jueves, 2 de marzo de 2017

Servicios ambientales: “Sin monte, no hay ferné”

La frase logra condensar con picardía un concepto científico alejado del público lego y urbano. Masiva y diversa marcha en defensa del bosque nativo.

por Lucas Viano

La marcha de ayer a favor de la conservación del escaso bosque nativo remanente en Córdoba revela cómo el discurso científico, por más árido y elevado que sea, puede llegar a la sociedad.

El término “servicios ambientales” surge en la década de 1970 entre los expertos en ecología. Resumido, se trata de productos y procesos de los ecosistemas naturales que benefician a los seres humanos.

La idea estuvo presente desde que los homo sapiens caminaron por la Tierra. Cualquier pueblo nativo sabe que debe conservar su entorno natural para sobrevivir. Sin embargo, lo que comenzaron a hacer los científicos hace 50 años fue analizar, medir esos servicios ambientales.

De ser un aprendizaje propio de los pueblos indígenas y campesinos, la idea pasó a formar parte de los estudios científicos sobre la naturaleza. El concepto se volvió más opaco.

La polinización es un servicio ambiental difícil de ver, porque ocurre a “nivel lupa”, pero es vital para la producción mundial de alimentos. Más del 70 por ciento de los cultivos depende de insectos polinizadores. La sabiduría popular coincide: los campos ubicados cerca del monte nativo (o con colmenas de abeja) tienen mejores rendimientos. Pero sólo científicos ecólogos y campesinos son capaces de reconocer este servicio ambiental.

Otra característica de los servicios ambientales que también los vuelves abstractos es que muchos de ellos funcionan a futuro. Un ejemplo: los bosques nativos son la mejor forma de retener dióxido de carbono, gas responsable del cambio climático.

Algunos estudios indican que ya empezó el calentamiento global, que será uno de los problemas más graves para las generaciones futuras.

Pero otros servicios ambientales son bien actuales. El ejemplo más elocuente son las inundaciones en las Sierras Chicas de 2015. La falta de cobertura boscosa, que funciona como una esponja, maximizó los efectos de una lluvia torrencial. Los vecinos de Sierras Chicas tuvieron una experiencia vivencial de la importancia que tienen los servicios ambientales. El saber popular y cordobés supo condensar su importancia en una frase: “Sin monte, no hay ferné”. El lema de esta marcha es verdadero: de nuestros bosques nativos se extraen varios yuyos necesarios para elaborar el néctar alcohólico más adorado en la provincia y en el país.

Sin embargo, la frase también puede ser cierta a la inversa: “Con más ferné, no hay monte”. El problema es que estos yuyos se extraen del monte sin ningún recaudo y ya comienzan a escasear.

La peperina, el tradicional aditivo para el mate, está en peligro de desaparición debido a la extracción masiva por parte de yerbateros y fabricantes de amargos serranos.

Más allá de esta “licencia poética”, la frase logra condensar con picardía un concepto científico alejado del público lego y urbano.

Pero lo más importante es que la sociedad ha tomado conciencia de su importancia gracias no sólo a frases pegadizas, sino también a experiencias vividas en primera persona, al compromiso de figuras populares y a la docencia de los científicos. De allí, la masiva convocatoria de ayer.

Fuente:
Lucas Viano, Servicios ambientales: “Sin monte, no hay ferné”, 02/03/17, La Voz del Interior.

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