En el mundo se pierden, cada año, unos 24 mil millones de toneladas de tierra fértil. La base para satisfacer la demanda mundial de alimentos.
por Helle Jeppesen
Las condiciones del suelo se deterioran, en todo el mundo: "Esta es una catástrofe que se acerca lentamente", advierte Jes Weigelt, del Instituto de Estudios de Sostenibilidad (IASS), con sede en Potsdam. Este economista, especializado en agricultura, dirige el Instituto para la Administración de los Suelos y la Política de Tierras y publicó el Atlas de los Suelos 2015.
"La situación en muchas regiones del mundo es muy grave", dice Weigelt, quien también coordina la Semana Internacional de Suelos en Berlín. La población mundial crece constantemente. Y todos quieren comer, tener un techo, utilizar las carreteras y la infraestructura. Pero las tierras cultivables se reducen más y más. Cada año se pierden 24 mil millones de toneladas de suelo fértil, debido a la erosión, las construcciones, las inundaciones, la extracción de recursos o sobreexplotación en la agricultura.
No todo suelo es terreno fértil
“Superficie no es sinónimo de suelo cultivable”, advierte Luca Montanarella, de la Comisión Europea. “La pérdida de tierras de cultivo en Europa se estima en 1.000 kilómetros cuadrados, por día. La mayor pérdida se debe a la construcción de carreteras, ciudades y plantas industriales”, agrega Montanarella, director de la Oficina Europea del Suelo, cerca del Lago Maggiore, en Italia.
La pérdida de suelos fértiles en Europa es debido a su eliminación, sellado o compactación para construcciones. “Ahogando” el suelo se pierden miles de millones de microorganismos, bacterias y hongos que hacen de la tierra un suelo fértil. Una vez destruidos los suelos cultivables, no queda más que materia muerta.
Conservación del suelo: un objetivo de desarrollo
No en vano, el experto en suelos de la Comisión Europea espera que su protección global sea considerada como uno de los nuevos objetivos de desarrollo sostenible de Naciones Unidas. Los objetivos deben ser adoptados por la Asamblea General de la ONU en otoño y marcan el rumbo político para el desarrollo sostenible en todo el mundo.
"Si en Europa queremos preservar nuestra producción de alimentos, debemos proteger las tierras más fértiles de la destrucción", recalca Luca Montanarella, y llama la atención sobre otro problema: "Regiones como la UE no tienen suficientes suelos fértiles para la producción de alimentos para su propio consumo, sino que dependen de las importaciones de otros países".
Suelos globalizados
La UE importa anualmente 35 millones de toneladas de soja y harina de soja de América del Norte y Suramérica como forraje para cerdos, pollos y ganado. Esas tierras se pierden para la producción sostenible de alimentos para seres humanos.
También en Alemania esta globalización de la agricultura industrial es cada vez más un problema, como explica el agrónomo Knut Ehlers, de la Agencia Federal de Medio Ambiente: "La mayoría de los nutrientes que migra a través de los animales hasta terminar en el estiércol es depositado en las cercanías de las instalaciones de producción”. Esto está ocasionando en Alemania grandes problemas ambientales, sobre todo en regiones con ganadería intensiva.
Fuente:
Helle Jeppesen, Las tierras fértiles son cada vez más escasas, 16/04/15, Deutsche Welle. Consultado 17/04/15.
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