lunes, 8 de junio de 2015

Cuatro meses después, aún hay familias que siguen evacuadas

La inundación del 15 de febrero barrió con 250 viviendas en varias localidades. Algunas personas continúan viviendo en un hotel.

Río Ceballos. A casi cuatro meses del aluvión que generó destrucción en varias localidades de Sierras Chicas y afectó a unas dos mil familias y sus viviendas, muchos problemas en la región continúan irresueltos a pesar de las obras de reparaciones ya ejecutadas.

Desde la Provincia, a través del sitio Córdoba de Pie, se da cuenta de numerosas obras de remediación en cauces de arroyos, caminos e infraestructura urbana y de la diversa asistencia a las familias y comercios afectados con la entrega de kits de electrodomésticos, subsidios y créditos blandos.

También se sucedieron varias subastas para adjudicar la construcción de nuevas casas a quienes las perdieron, aunque hasta ahora no abarcan a todos los que vieron cómo sus hogares se los llevaba el agua.

Sigue habiendo familias que permanecen en situación pre­caria y con incertidumbre respecto a su futuro.

Yamila Márquez (31), junto a su pareja Mario (33) y sus cinco hijos, aún viven como evacuados en dos pequeñas piezas del viejo hotel 18 de marzo, en el centro de Río Ceballos. Llevan casi cuatro meses allí.

La creciente del 15 de febrero les destruyó gran parte de la precaria vivienda que habitaban en calle Chingolo, de barrio San José.

Perdieron todo el mobiliario, herramientas de trabajo, los cimientos cedieron, las paredes quedaron con humedad, y los arquitectos que relevaron la propiedad les dijeron que la vivienda debe remodelarse. Pero aún no recibieron ninguna ayuda para imaginar un cambio.

“Nos ofrecieron que alqui­lá­ramos una casa que pagarían 
la Provincia y el municipio, ­pero nunca pudimos concretar un contrato porque no conseguimos propietarios que confíen en las garantías nuestras ni en los pagos del Estado, por eso estamos todavía en el hotel”, cuenta Yamila.

No es la única. Otras seis familias de Río Ceballos, por similares motivos, aún permanecen evacuadas en el hotel.

Además, nadie les garantiza que si vuelven a su casa y realizan algunas reformas, el agua no vuelva a destruirles todo. De hecho, la Provincia definió que los lotes (que deben conseguir los municipios) para construir las nuevas casas se ubiquen fuera del área de riesgo.

Incertidumbre
“Ahora nos intiman a que abandonemos las piezas del hotel porque un nuevo dueño lo rentó, pero no queremos volver a esa casa; tenemos miedo y está inhabitable. El municipio responde que ahora todo está en manos de la Provincia, pero nadie nos da una respuesta concreta”, concluye Yamila, quien tampoco tiene certeza de si en las próximas adjudicaciones de casas habrá una para ella.

En barrio El Perchel, de Mendiolaza, Juan Antonio “Cacho” Pinto zarandea arena para revocar una de las paredes de la casa que el aluvión de febrero le arrasó casi en su totalidad.

Al igual que todas las familias afectadas fue relevado como damnificado, recibió un kit de electrodomésticos y tres mil pesos del Ministerio de Desarrollo Social como incentivo para la reconstrucción de su vivienda, que no requirió ser relocalizada.

“Me hicieron llenar planillas, vinieron a ver cómo quedó la casa, recibí algo de ayuda y después nada más. Las autoridades locales y provinciales nos abandonaron”, resume su situación este albañil de 75 años, que debió dejar de trabajar en otras obras y dedicarse a tratar de reconstruir su vivienda.

Sus sobrinas le ayudaron a apuntalar las paredes y techos que estaban por derrumbarse, algunos vecinos le aportaron bolsas de cal y cemento y otros pocos materiales. Una empresa le donó los ladrillos.

Así fue encontrando la manera de empezar la reconstrucción, pero aún le resta bastante. “Los primeros días estábamos todos aturdidos, no sabíamos qué hacer. Entonces vinieron los políticos, pero después no aparecieron más. Por muchos días me sentí impotente, estaba enojado, nervioso, porque no podía entender que nos usaran para decir que estaban preocupados por nosotros, pero en realidad no les importábamos”, sentencia con bronca Pinto.

Los vecinos de cada ciudad afectada se están organizando en asambleas en las que reclaman depuraciones de los padrones de familias beneficiadas con ayudas, aceleración de los plazos de construcción de las casas asignadas, mayor participación y control en las obras de remediación de la infraestructura urbana y de los arroyos.

También piden la discusión de los proyectos de uso del suelo para proteger las cuencas hídricas regionales.

Qué hizo hasta ahora la Provincia

Una síntesis de las acciones ­encaradas por la Provincia en Sierras Chicas en el marco del programa Córdoba de Pie: Casas nuevas.

Una síntesis de las acciones ­encaradas por la Provincia en Sierras Chicas en el marco del programa Córdoba de Pie:
 Casas nuevas. Contratación para la construcción de 156 viviendas nuevas, en lotes alejados del área de riesgo donde estaban las destruidas. Se adjudicaron 50 en Río Ceballos, 80 en Villa Allende, 18 en Unquillo, y ocho en Mendiolaza. Se estima que estarían terminadas hacia fin de año. Se había relevado que las casas construir eran unas 250.


Kits. Se entregaron más de 9.600 bienes (cocinas, heladeras, lavarropas, y muebles de comedor y dormitorio) a más de dos mil familias, por más de 17 millones de pesos.


Aportes. Se entregó la primera cuota, de dos, de ayuda económica a 55 familias, para reparar daños en viviendas, por un monto de 933 mil pesos. Son 39 en Río Ceballos, siete en Villa Allende, seis en Unquillo, dos en Mendiolaza y una en Salsipuedes. De acuerdo al diagnóstico de la Provincia, son 800 las que se encuentran en condición de recibir esta ayuda.

A su vez, el Ministerio de ­Desarrollo Social de la Provincia entregó también subsidios de hasta 30 mil pesos a comercios damnificados.


Impuestos. La Provincia eximió del pago de los impuestos ­Inmobiliario Urbano, Propiedad del Automotor e Ingresos Brutos a vecinos de la región. En tanto, el Registro General de 
la Propiedad no cobrará por gestionar la copia de títulos de inmuebles afectados por el temporal.


Obras. Se implementó el programa LEP (limpieza, ensanche y profundización) de los arroyos Ceballos y Saldán, para reor­denar sus cauces tras los destrozos.

También se avanzó en reconstrucción de caminos, vados y puentes, en un plan aún en marcha. Los servicios eléctricos y de agua dañados fueron los primeros en reestablecerse a la normalidad tras el temporal.

Fuentes:
Cuatro meses después, aún hay familias que siguen evacuadas, 07/06/15, La Voz del Interior.
Qué hizo hasta ahora la Provincia, 07/06/15, La Voz del Interior.

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