martes, 14 de abril de 2015

En Sierras Chicas, los intendentes no dan más

Hay municipios que llevan gastado un quinto de su presupuesto anual. Otros hacen malabares para pagar gasoil y alquilar máquinas. La ayuda nacional se demora.

Río Ceballos. La situación de Sierras Chicas, a dos meses del aluvión que arrasó con gran parte de una decena de localidades en un tramo de unos 40 kilómetros aledaños a la Capital, apenas empieza a parecer recomponerse, aunque a ritmo muy lento. Pero, con el crédito nacional demorado casi dos meses, los municipios de la zona ya están encontrando su límite para afrontar reparaciones urgentes con sus propios bolsillos.

“Tratamos de avanzar en lo posible, mientras esperamos ayudas más importantes, pero este fenómeno nos desbordó completamente, desarmó cualquier presupuesto estimativo, y nunca llegamos a efectuar reparaciones definitivas”, confesó el intendente de La Granja, Carlos Ambrosich. Para graficar: el municipio lleva gastados en estos dos meses unos cinco millones de pesos en soluciones primarias de calles, arreglos provisorios del sistema de agua y alumbrado, sin contar los gastos que hizo la Provincia en la recuperación y dragado de algunos sectores del río. Pero el presupuesto total anual de La Granja es de 25 millones de pesos. “Hay días en que no sabemos por dónde empezar, pero no nos vamos a poner locos para hacer todo, porque nos vamos a meter en algo que después será imposible de salir”, completó Ambrosich.

En Río Ceballos, otra de las ciudades muy dañadas por el aluvión, el municipio eroga 600 mil pesos por semana sólo en combustible y en alquilar la maquinaria pesada para arreglar calles y la costanera. “Por ahora afrontamos estos costos con un colchón recaudatorio que históricamente se da en verano, pero a este ritmo pronto nos veremos en serios problemas si no se destraban las ayudas prometidas”, expresó el intendente, Sergio Spicogna.

A pesar de que la Provincia y una casi nula ayuda de la Nación asomaron los primeros días tras el temporal, los esfuerzos por atender a las familias, asistir a pequeños comerciantes y cuentapropistas y reconstruir los sectores urbanos parecen insuficientes.

La Provincia implementó el programa Córdoba de Pie, que inicialmente entregó 1.297 subsidios no reembolsables. Las ayudas económicas no reintegrables fueron de hasta 30 mil pesos para familias y comercios y se pueden utilizar para reparaciones menores de viviendas o reposición de mercadería.

También se entregaron en todo Sierras Chicas 618 subsidios mayores a 30 mil pesos a municipios y cooperativas, en particular las de agua potable que sufrieron importantes roturas en acueductos y redes. Hubo asistencia a 357 comercios y 2.055 familias obtuvieron ayudas para reponer mobiliario y electrodomésticos.

Además se llamó a licitación para la construcción de 80 casas que fueron destruidas completamente en Villa Allende, 50 en Río Ceballos y en los próximos días también se incluirán otras 50 en Unquillo.

Pero todavía hay familias evacuadas o en “residencia provisoria” en un hotel de Río Ceballos. Muchas otras están en casas prestadas porque no consiguieron alquilar: muchos propietarios temen rentar sus viviendas. La Provincia asume por seis meses el alquiler y los municipios aparecen como garantes. Pero los propietarios temen que el Estado no llegue a construir las viviendas prometidas en ese plazo y quedar atrapados en una situación incierta, con alquileres forzados.

A esta realidad se añaden signos de recesión comercial y turística en toda la zona. Pequeños comerciantes, emprendedores y monotributistas que perdieron su producción, mercaderías o maquinarias no logran reponerse ni restituir sus circuitos comerciales. Y eso también impacta en el resto de la cadena.

El sector turístico y gastronómico -que recibe a muchos clientes los fines de semana- acusa el impacto. Durante Semana Santa, uno de los feriados con más movimiento en el año, muy pocos hoteles llegaron a trabajar con niveles aceptables de ocupación.

Los daños en la infraestructura urbana también conspiran. Calles intransitables, vados y puentes destruidos, pérdida de la costanera y atractivos turísticos inaccesibles frenan a eventuales visitantes, que evalúan los pronósticos climáticos antes de viajar a este destino. Es un gran dolor de cabeza de los intendentes, que ante el reclamo constante y generalizado procuran responder a las demandas, pero a costos inestimables, que resienten las cajas de cada uno de los municipios y comunas.

El préstamo llegará, pero los trámites son muy engorrosos

Los ministros Fabián López y Hugo Testa firmaron ayer los convenios con José López, secretario de Obras Públicas de la Nación.

Adías de cumplirse dos meses de las trágicas inundaciones en Córdoba, los principales ministros delasotistas que están a cargo de las tareas de recuperar parte de la infraestructura que arrastró el agua recién ayer pudieron firmar en Buenos Aires los últimos trámites para que comience el desembolso del crédito de 540 millones de pesos que el Gobierno nacional le otorgó a la provincia.

El ministro de Infraestructura, Hugo Testa; y el ministro de Agua, Ambiente y Servicios Públicos, Fabián López, de Córdoba firmaron ayer los convenios específicos de obras para las zonas afectadas, con el secretario de Obras Públicas de la Nación, José López.

A través de su cuenta de Twitter, el propio Fabián López informó de ese acto, pero también anunció que ahora debía hacer el mismo trámite con el Ministerio de Economía.

Más allá del apuro de los intendentes de las zonas afectadas, que reclaman recursos casi con desesperación, los funcionarios delasotistas eligieron el silencio y están abocados a la tarea de cumplir con todos los pasos administrativos, para conseguir el primer desembolso de 100 millones de pesos. Así comenzarían algunas obras fundamentales.

“Habrá que tener paciencia, porque todo este tramiterío será muy engorroso. Les pido que trabajen fuerte para acortar los tiempos y no hagan declaraciones públicas que puedan entorpecer las negociaciones con la Nación”, palabras más, palabras menos, habría sido el mensaje que el gobernador José Manuel de la Sota les bajó a sus funcionarios, para no darle motivos a la Casa Rosada para demorar el envío de los fondos.

La propia presidenta Cristina Fernández, en un acto público, fue la que manifestó que el dinero no se giraba a Córdoba porque faltaban “papeles”.

En realidad, el préstamo de 540 millones de pesos se otorgó en base a un convenio marco, en el cual se enumeraron las distintas obras que se deben realizar en las Sierras Chicas y en otras zonas del interior.

Luego, el trámite administrativo que exige todo préstamo, es firmar convenios específicos por cada obra. El desembolso de fondos se hará contra la presentación de certificación de avance de las obras.

Negociación
Pocos días después del desastre climático, que produjo 11 victimas fatales y un desaparecido, el gobernador José Manuel de la Sota inició gestiones con el entonces jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, para conseguir un auxilio financiero de la Nación para afrontar las pérdidas.

En realidad, el Gobierno provincial solicitaba esos fondos llegaran en condición de subsidio, sin devolución, como el Ejecutivo nacional hizo con otras provincias, afectadas por desastres naturales.

Sin embargo, la Nación ofreció un crédito con devolución. Luego también hubo una demora cuando Aníbal Fernández reemplazó a Capitanich. Pero ahora dicen que los fondos vendrán.

No fue un solo Mal Paso, sino varios

En el centro de Río Ceballos desemboca el arroyo Mal Paso, un pequeño cauce que desde hacía décadas permanecía seco.

por Guillermo Lehmann

En el centro de Río Ceballos desemboca el arroyo Mal Paso, un pequeño cauce que desde hacía décadas permanecía seco. Pero los viejos lugareños siempre advirtieron que el día que ese arroyo creciera, iba a hacer un desastre.

Muchos se preguntaban qué pasaría el día que cayeran 200 milímetros en un día, cuando el promedio de lluvias en la zona es de poco más de 900 milímetros por año. Y ese día llegó: el 15 de febrero pasado llovió unos 240 milímetros. El Mal Paso creció, al igual que arroyos que atraviesan cada localidad de la región.

Esa noche, desde el dique La Quebrada hasta Saldán todo fue un caos. Equipos de Defensa Civil, bomberos, policías, voluntarios, autoridades fueron desbordados por un fenómeno inusual, que produjo daños materiales por unos 540 millones de pesos y se cobró nueve vidas.

Y en cada localidad, desde Ascochinga hasta Saldán, todos se preguntan si el desastre “natural” se hubiera evitado en caso de que las esclusas del dique La Quebrada hubiesen sido abiertas para que el embalse no desbordara de esa manera. También, cuánto agravó la situación la ausencia de un Estado que no impidió construir en las márgenes de los arroyos; la falta de planificación urbana que permitió el avance desmesurado de desarrollos inmobiliarios; la improvisación en planes de contingencia ante catástrofes; la ausencia de un sistema de alerta temprana; el desvío de los cursos de los arroyos... Los reclamos vecinales descreen de los argumentos oficiales que sólo hablan de consecuencias imprevistas de un temporal inusual.

Fuentes:
En Sierras Chicas, los intendentes no dan más, 14/04/15, La Voz del Interior. Consultado 14/04/15.
El préstamo llegará, pero los trámites son muy engorrosos, 14/04/15, La Voz del Interior. Consultado 14/04/15.
Guillermo Lehmann, No fue un solo Mal Paso, sino varios, 14/04/15, La Voz del Interior. Consultado 14/04/15.

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