En medio de una
recorrida por las zonas duramente castigadas en Comodoro Rivadavia,
surge un improvisado rescate de una joven que iba a ser madre por
primera vez.
por Franco
Córdoba
El peor temporal
de los últimos 60 años en Comodoro Rivadavia golpeó a sus
pobladores, que en muchos casos perdieron todas sus pertenencias,
pero también lleva a sorpresas como el improvisado rescate de una
joven que iba a ser madre por primera vez, en medio de una recorrida
por zonas duramente castigadas por el barro en esta ciudad del sur de
Chubut.
“Chicos tengo a
una mujer a punto de dar a luz, no sabemos dónde queda su casa y no
puede salir tampoco por el barro. ¿Me pueden ayudar?”, preguntó
el médico Gustavo Guerreiro en una de las aulas de la escuela 732
del barrio Laprida al cronista y la fotógrafa de Télam, que
recorrían el sector y uno de los centros de evacuados.
La Hummer del
Ejército que trasladaba al equipo periodístico, a través de sus
dos soldados (Fabio y Marco) encargados del vehículo aceptó la
“misión” y se dirigió a la zona de Bella Vista.
Guerreiro dispuso
además que una enfermera y una vecina acudieran al lugar y, ya
llegados a las humildes viviendas, los vecinos indicaron donde estaba
Micaela Díaz, que había comenzado con fuertes contracciones.
La enfermera
revisó a la joven, llamó al médico para hacerle una consulta y
finalmente confirmaron entre ambos que la joven estaba por comenzar
con el “trabajo de parto”. Seis centímetros de dilatación y
contracciones cada diez minutos eran motivos suficientes para que
llevarla al Hospital Alvear.
Díaz salió de
su casa con el rostro tenso, casi inmóvil y con la ayuda de la
enfermera y su cuñada fue ubicada en el asiento delantero del auto,
tras descartar que viaje recostada sobre un colchón en la caja del
vehículo militar.
El peor temporal
de los últimos 60 años en Comodoro Rivadavia golpeó a sus
pobladores, que en muchos casos perdieron todas sus pertenencias,
pero también lleva a sorpresas como el improvisado rescate de una
joven que iba a ser madre por primera vez, en medio de una recorrida
por zonas duramente castigadas por el barro en esta ciudad del sur de
Chubut.
“Chicos tengo a
una mujer a punto de dar a luz, no sabemos dónde queda su casa y no
puede salir tampoco por el barro. ¿Me pueden ayudar?”, preguntó
el médico Gustavo Guerreiro en una de las aulas de la escuela 732
del barrio Laprida al cronista y la fotógrafa de Télam, que
recorrían el sector y uno de los centros de evacuados.
La Hummer del
Ejército que trasladaba al equipo periodístico, a través de sus
dos soldados (Fabio y Marco) encargados del vehículo aceptó la
“misión” y se dirigió a la zona de Bella Vista.
Guerreiro dispuso
además que una enfermera y una vecina acudieran al lugar y, ya
llegados a las humildes viviendas, los vecinos indicaron donde estaba
Micaela Díaz, que había comenzado con fuertes contracciones.
La enfermera
revisó a la joven, llamó al médico para hacerle una consulta y
finalmente confirmaron entre ambos que la joven estaba por comenzar
con el “trabajo de parto”. Seis centímetros de dilatación y
contracciones cada diez minutos eran motivos suficientes para que
llevarla al Hospital Alvear.
Díaz salió de
su casa con el rostro tenso, casi inmóvil y con la ayuda de la
enfermera y su cuñada fue ubicada en el asiento delantero del auto,
tras descartar que viaje recostada sobre un colchón en la caja del
vehículo militar.
En la salida
hacia la ruta la pareja de la joven, que llegó apurado y con susto,
se subió en la parte trasera de la Hummer para acompañarla.
Sin embargo, para
mayor seguridad de la paciente debido al estado de las calles
decidieron que una camioneta Toyota de doble tracción culminara el
traslado al Alvear, donde ya la esperaba una ambulancia a fin de
llevarla con el esposo al Hospital Regional y para que nazca Damián,
el primer hijo de ambos.
Una situación de
felicidad e imprevisto fue la que vivió el equipo periodístico de
Télam, postergando la cobertura del desastre por el temporal y en
medio de la desazón de cientos de familias que perdieron sus
pertenencias y dejaron sus hogares para ser asistidos en los centros
de evacuados en la cuna del petróleo.
Fuente:
Franco Córdoba, Cuando la profesión queda a un lado y prima la llegada de una nueva vida, 02/03/17, Télam. Consultado 03/03/17.
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