Desde su campo
cercano a Alta Gracia, en el que produce alimentos y granos de modo
orgánico, Lourdes Solla se convirtió en una referente de esa movida
en Córdoba. Ella misma cultiva, a baja escala, desde trigo hasta
tabaco sin usar químicos.
A menos de
cinco kilómetros de Alta Gracia, en un campo a la vera de la ruta
C45, Lourdes Solla reconstruye el campo de su familia para orientarlo
hacia la agroecología. Luli -como la llaman sus amigos- es la
mentora de la Feria Agroecológica que se realiza en esta ciudad y ya
lleva cinco ediciones, aglutinando a decenas de productores de todo
el país. Con 35 años de edad, es una de las referentes en Córdoba
de esa movida.
“No quiero que
los campos se llenen de transgénicos. Quiero que las familias vean
que se puede trabajar la tierra de otro modo”, argumenta.
Lourdes podría
definirse
como una emprendedora sustentable. A los 19 años empezó
su búsqueda, cuando junto con el padre de su hija Mora se mudó
a
Villa Los Aromos, también cerca de Alta Gracia. Allí se acercó
a
la cerámica y luego a las plantas medicinales. Luego se separó,
se
mudó a Buenos Aires y se convirtió en instructora de yoga. “Todo
tiene que ver con todo”, define. En la Capital profundizó sus
conocimientos básicos sobre plantas medicinales y ese fue el germen
de las cremas que hoy crea y comercializa con su propia firma.
Luego, de vuelta
por los parajes cordobeses que rodean a Alta Gracia, conoció La
Rancherita, una pequeña localidad con perfil ecológico. Allí se
dedicó a la permacultura y construyó su propia casa de barro, que
le demandó cinco años. El techo, por ejemplo, se montó con
ladrillos de paja prensada de 30 por 30 centímetros.
De feria
Hoy, su foco está
puesto en la agroecología. Ella lo relaciona con esa historia de
vida: “El yoga tiene como destino espiritual la reconstrucción
social. Uno aporta a eso desde donde se siente más cómodo. Yo me
siento cómoda en este lugar”, expone.
Cinco ediciones
de la Feria Agroecológica en Alta Gracia fueron promovidas por Luli,
con el apoyo del municipio de esa ciudad. “Empecé a ver que tenía
un montón de gente para invitar. Y así salió la primera gran
feria”, recuerda entre sonrisas. Participaron más de cien
productores de varias provincias, con promoción de comidas sanas,
productos orgánicos e intercambio de semillas. “Había mucho más
que alimentos: hasta sistemas de calefacción, piletas naturales,
publicaciones, de todo”, detalla.
Alternativas
“La
agroecología tiene un carácter interdisciplinario, multidimensional
y estratégico por su conexión con otros campos del conocimiento.
Constituye una disciplina clave para abordar el estudio y el análisis
de sistemas complejos de producción con miras a una agricultura
sustentable”, explica sobre estas prácticas el Instituto Nacional
de Tecnología Agropecuaria (Inta). Se trata, entre otros puntos, de
un modo de producir alimentos sin usar agroquímicos.
“Intento
mostrar una alternativa de vida”, destaca Lourdes, quien durante un
año se ocupó de la siembra y la cosecha de trigo, y también
experimentó con el tabaco. Pero no fue fácil. Comienza cada jornada
a las cinco de la mañana para realizar todas sus tareas. “Y muchas
veces, a las cuatro”, avisa.
Vive en un campo
familiar que fue productivo, pero que en la década de los ’90
decayó. Ahora, asume la reconstrucción. Sin energía eléctrica
disponible, espera la instalación de un panel solar, que le
permitirá colocar cuatro luminarias, la carga de un celular y de la
computadora.
La tarea desde la
agroecología es compleja: dos plagas azotaron sus plantaciones y
combatirlas sin agroquímicos fue duro.
“Primero nos
agarró un pulgón en el trigo, y usé para combatirlo un purín de
ortiga; se puede usar ajo o tabaco. La ortiga le daba la sanación
completa a la planta y el pulgón no iba a venir más. Se tuvieron
que hacer tres aplicaciones a mano, con mochilita. Tanto laburo
también tiene que ver con que no tenemos las herramientas, la
tecnología ”, detalla.
En el tabaco, una
plaga de langostas mató cien de las 500 plantas que tenía. La
combatió con tierra de diamotea. “Ahora, en el invierno, voy a
volver a hacer trigo. La siembra se hace con maquinaria. Las semillas
son mías. Las anteriores las trajimos de otra granja agroecológica”,
apunta.
Fuente:
La abanderada de las ferias agroecológicas, 25/03/17, La Voz del Interior.
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