Se reflota la prohibición del Dicamba

La medida fue analizada por el Concejo Deliberante anterior, que no se animó a aprobarlo.

Colonia Caroya. En marzo de este año, el concejal ingeniero agrónomo Adolfo Grión, presentó un proyecto de ordenanza para prohibir el uso del agroquímico Dicamba en el ejido de la ciudad.

Lo hizo basado en que la normativa provincial existente (Ley Nº 9164 de Agroquímicos) y la ordenanza municipal 1265/04, “resultan insuficientes a fin de garantizar la correcta preservación de la salud de los vecinos y la inocuidad de los tratamientos fitosanitarios que producen numerosos casos de fitotoxicidad en cultivos frutales sensibles”.

Las plantas sensibles que reciben la deriva del Dicamba presentan síntomas de arrugamiento de hojas o “hoja pata de rana”.

“Va a ser la primera prohibición de estas características en la Provincia de Córdoba. Es una medida es precautoria, los estudios van apareciendo ahora y se conoce mucho más sobre los daños del producto”, agregó hace ocho meses.

En junio, la Comisión de Asuntos  Agrarios del anterior Concejo Deliberante, recibió al Decano de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba, Juan Marcelo Conrero.

Grión advirtió que la prohibición del herbicida sería durante los meses de agosto, septiembre, octubre y noviembre. 

Sin embargo, Conrero sugirió no prohibir la utilización, aunque sí restringir el uso y controlar el buen manejo del herbicida.

El tema quedó en Comisión varios meses hasta que en la última sesión del Concejo anterior se había decidido aprobar la prohibición.

Por ser una sesión caliente en la que hubo fuertes discusiones por el proyecto de ordenanza de regulación de lavaderos de autos, insólitamente el oficialismo decidió dejar sin resolución la del Dicamba.

Los actuales ediles quieren tomar una decisión al respecto y convocarían al Decano de la Facultad de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Católica de Córdoba, para tener otro asesoramiento.

CEPROCOR tomará muestras de la vid caroyense

Según informes oficiales, todos los viñedos de zona urbana y rural muestran signos de ataque de agroquímicos hormonales.

Colonia Caroya. Investigadores del Centro de Excelencia en Productos y Procesos (Ceprocor) estarán hoy en la ciudad tomando muestras de los viñedos tras una nueva denuncia de daños ocasionados por herbicidas hormonales.

La situación no es actual, sino que lleva varios años planteándose a las autoridades provinciales y cada temporada hay señales negativas.

Tras un invierno húmedo y no tan frío, la Municipalidad realizó un nuevo relevamiento en los viñedos de la zona urbana y rural.

Si bien en el sector urbanizado no se concentra la mayoría de las vides, igualmente se tomaron como ejemplo para demostrar que todos presentan daños.

Solamente una parra de uva de mesa, ubicada en la calle Pedro Patat, no tiene los brotes “quemados” y las hojas achicharradas, los síntomas del efecto de productos fitosanitarios hormonales en las plantas.

La incidencia se manifiesta incluso en las nuevas variedades menos susceptibles como Tannat y Ancelota, que se empezó a notar desde la tercera semana de octubre.

En plena zona urbana, los parrales de Isabella (frambua), hay signos de daño a pesar de estar a mil metros de lotes de producción.

Además, en el Centro Educativo Pío León, donde hay plantas de ensayo, hay síntomas observables. 

En conclusión, todo el ejido de la ciudad está contaminado con alguna sustancia que evidencia las consecuencias en las plantas más sensibles. ¿Qué es? ¿Dónde se está aplicando? ¿Lo están respirando los caroyenses?

¿Es el Dicamba?

Desde hace varios años, los enólogos, productores y autoridades basan sus acusaciones en el 2-4D en su formulación Éster, que es la más volátil.

Ese agroquímico está prohibido en una extensa zona que abarca pedanías de los Departamentos Colón, Río Primero y Totoral, tomando como centro la ciudad de Colonia Caroya, para protegerla de los efectos del producto.

Sin embargo, en la última temporada se apuntó al Dicamba.

Este agroquímico es útil para controlar algunas especies anuales y perennes de hoja ancha no controladas por otros herbicidas. También se usa en el control de especies de arbustos leñosos, enredaderas en pastos y sabanas. Muchos cultivos de hoja ancha, como soja, algodón, viñas y árboles frutales son altamente susceptibles a la deriva de gotas y vapores de Dicamba, que tiende a ser más fitotóxico que el 2-4D. De hecho, los durazneros de la zona rural caroyense también presentan daños.

Según datos oficiales basados en las recetas fitosanitarias autorizadas desde la Municipalidad, en estos meses fueron tratadas con Dicamba un total de 37 Has.

La dosis promedio de 135 centímetros cúbicos por hectárea, por lo que se avaló el uso de cinco litros del producto.

Para las autoridades, es un volumen bajo como para generar tanta deriva en toda la jurisdicción y afectar a viñedos desde Puesto Viejo hasta la escuela Pío León y Los Chañares.

Presionados por los productores, la Municipalidad insistirá en obtener datos científicos (hace varios años que se toman muestras) para fijar alguna política en relación al control de los agrotóxicos.

Fuentes:

Se reflota la prohibición del Dicamba, 12/11/15, El Despertador. Consultado 14/11/15.

CEPROCOR tomará muestras de la vid caroyense, 12/11/15, El Despertador. Consultado 14/11/15.