José Herrera
Plaza (Almería, 1955) cursó estudios de Economía en la Universidad
de Valencia. Técnico Superior en Imagen y sonido, trabaja
actualmente, como cámara operador, en Canal Sur TV. Desde 1985 ha
seguido de cerca todo lo relacionado con el accidente nuclear de
Palomares. En 2003 fue coautor y coorganizador del libro y exposición
en el Centro Andaluz de Fotografía "Operación Flecha Rota.
Accidente nuclear en Palomares". Posteriormente dirigió el
largometraje documental homónimo (2007).
por Salvador López
Arnal
Seguimos en el
capítulo VII: "Resultas y reparaciones". Me había quedado
en este punto. Hablas de un estudio que yo desconocía: "Estudio
preliminar de los efectos producidos por la explosión de una Bomba
de 20 megatones en Torrejón de Ardoz". Nada menos que el que
sería general Armada fue coautor de este estudio. ¿Qué nos puede
decir de él? ¿Sigue estando en situación de clasificado?
JH.- Si, de
hecho, el otro autor, Guillermo Velarde, me iba a donar uno, pero fue
imposible al comprobar que aún no había sido liberado. La razón no
es porque afecte a la seguridad nacional, sino porque en este país
siempre ha habido una oposición de las fuerzas progresistas a las
bases, por la merma de soberanía y el alineamiento militar con uno
de los dos bandos. Su injustificable permanencia entre los documentos
secretos por parte de la derecha más rancia, enquistada en nuestros
estamentos políticos y militares, intenta no dotar de sólidos
argumentos a la oposición política.
Tras los pactos
sobre los bases usamericanas, ¿España fue realmente un objetivo de
la URSS en un posible enfrentamiento nuclear entre USA y la Unión
Soviética?
JH.- Sí,
concretamente las bases norteamericanas. Y no son cualquier objetivo,
sino aquellos clasificados como de primer nivel o máxima prioridad.
Es decir, serían los que recibirían las ojivas nucleares de la
primera oleada, al ser aquellos enclaves que se hallan relacionados
directa o indirectamente con el potencial nuclear del oponente. En el
caso de Torrejón, Zaragoza y Morón, por pertenecer al Mando Aéreo
Estratégico (SAC); en el de Rota por ser base de los submarinos
nucleares armados con Polaris, Poseidon y actualmente Trident. Cuando
firmaron los Pactos en 1953, transigieron con todo lo demandado, sin
importarles la proximidad de importantes núcleos urbanos como
Madrid, Zaragoza, Sevilla y Cádiz, y los millones de muertos que
podría ocasionar la precipitación radiactiva tras un ataque
nuclear.
¿Y qué es eso
del pesquero-espía soviético Lostman?
JH.- Pues era un
falso pesquero que se pasaba largas temporadas frente a Rota, en
aguas internacionales. Estaba clasificado como barco auxiliar de
inteligencia (AGI) por el contraespionaje militar norteamericano. Al
parecer, estaba dotado de un sofisticado sistema de radio escucha
para la interceptación y descifrado de las comunicaciones. Al mes
justo del accidente apareció frente a las costas de Palomares, donde
permaneció un par de semanas. Su molesta visita obligó a modificar
el protocolo y la caución en las comunicaciones.
¿Radio España
Independiente tenía sus informantes en la zona? ¿Quiénes pudieron
ser? Tú has entrevistado a uno de ellos que, según dices, prefiere
mantener el anonimato. ¿Tantos años después?
JH.- Sí, me
entrevisté con el "Emigrante", que así firmaba en sus
informes. Ya los había leído anteriormente en el Archivo del PCE e
intuí que era él cuando lo conocí. En la entrevista lo sorprendí
con la copia de una de sus cartas enviadas a Bucarest. Al principio
negó su autoría, pero más tarde la reconoció. Prefirió mantener
el anonimato por residir en una pequeña población donde todo el
mundo se conoce, incluido progenitores, hermanos, familias políticas.
Microcosmos abonado a las habladurías y maledicencia.
¿Por qué pones
tanto énfasis en la estabilidad psíquica de las comunidades?
¿Incluso ahora, 50 años después?
JH.- Porque
mientras el plutonio y americio se encuentren allí, o el término
fuente, como ahora se denomina eufemísticamente, persista en
derredor, también permanece en sus habitantes el sufrimiento en
silencio, como en las hemorroides, algo que no se percibe, ni se
habla y, en la mayoría de las ocasiones, tampoco se reconoce.
En el apartado
7.2. tocas el tema del hambre. ¿Hambre? ¿Por qué? ¿Quiénes lo
pasaron mal? ¿No eran tierras de cultivo?
JH.- Pocos días
después del accidente se paralizan las economías locales: la
agricultura en Palomares y la pesca en Villaricos. Este último no
disponía de tierras de cultivo. Se vivía al día. No existían
sucursales bancarias, ni organismos de asistencia social. Si se
trabajaba se comía, si no, había que comprar fiao. El crédito
disponible de las familias en los colmados era bastante limitada. En
menos de dos semanas apareció el hambre, o la "falta" como
le denominan. Tal situación provocó un conato de motín en personas
pacíficas, lo que se resolvió dando trabajo a los pescadores,
librando pagos de emergencia y repartiendo alimentos en la plaza de
abastos de la barriada.
Entro un momento
en el apartado 7.3. El general Agustín Muñoz Grandes, ¿se enfrentó
a las autoridades norteamericanas? Cuentas que exigió que las
operaciones de reposición se llevaran a cabo sobre el mar, sobre el
agua, no sobre el territorio español.
JH.-
Efectivamente, cuando lo españoles supieron que los repostajes se
venían realizando sobre sus cabezas se indignaron. En la provincia
de Almería y en la comarca de los hechos la población andaba
soliviantada por tal hecho. El general Muñoz Grandes, del que jamás
salió una palabra de reproche, les dijo a los norteamericanos que
repostaran en el mar. Aceptaron de mala gana, pues sostenían que
contravenían los Pactos de Madrid. Parte de la información de los
medios se da como si fuera iniciativa norteamericana (Le Monde, Le
Figaro, etc.) Ese fue el único y exclusivo gesto soberano ejercido
por el Gobierno tras el accidente.
¿Hubo alguna
recogida de firmas para conseguirlo? ¿De quiénes partió la idea si
fue así?
JH.- Pues según
Associated Press y Newsweek 9 días después del accidente, fueron
jóvenes relacionados con "Amigos españoles de la UNESCO",
sin saber que dos días antes Muñoz Grandes había prohibido el
reavituallamiento de combustible, no los vuelos con armamento
nuclear, como se solicitaba. Dos días después el diario L'Humanité
anunciaba que los estudiantes de izquierda habían recogido ya más
de 5.000 firmas.
Lo dejo aquí por
el momento. Continuamos más tarde.
JH.- De acuerdo.
Fuente:
Salvador López Arnal, “Cuando los españoles supieron que los repostajes se venían realizando sobre sus cabezas se indignaron”, 26/01/17, Rebelión. Consultado 28/01/17.
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