débil. No sabemos, porque no hay ningún control
sobre qué residuos peligrosos hay en el agua de red, por ejemplo. En
gran parte del interior del país se saca el agua de red de napas que
están debajo de campos fumigados o de ríos que reciben el agua de
fumigación que viene arrastrada por las lluvias hasta los ríos. Yo
preferiría menos festejos y más análisis del agua de red y qué se
hace para eliminar esos tóxicos.
- En
este espacio publicitario al que hago referencia, el pasado 3 de
abril, se menciona un Plan nacional del agua que establece como meta
alcanzar el 100% de cobertura de agua potable y 75 % de cloacas. Dice
que van a instalar 55.000 kilómetros de tuberías para distribuir
agua potable, 30.000 para cloacas, que ese volumen de obra generará
más de 300.000 puestos de trabajo entre los años 2016 y 2020 y se
estima que las inversiones totales para el logro de la cobertura
universal y cloacas para ¾ partes de la población alcanzarán una
inversión de 21.600 millones de dólares. Este plan ¿existe?
- Esperemos
que sí, porque hace falta. Argentina está muy retrasada en cuanto a
vecinos más pobres como Uruguay y Chile que tienen niveles de
cobertura de la población mayores que los nuestros. Siempre hay
planes, esperemos que pongan el dinero y hagan las obras y además
controlen que el agua de red sea efectivamente potable.
- Otra
cosa que me llamó la atención de esta producción especial referida
al Día del agua, dice que avanzan las obras en la cuenca
Matanza-Riachuelo, parece que hicieron un recorrido un grupo de
periodistas especializados, ejecutivos de Aysa y las empresas
contratistas, dicen haber recorrido el predio de Dock Sud donde
pudieron comprobar los avances de la obra Riachuelo, proyecto que
permitirá incorporar al servicio de redes cloacales a un millón y
medio de personas y generar una mejora ambiental de la cuenca con
beneficios en la salud y la calidad de vida de 4.300.000 habitantes,
es decir, que según esta información ha tomado impulso la obra en
la cuenca Matanza- Riachuelo.
- Están
haciendo obras, la pregunta es si son las mejores posibles y qué
riesgo tienen. La obra grande que es el caballito de batalla de Aysa,
es un caño que va por debajo del Río de la Plata y trata de mandar
lejos toda la contaminación del Riachuelo. Dicen que con tratamiento
pero en realidad es un pre tratamiento, una licuadora que disuelve la
materia fecal y la traslada adonde no se vea, más lejos. Allí hay
dos problemas, por un lado el riesgo de que al mandarla más lejos
vaya hacia las tomas del agua, con lo que empeoraríamos la
situación; el otro riesgo es que al mandar ese caño de agua del
Riachuelo río adentro, cambie la forma de sedimentación del suelo y
se empiecen a formar pantanos costeros y si hay pantanos la
contaminación va a tardar mucho más en dispersarse.
Estos
temas han sido estudiados de manera débil, con lo cual yo no estoy
muy conforme con estas obras, la gente tiene la ilusión de que una
obra mejora las cosas y no necesariamente es así. Esta es una obra
de altísimo riesgo.
Fuentes:
Mario Hernandez, “En los temas ambientales siempre hay alguien que hace negocio perjudicando a los demás”, 26/04/17, Marcha.
La obra de arte que ilustra esta entrada es "Inundación en el barrio de Juanito" de Antonio Berni.
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