lunes, 25 de mayo de 2015

Córdoba, por debajo de la media del país en cloacas

Sólo 4 de cada 10 cordobeses están conectados a redes. Al riesgo sanitario se agrega el impacto ambiental.

Córdoba atrasa en materia de acceso al servicio de redes cloacales. Apenas 4 de cada 10 habitantes 
de esta provincia cuentan con esa prestación. El nivel está, incluso, por debajo del promedio nacional.

Según el censo 2010, último registro completo oficial, en Córdoba contaban con conexiones a redes de cloacas 395.433 hogares, de 1.014.026 censados, lo que representa un 38,3 %. Desde entonces, se ha avanzado en sumar redes en varias ciudades y pueblos, pero el cuadro actualizado no mostraría un cambio significativo respecto de cinco años atrás.

El mapa muestra contrastes: mientras hay ciudades cordobesas con alto porcentaje de cobertura, otras (y hasta regiones enteras) carecen totalmente de ese servicio, ya vital desde lo sanitario y ambiental.

El mismo censo 2010 estableció que, en todo el país, un 53 % de la población contaba con cloacas. En los extremos, se ubican en una punta Misiones con apenas un 17 % de cobertura y Santiago del Estero con un 20. Y en la otra, Tierra del Fuego con un 90 % y Capital Federal con el 98. Córdoba, con casi el 39, está por debajo del medio de esa tabla.

Santa Fe, la provincia más similar en tamaño, recursos y características, tenía al mo­mento del relevamiento un 
50 % de cobertura en redes cloacales.

En Córdoba, la conexión ­mayoritaria (48 % de 
los hogares) corresponde a “cámara séptica y pozo ciego”. Otras alternativas de menor incidencia, y mayor riesgo, 
son pozos ciegos directos, ­simples perforaciones o volca­mientos.

La falta de cloacas no sólo impacta por la escasa cobertura en redes domiciliarias sino además porque en las dos princi­pales ciudades (Córdoba y Río Cuarto) las plantas de tratamiento están colapsadas: por más que haya redes, parte de 
los desechos terminan directamente en los ríos.

En la ciudad de Córdoba, un 52 % de los hogares tenía cloacas en 2010. Hoy, la cifra se ubica algunos puntos arriba. Más del 40 % de la población sigue sin ese servicio, mientras que para los que lo tienen la utilidad es relativa: en 2014 hubo 11 mil desbordes cloacales en las calles y la planta de tratamiento final de Bajo Grande colapsa con preocupante frecuencia, arrojando los líquidos crudos al río Suquía.

En Río Cuarto, el 81 % tiene cloacas. Pero de poco sirve: la mayor parte de los desechos termina en el río, sin tratamiento alguno. Se estima que casi 50 millones de litros de desechos por día se vuelcan al río. La polémica no levanta tanto vuelo allí porque el ­volcamiento se produce aguas abajo de la ciudad. Río Cuarto tiene para 170 mil habitantes una vieja planta cloacal, inaugurada en 1931, que apenas alcanza para 30 mil pobladores.

En Villa María, la tercera ciudad cordobesa, la cobertura es alta (81 % en 2010) pero recién ahora de bajo impacto: hace sólo cuatro años que inauguró su planta de tratamiento. Hasta entonces, todo terminaba contaminando el río Ctalamochita.

Carlos Paz es la cuarta. Hasta 2007 era un gran problema. Ese año se inauguró la planta de tratamiento cloacal, pero poco se avanzó en cobertura de redes: apenas el 30 % de la ciudad la usa. El impacto se agrava, en ese caso, porque se percibe claramente en el muy deteriorado estado del lago 
San Roque.

Poco y nada en Sierras
En las Sierras, la falta de cloacas agrega un impacto adicional, por la contaminación sobre sus ríos y lagos, degradando el capital turístico.

Repasemos un mapa serrano inquietante: en los valles de Punilla, Calamuchita y Paravachasca tiene cloacas sólo una parte menor de su población y de sus emprendimientos turísticos. En Sierras Chicas, la zona de mayor crecimiento demográfico en la última década, casi nada. En Traslasierra, nada.

Al este, con las napas
Toda la franja este de la provincia, en tanto, muestra otra cara complicada. Es casi un tercio del mapa cordobés, en el que las napas freáticas de agua están a escasa distancia del suelo. En esa situación, la necesidad de contar con redes cloacales es aún mayor, pero gran parte de sus pueblos y ciudades carecen del servicio o lo tienen parcialmente. El último verano, con lluvias por encima de lo habitual y ciento de miles de hectáreas bajo agua, a las complicaciones de las inundaciones se sumó en esas zonas el afloramiento de napas contaminadas con desechos cloacales en muchos puntos.

El interior
Río Tercero es la ciudad cordobesa que más hogares tiene conectados a redes cloacales: un 95 por ciento. Desde hace seis años, además, una ordenanza prohíbe nuevos loteos sin cloacas. La segunda es Marcos Juárez, con un 85,5, y tercera es General Deheza con el 83,5 %. Siguen Río Cuarto y Villa María (ambas con el 81).

Los datos corresponden al censo 2010, por lo que desde entonces pudo haber variaciones en varias localidades, aunque no muy significativas. En orden de cobertura, están Villa Nueva (73,3 % de los hogares), San Francisco (72,5), Jesús María (72) y Bell Ville (71,4).

Con entre 60 y 70 % aparecen La Carlota, Laboulaye y Capilla del Monte. La Falda llegaba al 57.

La ciudad de Córdoba tenía en 2010 conectado el 51,4 % de sus hogares. Similares porcentajes mostraban Leones y Morteros.

Más atrás figuran Hernando (49), Alta Gracia (47), Brinkmann (43) y General Cabrera (40), siempre contando entre las 50 consideradas ciudades (con más de 10 mil habitantes).

Abajo de esa lista aparecen Carlos Paz con el 29 % de cobertura, Cruz del Eje con un 34,5 y La Calera con apenas el 11,5.

A esa lista de 23 ciudades le falta otra, más inquietante aun, de 27 más que no tienen ni una cuadra de red cloacal o que las han desarrollado en bajísima escala. Y la mayoría de los pueblos, de menos de 10 mil habitantes, que tampoco cuentan con el servicio.

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Los caños no se ven; el impacto, sí

En lo ­ambiental, porque los desechos sin tratar contaminan suelos, ríos, lagos y ­napas de agua ­subterráneas (que en ­muchos ­casos son reservas ­para consumo humano).

por Fernando Colautti

Entre los servicios esenciales, es en cloacas donde la provincia de Córdoba saca la peor nota. En agua potable de red, el censo 2010 determinó que accedía un 92 por ciento de la población, frente a un promedio nacional del 88,6. Con electricidad, Córdoba llegaba al 98,4 de los hogares, frente a un promedio 
en el país del 97,7 por ciento.

El avance en redes cloacales que dio Córdoba desde 2001 a 2010 no alcanza: pasó del 29 al 38,3 %. Hoy, aunque sin estadísticas oficiales precisas en mano, superaría el 40, pero el promedio del país, incluyendo provincias con muchos menos recursos y presupuestos, llegaba en 2010 al 53 % y no bajaría hoy del 60 %.

Tal es el atraso que en la campaña electoral ya iniciada, sumar cloacas es, otra vez, una de las promesas más repetidas por varios de los candidatos a ­gobernador.

Se trata de un servicio vital si se consideran los riesgos sanitarios y ambientales que implica su ausencia.
Fuentes:
Córdoba, por debajo de la media del país en cloacas, 24/05/15, La Voz del Interior. Consultado 24/05/15.
Fernando Colautti, Los caños no se ven; el impacto, sí, 24/05/15, La Voz del Interior. Consultado 24/05/15.

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