Sólo el 30 % de
las unidades de tratamiento se encuentran activas. Los trabajadores
exigen que la Municipalidad de Córdoba cumpla con las inversiones
que prometió. Por hora, millones de líquidos cloacales
contaminantes son vertidos al Suquía.
por Consuelo
Cabral
A pesar de los
numerosos informes que los trabajadores de Bajo Grande vienen
realizando por los altos índices de contaminación, la situación no
mejora. La falta de insumos y de personal son los puntos más fuertes
que los 120 empleados de la planta cloacal les reclaman a la
Municipalidad de Córdoba.
Actualmente,
según señaló a La Nueva Mañana el delegado de la planta y
licenciado en Química, Gustavo Ibarra, “funcionan el 30 % de las
unidades de tratamiento, lo que provoca que del total de líquidos
recibidos por la planta, sólo el 60 % sea tratado. El resto es
vertido al cauce del Suquía tal como llega”.
Por hora, se
vierten 10 millones de litros con líquidos contaminantes en el
Suquía. Aún aquellos que reciben tratamiento están por fuera del
límite establecido en el protocolo de la Dirección Provincial de
Agua y Saneamiento (Dipas), por lo que los cordobeses estamos
expuestos a un foco de contaminación ambiental permanente, ya que la
planta funciona las 24 horas, todos los días.
“En el 2015
denunciamos la situación y en lugar de recibir una respuesta de
parte del Municipio, fuimos imputados penalmente 53 compañeros que
realizamos una asamblea”, señala Ibarra. Paradójicamente el
delito por el cual el fiscal Carlos Matheu decidió imputar a los
empleados municipales fue por presunta "contaminación ambiental
dolosa".
Para Ibarra esa
imputación fue absurda ya que “es justamente la Municipalidad la
principal responsable de contaminar la Ciudad. Además después de
imputarnos, no se hizo absolutamente nada para mejorar la situación
y los índices de contaminación superan 80 veces los límites
normativos”.
La semana pasada
los delegados se reunieron por tercera vez en los últimos meses, con
el Secretario General Daniel Arzani y con el Secretario de
Planeamiento e Infraestructura Omar Gastaldi a quienes invitaron a
recorrer la planta. Durante el recorrido los funcionarios pudieron
comprobar el estado lamentable y de abandono que reina en Bajo
Grande, sin embargo los trabajadores recibieron las mismas respuestas
que vienen escuchando hace más de diez años: “el dinero ya va a
llegar y la planta funcionará en su totalidad”.
Este lunes, tras
realizar una asamblea, decidieron denunciar públicamente el
alarmante estado de abandono y los altos niveles de contaminación
que tienen los líquidos vertidos en el cauce del Río Suquía, que
desemboca en la laguna Mar Chiquita.
Para Ibarra lo
que sucede es una ‘vergüenza’: “Llevo 30 años trabajando acá
y nunca vi algo así. Ni siquiera nos quieren dar una caja chica para
los gastos que siempre surgen en un espacio como éste y que son
prioritarios para poder gestionar los arreglos por desperfectos
diarios”.
Rumores de otra
planta
En el límite
con el predio de Bajo Grande los empleados denuncian que se está
limpiando otro terreno, donde a futuro se construiría otra planta de
tratamientos cloacales. La obra estaría siendo llevada a cabo por la
Provincia.
Fuente:
Consuelo Cabral, Denuncian alarmante contaminación por abandono en la planta cloacal de Bajo Grande, 21/03/17, La Nueva Mañana.
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