martes, 3 de noviembre de 2015

El misterio del puente que nunca honró su condición de tal

Fantasma sobreviviente. El antiguo paso de hormigón sobre el río Suquía se encuentra entre barrios Villa Rivera Indarte y Villa Warcalde. Foto: Sergio Cejas/ LaVoz

Nadie sabe por qué no fue habilitado. Al noroeste de la Capital, cerca de Saldán, está entre Villa Rivera Indarte y Villa Warcalde. Tiene más de 50 años y permanece intacto.

por German Pandolfi

Hay un puente en el río Suquía que, por desgracia, nunca llegó a honrar su condición de tal. Está ubicado al 10120 de avenida Ricardo Rojas, extremo noroeste de la ciudad de Córdoba, cerca del límite con Saldán. Se encuentra entre barrios Villa Rivera Indarte y Villa Warcalde. Pese a su larga existencia, el “puente negro” nunca fue inaugurado. Espera en vano que vehículos y peatones le den la utilidad que hace a su esencia.

Según vecinos, el puente en cuestión tendría más de 50 años y parece un fantasma en medio de la inmensidad natural que lo rodea. Está intacto y se construyó prácticamente en su totalidad. Sólo le faltan los accesos a ambos lados de sus extremos.

Alrededor de la mole de hormigón hay barrancas de color rojizo, costas repletas de basura y una frondosa arboleda. Más, por supuesto, el río que le dio sentido a su construcción.

A metros del puente, del lado de Villa Rivera Indarte, existen asentamientos en los que vive gente humilde. A través de estas casitas informales se puede llegar a la estructura de hierro y cemento. Antes, hay que ingresar a pie por el costado del arco de entrada del excentro de Almaceneros, recorrer más de 100 metros por un camino contiguo a las vías del ferrocarril paralelas a Ricardo Rojas y, luego, meterse barranca abajo por un sendero público sinuoso en el que se improvisó una escalera de tierra y piedras.

“Es por ahí, don; siga el caminito”, indica al periodista de La Voz del Interior un menor que vive en una precaria vivienda.

Alambrado mediante, también hay viviendas nuevas construidas en predios donde funcionó el excentro de Almaceneros (sería un barrio cerrado).

Del otro lado del puente, ­hacia barrio Villa Warcalde, se observan terrenos alambrados, inmuebles y gran cantidad de árboles. Pueden verse carteles que aclaran al intruso que se trata de “propiedad privada”.

La gente que vive en las inme­diaciones suele ir a pescar cerca del puente. Vacas pastan en las costas y beben en el río.

Recuerdos vagos

El abogado y escritor Eduardo Alberto Planas recuerda que, de niño, jugaba en las costas próximas al puente. “En los años ’60 nos bañábamos con mis amigos en el río”, comentó.

“Le decían ‘puente negro’ porque sus columnas de base eran de ese color; una vez hubo una crecida grande y se inundó la zona, incluido el Centro de Almaceneros; las barandas del puente se rompieron a causa de los troncos que pegaron contra ellas”; rememoró Planas.

“Nadie sabe por qué se construyó ni para qué; se decía que serviría para unir a Villa Warcalde con Villa Rivera Indarte”, sostuvo después.

Ciclistas que hacen su rutina de pedaleo habitual llegaron varias veces hasta el puente fantasmagórico y no pueden creer que semejante estructura no se haya habilitado.

Mariano Cognigni, uno de los ciclistas, se pregunta “por qué nunca habrá sido inaugurado el puente, siendo que está como nuevo”.

Las dudas abundan entre los vecinos del sector. Quisieran saber quién lo construyó, cuándo y por qué no se terminó.

La Voz del Interior consultó a varios técnicos de Vialidad provincial y no conocían el puente ni tenían datos acerca de él. Tampoco urbanistas e historiadores pudieron arrojar luz sobre la vieja estructura.

Versiones dadas por vecinos, sin confirmación oficial, indican que décadas atrás hubo gente que no quiso que se habilitara, supuestamente para impedir que personas de sectores vulnerables cruzaran desde Villa Rivera Indarte hasta Warcalde.

¿Usurpaciones?

Hay vecinos que lanzan dudas sobre los terrenos próximos al puente, del lado de Villa Warcalde. Advierten que serían espacios públicos apropiados ilegalmente por algunas personas. “Hace años que estos lugares están alambrados e impiden llegar hasta el puente; hemos visto tranqueras sin carteles identificatorios en lo que serían espacios públicos”, plantearon.

“Incluso, hay una propiedad en venta en la zona que está toda alambrada”, completaron.

El Letizia, un paso inconcluso entre Juniors y San Vicente

Otro puente de la ciudad de Córdoba que atraviesa el río Suquía y debía estar listo para fines de 2011 permanece sin habilitarse.

Se trata del puente Letizia, ubicado a la altura del Club General Paz Juniors (hacia el barrio homónimo) y de la villa La Maternidad (del lado de barrio San Vicente).

La obra fue promovida por el Gobierno provincial y los trabajos se adjudicaron a la empresa Paschini Construcciones.

La estructura de hormigón está casi completa; sólo faltan construir los accesos del puente a ambas manos de avenida Costanera Intendente Mestre.

Hace más de 33 meses que las obras se paralizaron y nada indica que sean retomadas.

Fuentes:
German Pandolfi, El misterio del puente que nunca honró su condición de tal, 03/11/15, La Voz del Interior. consultado 03/11/15.
El Letizia, un paso inconcluso entre Juniors y San Vicente, 03/11/15, La Voz del Interior. consultado 03/11/15.

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