martes, 28 de julio de 2015

Galeses y Tehuelches, gesta intercultural

La colonización europea del continente americano es señalada con razón como uno de los mayores genocidios de la historia. La constitución de Argentina como país no resulta ajena de este fenómeno mayor. Sin embargo, en la Patagonia hace 150 años comenzaba una experiencia histórica de convivencia relativamente armónica entre la colonia galesa y el pueblo tehuelche.

por Eduardo Soler

Hoy se celebró en Chubut el 150° Aniversario de la llegada de los colonos galeses a Puerto Madryn, acontecida el 28 de julio de 1865. En esa ciudad, desde hace unos años existe un ritual: la recreación del desembarco. Allí miembros de la colectividad galesa son recibidos por integrantes de la comunidad mapuche- tehuelche.

El simbolismo está dado porque la colonia galesa en la Patagonia fue una de las pocas experiencias de convivencia que puede denominarse "pacífica" entre grupos europeos e indígenas (del actual continente americano). Por ejemplo, se produce el intercambio entre pan y carne, ya que fueron productos que en aquel momento complementaba la economía cazadora-recolectora de los tehuelches y la agrícola de los galeses.

En cuanto a los galeses, esta actitud ante los indígenas puede explicarse primero por las condiciones precarias de la colonia, que sufrieron la adaptación en los primeros años. Pero también, complementariamente, porque el espíritu de la "gesta galesa" había sido emprendido escapando del dominio inglés en las islas de la Gran Bretaña.

Por su parte, según destacó en su momento Rosa Chiquichano, nieta de un líder tehuelche de la época: “Es parte de la filosofía de vida de los tehuelches el deseo de vivir en armonía con otras culturas y con la naturaleza, el medio ambiente”. Más allá de este punto, los tehuelches podrían utilizar las relaciones con los "galensos" para fortalecer su posición de resistencia contra el avance del Estado argentino.

Más allá del análisis más profundo de esta experiencia histórica conflictiva, la colonia no produjo la colonización, por lo cual la relación de convivencia pudo establecerse. También, porque las actividades económicas se complementaban no sólo en sus productos, sino sobre todo en la ocupación territorial diferencial entre un pueblo nómade y otro sedentario.

En este punto, para la colonia galesa, la presencia de los tehuelches septentrionales (o pampas) fue fundamental para sobrevivir, sobre todo en la temporada invernal, por eso los llamaban sus "hermanos del desierto". En agradecimiento, intentaron abogar por ellos cuando la denominada "conquista del desierto" del Estado argentino llegó a la Patagonia a fines del siglo XIX.

Sin embargo, las gestiones no llegaron a buen puerto y pronto la colonia galesa aceptó ser paulatinamente incorporada bajo la jurisdicción de Argentina, que así extendía la "frontera con el indio" hacia el sur. Con la finalidad de expandir los campos para los terratenientes criollos, el Estado triunfante exterminó buena parte la población indígena. 

En este punto, debe incluirse genéricamente tanto a "tehuelches" como "mapuches". Estos últimos fueron perseguidos por los gobiernos de Chile (en ese momento, con la "Pacificación de la Araucanía") y Argentina de ambos lados de la Cordillera de los Andes. A partir de allí existe una experiencia compartida por la cual hoy existe la comunidad mapuche- tehuelche en Chubut.

Del mismo modo, destacamos aquí que la "Conquista del Desierto" acabó con esta experiencia inter-cultural entre galeses y tehuelches, que podría haber generado una historia diferente. Por ello es importante también reflexionar sobre las características de esa convivencia entre 1865 hasta 1883, cuando la expedición militar llegó hasta el Valle inferior del Río Chubut, donde se había instalado la colonia.

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