lunes, 3 de abril de 2017

Cuando la profesión queda a un lado y prima la llegada de una nueva vida

En medio de una recorrida por las zonas duramente castigadas en Comodoro Rivadavia, surge un improvisado rescate de una joven que iba a ser madre por primera vez.

por Franco Córdoba

El peor temporal de los últimos 60 años en Comodoro Rivadavia golpeó a sus pobladores, que en muchos casos perdieron todas sus pertenencias, pero también lleva a sorpresas como el improvisado rescate de una joven que iba a ser madre por primera vez, en medio de una recorrida por zonas duramente castigadas por el barro en esta ciudad del sur de Chubut.

Chicos tengo a una mujer a punto de dar a luz, no sabemos dónde queda su casa y no puede salir tampoco por el barro. ¿Me pueden ayudar?”, preguntó el médico Gustavo Guerreiro en una de las aulas de la escuela 732 del barrio Laprida al cronista y la fotógrafa de Télam, que recorrían el sector y uno de los centros de evacuados.

La Hummer del Ejército que trasladaba al equipo periodístico, a través de sus dos soldados (Fabio y Marco) encargados del vehículo aceptó la “misión” y se dirigió a la zona de Bella Vista.

Guerreiro dispuso además que una enfermera y una vecina acudieran al lugar y, ya llegados a las humildes viviendas, los vecinos indicaron donde estaba Micaela Díaz, que había comenzado con fuertes contracciones.

La enfermera revisó a la joven, llamó al médico para hacerle una consulta y finalmente confirmaron entre ambos que la joven estaba por comenzar con el “trabajo de parto”. Seis centímetros de dilatación y contracciones cada diez minutos eran motivos suficientes para que llevarla al Hospital Alvear.

Díaz salió de su casa con el rostro tenso, casi inmóvil y con la ayuda de la enfermera y su cuñada fue ubicada en el asiento delantero del auto, tras descartar que viaje recostada sobre un colchón en la caja del vehículo militar.

El peor temporal de los últimos 60 años en Comodoro Rivadavia golpeó a sus pobladores, que en muchos casos perdieron todas sus pertenencias, pero también lleva a sorpresas como el improvisado rescate de una joven que iba a ser madre por primera vez, en medio de una recorrida por zonas duramente castigadas por el barro en esta ciudad del sur de Chubut.

Chicos tengo a una mujer a punto de dar a luz, no sabemos dónde queda su casa y no puede salir tampoco por el barro. ¿Me pueden ayudar?”, preguntó el médico Gustavo Guerreiro en una de las aulas de la escuela 732 del barrio Laprida al cronista y la fotógrafa de Télam, que recorrían el sector y uno de los centros de evacuados.

La Hummer del Ejército que trasladaba al equipo periodístico, a través de sus dos soldados (Fabio y Marco) encargados del vehículo aceptó la “misión” y se dirigió a la zona de Bella Vista.

Guerreiro dispuso además que una enfermera y una vecina acudieran al lugar y, ya llegados a las humildes viviendas, los vecinos indicaron donde estaba Micaela Díaz, que había comenzado con fuertes contracciones.

La enfermera revisó a la joven, llamó al médico para hacerle una consulta y finalmente confirmaron entre ambos que la joven estaba por comenzar con el “trabajo de parto”. Seis centímetros de dilatación y contracciones cada diez minutos eran motivos suficientes para que llevarla al Hospital Alvear.

Díaz salió de su casa con el rostro tenso, casi inmóvil y con la ayuda de la enfermera y su cuñada fue ubicada en el asiento delantero del auto, tras descartar que viaje recostada sobre un colchón en la caja del vehículo militar.

En la salida hacia la ruta la pareja de la joven, que llegó apurado y con susto, se subió en la parte trasera de la Hummer para acompañarla.

Sin embargo, para mayor seguridad de la paciente debido al estado de las calles decidieron que una camioneta Toyota de doble tracción culminara el traslado al Alvear, donde ya la esperaba una ambulancia a fin de llevarla con el esposo al Hospital Regional y para que nazca Damián, el primer hijo de ambos.

Una situación de felicidad e imprevisto fue la que vivió el equipo periodístico de Télam, postergando la cobertura del desastre por el temporal y en medio de la desazón de cientos de familias que perdieron sus pertenencias y dejaron sus hogares para ser asistidos en los centros de evacuados en la cuna del petróleo.

Fuente:
Franco Córdoba, Cuando la profesión queda a un lado y prima la llegada de una nueva vida, 02/03/17, Télam. Consultado 03/03/17.

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