Activistas
de Greenpeace llegaron hasta Chiloé donde desplegaron un banner con
el mensaje “El mar no es un vertedero” frente a la salmonera
Marine Harvest, en la zona de Linao, lugar donde hace dos meses
ocurrió una alta mortandad de salmones en el país. Esto, con el
objetivo de denunciar los impactos de la salmonicultura en el
contexto de la crisis que afecta a Chiloé.
“Estamos
aquí para denunciar cómo la expansión de la industria del salmón
ha provocado impactos acumulados por varias décadas en el
medioambiente y las comunidades de Chiloé. Se trata de una industria
sobre la cual no existe regulación real ni efectiva. No vemos
voluntad política para reparar esto y hacerse cargo del problema de
fondo. En menos de una década, la salmonicultura ha generado dos
crisis ambientales y sociales de gigantescas proporciones”explicó,
Estefanía González, Coordinadora de Campaña de Greenpeace Chile.
La
acción de Greenpeace se produce en medio de la crisis socioambiental
que ocurre en la región y también desde las exigencias de la propia
industria del salmón para expandir sus zonas de operación hacia la
región de Bío Bío y la Patagonia buscando nuevos horizontes que
permitan aumentar su capacidad de producción.
“Diversas
organizaciones ambientales han denunciado los permisivos e
insuficientes estándares ambientales de operación de los centros de
cultivo de salmones: Aumento ostensible de los sedimentos en el fondo
marino, alteraciones químicas de las columnas de agua, depredación
del medio marino para conseguir alimentos, incorporación de
sustancias químicas y gigantescas cantidades de antibióticos en los
ecosistemas, han sido parte de las denuncias”, aseguraron en
Greenpeace.
Y se
agrega: “Es impresentable que una industria de estas
características no haya contemplado con anterioridad planes de
contingencia para enfrentar un caso como el que vimos y que el Estado
no lo haya exigido. En un escenario de cambio climático, es urgente
que los estándares ambientales sean los más alto revisando de fondo
la sustentabilidad de actividades altamente intensivas. La razón de
la autorización del vertido, lo dijeron las propias autoridades, es
que no hubo capacidad para procesar ni disponer de la podredumbre que
llegó a ser calificada como “deshecho peligroso” por el estado
en el que se encontraba. ¿A quién se le ocurrió permitir una
industria capaz de producir 37.000 toneladas de pescados podridos sin
que hubiese planes de respuesta y contención adecuados? ¿Quiénes
permitieron semejante amenaza?”.
“Aún
no conocemos toda la información de base y los estudios previos
realizados que permitieron a la autoridad utilizar la Convención de
Londres para autorizar el vertimiento. Acá se permite tener una
industria capaz de detonar esta catástrofe sin mecanismos para
evitarla, contenerla y responder a ella. Lo que la autoridad nos dice
es que, llegado el caso, el mar sirve como basurero y eso es
simplemente inaceptable. Las autoridades de Pesca y Economía deben
responder frente a eso por las responsabilidades que les toca”,
concluyó Estefanía González.
Exige
al gobierno transparentar la información respecto a lo ocurrido,
ingresa AHORA a www.greenpeace.cl/chiloe y súmate a más de 70.000
chilenos que no quieren que el mar se lleve las respuestas.
Entradas relacionadas:
Fuente:Expedición Chiloé: diario de viaje
Chiloé: El mar no es un vertedero. Entrevista en TVN
Chiloé: “El mar no es un vertedero”, Greenpeace en las salmoneras, 25/05/16, Greenpeace Chile. Consultado 27/05/16.
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