jueves, 18 de septiembre de 2014

Un momento de resistencia

Se cumple el aniversario del acampe que bloqueó al funcionamiento de la planta de Monsanto. Los ribetes del trasfondo. Las situaciones esenciales. Los momentos en el que estamos aquí.

cobertura ECOS Córdoba
por Lea Ross | @LeandroRoss

– I –
Esta historia trascurre en la localidad de Malvinas Argentinas. Pero sus comienzos se remontan en un lugar mucho más lejano. En la ciudad de Nueva York.

Viernes 15 de junio de 2012. “Hace unos instantes, estuve con Monsanto, que nos anunciaba una inversión muy importante en materia de maíz”, señala la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, frente a directivos de distintas multinacionales, luego de terminar su plato del almuerzo. “Aquí tengo -y esto la verdad que se los quiero mostrar porque estoy muy orgullosa- el prospecto de Monsanto. Vieron que cuando hacen prospecto es porque ya está hecha la inversión, sino no te hacen prospecto. Así que una inversión muy importante en Malvinas Argentinas, en la provincia de Córdoba, en materia de maíz con una nueva digamos semilla de carácter transgénico, que se llama Intacta”, explicaba la mandataria mientras la cámara continuaba registrando. “Y me decía, hoy, su titular que les había impresionado mucho el apoyo que nuestro Gobierno estaba dando a la ciencia y a la tecnología. Tengan ustedes la certeza que vamos a seguir en la misma línea”.

17 de julio de 2012. Antes de partir al Centro Cívico, el gobernador de Córdoba mantuvo sus manos apoyadas a sus piernas. Le dieron un asiento escueto por parte de la producción de Canal 12. Antes de las diez de la mañana, le otorgó la primicia al conductor del programa sobre Monsanto: “Se va a instalar en Malvinas Argentinas. Acá cerquita. Va a dar una cantidad de puestos de trabajo muy importante. Y que esta ligado a la producción de semillas. Algunos dijeron: ‘¡Uh, va a producir agroquímicos, va a contaminar!’. Nada que ver. Van a producir semillas de alta calidad para mejorar los rindes agropecuarios de no solamente Córdoba, esta planta va a ser la más importante de América Latina. Y se va a radicar en Malvinas Argentinas”, mencionaba José Manuel de la Sota, mientras sostenía su sonrisa. “Malvinas Argentinas tiene un intendente, que es correligionario, que no es de mi partido, que es una excelente persona, muy trabajador (…) Él tomó la iniciativa, nosotros lo llamamos, consiguió la tierra donde teníamos que producir las instalaciones industriales y, bueno, le dimos el apoyo económico”.

– II –
Viernes 20 de septiembre de 2013.

“¡Rápido, levántensen!”. Los gritos se escuchaban, casi en competencia con un ruido ligero. Como un acoplado. Eran las 5:50 de la mañana. El frío era intenso. Pero la tela de las carpas protegía la piel, más los abrigos que todos traían encima. Pero había que salir. “Delen, salgan”.

Al salir de la carpa, un enorme camión quedaba parado. Frente al mismo, un cuerpo para frente a él se revelaba. Y después otro, y otro. Media docena. Las luces del vehículo era lo más luminoso que había en esa mañana, donde el sol no se avizoraba todavía. “De acá no avanzas más”, señala una de las voces.

El camión retrocedía un poco. Era bastante obvio lo que pretendía: iba a intentar meterse en la otra entrada. Ni lerdos ni perezosos, los manifestantes salieron corriendo hacia ese lugar. Son unos doscientos metros de picada. Mientras que el camión, bastante lerdo, trata de meterse en reversa y volver a la ruta.

Los cuerpos llegaron a la segunda entrada antes que el camión. El camionero, frustrado sin más que hacer, decide retroceder y continuar el camino. Con la llegada de la luz, las carpas son corridas para posicionarse frente a las dos entradas.

Desde el miércoles pasado, vecinos de Malvinas Argentinas y organizaciones sociales mantienen el pie de lucha contra la construcción de la planta procesadora de Monsanto. El bloqueo-acampe permanece por tiempo indeterminado.

Luego de realizarse el festival “Primavera Sin Monsanto”, llevada a cabo el jueves anterior, los convocados continuaron con sus carpas, iniciadas en el día anterior.

“No vamos a permitir la entrada de ningún material para la construcción de la planta”, sostiene Sofía Gatica, integrante de Madres de barrio Ituzaingó, que está participando del bloqueo. A partir de entonces, las organizaciones vienen pidiendo la colaboración para la repartición de alimentos, bebida, carpas y personas que quieran participar del bloqueo.

“El poder nacional, provincial y municipal nos obligaron a tomar ésta decisión”, declaró Gatica. “Porque la salud no se negocia”.

Mientras tanto, las sospechas de la Fiscalía a cargo ordenarían el desalojo de la manifestación. En ese sentido, los vecinos aseguraron que ante cualquier acción de la policía actuarán con prudencia, asegurando la integridad física de los manifestantes.

Personas de distintos lugares se congregaron en el lugar para apoyar la causa. Las carpas empezaron a ser acompañados por las construcciones de las casas hechas de barro.

Por su parte, la empresa diseñaba distintas entradas alternativas para entrar al predio. Cada una de ellas fueron descubiertos por parte de los convocados y todas ellas iban siendo bloqueadas.

Mientras tanto, las obras estaban en marcha con el material que les quedaba dentro del predio, pero sin la velocidad que la multinacional querría.

– III –
Algún que otro vecino de Malvinas Argentinas puede ofenderse si se califica al lugar como pueblo; prefieren considerarlo como ciudad. Efectivamente, ya alcanzaron los 14.000 habitantes. A diez kilómetros y medio de distancia de la ciudad de Córdoba, la ciudad está comunicada mediante la ruta nacional 19 y la provincial A-188, la misma que lleva directamente al establecimiento de Monsanto.

Con la llegada del Ferrocarril Central Belgrano, la población iba en ascenso, bajo la labor del trabajo rural. Hoy, es un pueblo rodeado de campos de soja. “El tema de las fumigaciones por ahí se  invisibiliza  por la magnitud de la empresa de Monsanto, pero es otro pueblo fumigado como muchos otros”, señala Edgardo, vecino de Malvinas.

Casi todas sus calles son de tierra. Es de los considerados “ciudad-dormitorio”, en donde las actividades laborales se consiguen fuera del mismo. El censo 2008 señala que el 36% de la población está desocupada. La cuarta parte de los hogares no cumplen sus necesidades básicas. Y más del 70% de la población no tiene cobertura de obras sociales. Hay tres escuelas primarias y dos secundarias. No hay centros vecinales.

Según un relevamiento de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, el agua que se suministra a los vecinos es de mala calidad: salitrosa, tiene mal gusto, color y olor. El servicio se brinda mediante fuentes subterráneas, que se distribuye por red domiciliaria por una cooperativa que tiene el monopolio de los servicios. No hay servicio de redes cloacales, cada casa tiene su pozo negro. Aún así, hay tres fábricas pegadas en la localidad. Y los padres de familia buscan trabajo en otras localidades, especialmente Córdoba Capital.

Según un informe titulado “Análisis de la Salud Colectiva Ambiental de Malvinas Argentinas- Córdoba” (2013), realizado por docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Córdoba, Malvinas Argentinas se encuentra en estado de grave vulnerabilidad. Las enfermedades más recurrentes son las dermatológicas, patologías respiratorias, problemas reproductivos, abortos espontáneos, cáncer y tumores, malformación congénitas, entre otras asociadas a los agrotóxicos, donde el mayor número de casos se concentra en la población que vive cercana a los campos que se fumigan. “Los estudios han revelado que no hay una seria política de salud y atención sanitaria del Municipio. Es un pueblo que no cuenta con una atención apropiada, tiene una nula atención mental y por ende hay mucha precarización. Esto sucede como en muchos otros pueblos o ciudades de nuestro país porque tenemos un sistema de salud basado en la enfermedad y no en la prevención”, explicó la doctora Luciana Ruderman.

En mayo de 2014, durante una conferencia de prensa, se confirmó que parte de los  habitantes  de Malvinas Argentinas poseen agroquímicos en la sangre. Este resultado fue obtenido a partir de un estudio de análisis de sangre a diez pobladores  que habitan en esa localidad y que siete tuvieron resultados positivos. El trabajo fue hecho por la Universidad de Buenos Aires, ante la negativa de la municipalidad de Malvinas Argentinas y del gobierno de la provincia para hacer estudios en la población. Los análisis determinaron que la sangre de esos siete pobladores contenía residuos persistentes como Aldrin, Dieldrin, DDT y Beta HCH. En la actualidad, todos estos plaguicidas están prohibidos.

– IV –
“Obviamente que (Monsanto) tiene algunos antecedentes cuando uno entra por Internet y ve esas cosas, que acá no se va a permitir. Acá se va a trabajar como corresponde”, sentenció el intendente Daniel Arzani en una nota a Canal 10, un día después del anuncio de De la Sota.

Es la planta de procesadora de semillas más grande de América Latina. Tanto como para necesitar una inversión de 1.500 millones de pesos. 60.000 toneladas de producción por año, bajo una capacidad de 3,5 millones de bolsas de semillas para la siembra. Está conformada en su aviso de proyecto por 240 silos.

“Precisamente me explicaba, recién, la gente de Monsanto que este maíz que va a ser sembrado va a permitir que si se rota la tierra con este maíz, y luego con soja, el aumento de la productividad de la soja siguiente será de un 17 por ciento más. Y además exige y esto es lo más interesante que va a exigir prácticamente que no haya necesidad de plaguicidas, con lo cual además de aumentar la productividad también va a mejorar el medioambiente, un tema no menor en el mundo contemporáneo”, señala la presidenta Cristina Fernández en el Consejo de las Américas.

Para el Dr. Raúl Montenegro, presidente de la FUNAM: “La planta que Monsanto pretende instalar en Malvinas Argentinas no se dedicaría a la producción de plaguicidas. Pero incentivaría indirectamente su uso a nivel provincial y nacional. Al establecerse en Córdoba –y ampliar sus actividades en Argentina- consolidaría aún más la agricultura industrial para exportación. El dilema queda planteado. Los 400 puestos de trabajo previstos por Monsanto para la planta representan indudablemente un atractivo en zonas con desempleo crónico. Pero las actividades de la acondicionadora de semillas también tendrían efectos indeseados, como la consolidación del modelo extractivo, con su secuela de morbilidad y mortalidad, y la pérdida de puestos de trabajo en actividades incompatibles con los cultivos transgénicos”.

Para el Dr. Medardo Ávila Vásquez, de la Red de Médicos de Pueblos Fumigados, “este nuevo maíz, que según la anuncio la Presidenta durante su encuentro con los líderes de Monsanto, se llamaría comercialmente: “Intacta”, también quedará intacto bajo la lluvia de glifosato, para el que tiene dos nuevos genes que le dan la capacidad de sobrevivir,  y además será resistente a un segundo herbicida: el glufosinato que comenzará a llover sobre los 12 millones de personas que viven en las zonas de cultivos transgénicos del país”.

Y finalmente: “Intacta es híbrido, nadie podrá guardarlo para volver a sembrarlo: ya no vuelve a crecer; inevitablemente contaminará genéticamente a otros maíces vecinos y las empresas multinacionales cobrarán derechos de propiedad genéticas a los productores; ya nada será como antes. El maíz en poco tiempo no podrá convertirse en mazamorra o un buen locro, este es un maíz pensado para forraje de animales o principalmente para biocombustible. Para comer habrá que ir a Mac Donald”.

– V –
26 de septiembre de 2013.

Un grupo de 70 convocados del gremio de construcción de la UOCRA obligó a los manifestantes que se retiraran de las entradas. “No estamos en contra de los ambientalistas, lo que nosotros queremos es que liberen el portón. A nosotros nos importan los 150 puestos de trabajo”, sentenciaba Luis Gutiérrez, secretario adjunto del sindicato. Finalmente, lograron abrir por la fuerza la entrada principal.

30 de septiembre de 2013.

-Cuando lleguen los camiones, tendrán que despejar el espacio. Les pedimos que lo hagan en forma pacífica. De lo contrario, nos veremos obligados a usar la fuerza.

-¡¿Pero y la orden de desalojo?! ¡Mostranos la orden de desalojo!”.

El oficial se inmuta sobre el pedido del papel. Mientras sus hombres se quitan las etiquetas de sus hombros, donde se identifican sus nombres.

Los cinco camiones llegan con la intención de entrar al predio. Los escudos se preparan y empujan contra los manifestantes. Los convocados se mantienen unidos y resisten contra el armamento policial. Los uniformados tratan de sacarlos en la ruta, sin gatillar ni utilizar sus bastones. “¡¡¡Qué muestren la orden!!!”, gritan los jóvenes mientras retienen los escudos. Cánticos: “¡¡¡Esto es un delito, esto es un delito!!!”.

Las Madres de Barrio Ituzaingó se acuestan en la ruta. Bien pegadas a las ruedas de los camiones. “¡¡¡Lo que nos llegue a pasar, haré responsable al gobernador José Manuel De la Sota!!!”. Fue lo que gritaba Sofía Gatica, mientras se apostaba de espaldas en la ruta, con una serie de camiones bien pegadas a ella.

“¡¡¡Prefiero que me aplaste un camión antes que me mate Monsanto!!!”.

Luego se apostó junto a ella María Godoy,  otra madre de barrio Ituzaingó, . Después vinieron lxs vecinxs  de Malvinas. Uno atrás de otro.

Sofía es sacada de los brazos al costado de la ruta. Se levanta y vuelve a acostarse a la ruta. Entre los forcejeos, su cabeza impacta contra el asfalto. Se siente mareada. Los oficiales ya no saben qué hacer. Tampoco los escudos. “No quiero problemas”, decía el camionero repleto de materiales de construcción. Los cinco mastodontes se retiraron, al ver que los tirones  de los uniformados fueron en vano.

La información confirma un traumatismo en el cráneo para Sofía. Para ése entonces, los camiones se habían retirado y los oficiales ya no saben ni qué hacer. Sin amparo legal, sólo pudieron sacar gas pimienta.

28 de noviembre de 2013.

En horas de la mañana, unas 60 personas identificadas de la UOCRA descendieron en dos colectivos. Hombres y mujeres, armados con palos, bombas caseras y armas, atacando los puestos del bloqueo. Golpes y dispersiones.

20 personas resultaron heridas. En la zona cercana al acampe, los vecinos iniciaron un corte de la Ruta A-188. Cerca de las 12 llegaron 6 carros de infantería, en el marco de una tensa situación,  se colocaron de espalda a los atacantes y en defensiva contra los acampantes a los que luego abrieron fuego. El fiscal Víctor Chiapero, a cargo de la investigación, tuvo una gran demora en intervenir. Dijo que todavía no tomaba acciones en contra de los atacantes porque no había recibido ninguna denuncia.

“Los trajeron a las siete de la mañana en un colectivo. Entraron a las carpas, al lugar donde estaban los chicos, los golpearon, los apedrearon, destrozaron las cosas”, relató Ester Quispe, integrante de la Asamblea Malvinas Lucha por la Vida.

30 de diciembre de 2013.

9:30 am. Se presentaron cinco trabajadores de mantenimiento. Ante la negativa de los manifestantes, se inició la represión. Hubo ocho heridos.

La orden fue impartida por el fiscal Chiappero para ser ejecutada el 23 de diciembre, pero no fue efectuada en aquella oportunidad, ya que se llego al acuerdo entre las partes de permitir solamente el ingreso para cargar generadores y limpieza de los baños químicos de la seguridad.

“Otra vez nos traen violencia –sentenciaba Vanina Vaca, de la asamblea de Malvinas-. Algunos de los trabajadores que trajeron para hacerlos ingresar son gente de Malvinas. Quieren que los vecinos nos enfrentemos”.

A pesar de la represión, Vanina remarcó que “el acampe se mantiene. No nos vamos. En estos días se han retirado más empresas contratistas, la construcción de la obra civil está totalmente detenida”.

– VI –
Entrevista a Francisco Do Pico, jefe de asuntos gubernamentales de Monsanto, a finales de junio de 2013 (tres meses antes del bloqueo):

- ¿Están apoyándolos entonces?
- No te van a decir que apoyan a Monsanto. Pero toda la industria de empresas de semilleras o biotecnologías se viene desarrollando, desde hace un tiempo, con las universidades locales y también con las cámaras. Nos hicimos socios recientemente con la Unión Industrial de Córdoba y la Fundación Mediterránea. También hemos tenido reuniones con el Grupo de los Seis. Las seis cámaras empresariales de Córdoba, Bolsa de Comercio, Unión Industrial, Cámara de Comercio, Cámara de Comercio Exterior, Cámara de la Construcción y Fedecom. 

-¿Desde hace cuánto tiempo?
- Hace un año más o menos. 

-¿Siguen en contacto?
- Si, quizás lo deberíamos haber empezado mucho antes… Ahora con la inversión que estamos haciendo, tan importante, nuestra relación con periodistas locales, universidades y las cámaras empresariales sigue siendo muy importante. 

- ¿Cómo se relacionaron con los vecinos de Malvinas Argentinas?
- Lo primero fue mostrarle a los vecinos y algunos referentes, llevarlos a Buenos Aires a recorrer la planta. Para nosotros fue clave porque hay mucho mito creado en que tiene la planta. Con la de Rojas se va a hacer lo mismo que acá. Ya fueron siete grupos. Después tenemos todo un plan que no es público de inversión social de capacitación. Es cierto que muchos empleos no se van a poder tomar porque necesitan carrera universitaria, y que es de público conocimiento que en Malvinas no accedió a la universidad ni secundario completo, pero eso será un desafío de la empresa. Hoy son 10 o 15 personas de Malvinas, en seguridad, limpieza, servicio de catering.  Obviamente no va a ver cuatro mil o cinco mil empleos, habrá empleo para un  número limitado de personas aunque queremos tomar la mayor cantidad de gente ahí, el resto serán cordobeses.

——

Luego de la represión del 30 de septiembre, Monsanto recibió el apoyo de la CGT Regional Córdoba, como así también del Grupo de los Seis, ya que según su comunicado, la planta fue “debidamente aprobado por las autoridades competentes”.

Quienes firmaron ese documento fueron: Horacio Parga, dueño de la desarrollista Edisur; Horacio Busso, dueño de la empresa de recolección de residuos Cotreco y pariente del legislador delasotista Sergio Busso; Norberto Delfino, del Servelec SRL; Mario Buttigliengo, aportante de la campaña de elecciones para De la Sota; Rubén Matos, de la Federación Comercial de Córdoba; y Ércole Felippa, de Manfrey y futuro candidato por la UCR.

– VII –
Téc. Alejandro Natalicio.
Ing. Industrial Dullio Padula.
Dr. Cs. Biológicas Jorge Elia
Ab. Abel Anuzis, Jefe de Área.

Son los cuatro profesionales que aprobaron la instalación de Monsanto en Malvinas Argentinas en 2012, es decir, los que integraron la Comisión Técnica Interdisciplinaria (CTI) para la evaluación de impacto ambiental. La ley 8.789 establece en su artículo 14 que dicha entidad debe estar conformada por representantes de “Ministerios, Organismos dependientes del Poder Ejecutivo Provincial y entes descentralizados del Estado Provincial designado por sus respectivos organismos”. Lo llamativo es que ninguno de los cuatro representa al área de salud ni de trabajo social.

Esto fue ventilado por el Dr. Raúl Montenegro quien, junto con el abogado Federico Macciocchi, presentaron una denuncia por esta negligencia.

A su vez, en abril de 2013, el Tribunal Superior de Justicia había revocado una medida cautelar que frenaba la construcción de las obras de Monsanto. Seis meses después, se ventiló que el presidente del tribunal, Carlos García Allocco, mantiene negocios de arrendamiento de ganado y de la actividad agropecuaria y agrícola desde 1994. Esto contradice con la Constitución de la Provincia de Córdoba (Art. 156), el Código de Comercio (Art. 22) y el Código de Ética (Art. 3.9), que impiden la participación de los jueces en cualquier actividad comercial.

No solo eso: la esposa de García Allocco, Norma Bermejo, fue senadora nacional por Unión por Córdoba -el partido de De la Sota- durante el año 2003. También fue una de las abogadas que exigía recibir la fortuna del multimillonario Manubens Calvet, caso en el que el juez era precisamente Garcia Allocco.

– VIII –
8 de enero de 2014.

Las mujeres de Malvinas Argentinas cruzaban los brazos en medio de las lágrimas. A partir de lo planteado por Montenegro, la sala 2da. de la Cámara en lo Laboral ordenó la prohibición de continuar con las obras de Monsanto. La decisión declaró como arbitraria e inconstitucional la resolución provincial 595, que aprobaba la construcción de la obra, y dos ordenanzas del municipio de aquella localidad, que otorgaban el aval del proyecto.

Fallo: “Ordenar a la Municipalidad de Malvinas Argentinas se abstengan de autorizar a la firma Monsanto Argentina SAIC, toda implementación, obra, ejecución o acción, hasta tanto no se cumplimente con la realización del corespondiente Estudio de Impacto Ambiental y la celebración de una audiencia pública, que establecen la Ley General del Ambiente N° 25.675, la ley provincial 7343 y el decreto 2131/0. Asimismo ordenar que se suspendan las obras que se levan a cabo con los permisos otorgados por los instrumentos normativos tachados de arbitrarios e inconstiucionales a través de la presente resolución”.

“La verdad que esto marca un precedente histórico”, setenció Macciocchi. “La construcción, en el estado que se encuentra el predio, es anti-constitucional”. El fallo revela que se quebrantó el artículo 41 de la Constitución Nacional.

Monsanto estuvo ilegal un año y medio en Córdoba.

– IX –
10 de febrero de 2014.

“No autorizan el estudio de impacto ambiental de Monsanto en Córdoba”.

Fue lo que decía la página web oficial del Gobierno de la Provincia. Luego del cambio de gabinete provincial, fruto de los saqueos del 3-4D, el Estado provincial se vio obligado a tomar un giro administrativo. En algo incidió en la cuestión de Monsanto. La flamante CTI terminó declarando el estudio de impacto ambiental de la multinacional como reiterativa, insuficiente y de baja calidad técnica.

“Era prácticamente imposible que saliera aprobado”, sentenció el flamante secretario de ambiente Germán Pratto a ECOS Córdoba, cuando cumplía dos meses de gestión. El punto más cuestionado en el estudio de la multinacional fue el de no dejar en claro el destino de todos los residuos que generaría la planta.

-¿Pero el estudio lo toma como algo simple para el tratamiento de los residuos?
- Tal cual. En algún punto lo toma como “sub-producto”. Cuando en realidad, desde la mirada de los técnicos del CTI, eso es un desecho. Es un sub-producto cuando tiene valor de mercado.

-¿Entonces pasa a ser Residuos Peligrosos?
- Bueno, en el caso de Residuos Peligrosos en el estudio se habla lo que dice el dictamen, en baja profundidad. En la provincia, hay operadores de Residuos Peligrosos que se encargan de tratarlos y, a la vez, transportistas para retirarlos. La empresa dice que los residuos del curado van a estar en tambores, es decir: aislados, que van a ser retirados por transportistas, habilitados por la Provincia, más un operador. Pero en ningún caso, se presenta ningún convenio con ninguno de estos dos tipos. No siendo muchos los operadores para estos servicios, se saca la conclusión que no esta la profundidad necesaria en este tema.

-¿Cómo es posible que Monsanto, siendo una multinacional, presente un estudio con tantas falencias?
- Yo creo que es por decisiones estratégicas. Seguramente la empresa hará los análisis de situación necesaria. Desde mi punto de vista, han sido decisiones estratégicas, que tienen su nivel de impacto en lo que fue la determinación del CTI y la resolución consecuente.

- ¿Y la credibilidad social?
- No me animo hablar de la credibilidad sobre la empresa, que lo estará estudiando la propia empresa. Sí me animo hablar de credibilidad en cuanto a equipos técnicos y funcionarios públicos. Yo entiendo que se ha actuado con toda la transparencia y responsabilidad que ameritaba la situación. Pero lo hacíamos sabiendo que estábamos en el ojo de la gente, en el ojo de la tormenta, en un tema con mucho nivel de exposición. Y, probablemente, merito de esto ha sido de las organizaciones sociales que se han abocado en el tema y que dieron el nivel de exposición a éste tema.

Hasta el día de hoy, la Asamblea de Malvinas Lucha por la Vida exige que se presente el estudio de impacto ambiental rechazado sin éxito alguno por las variantes burocráticas. Monsanto todavía no ha presentado su segundo estudio de impacto ambiental. Supuestamente.

– X –
20 de febrero de 2014.

Cuatro casquillos de balas permanecen sobre la mesa de la oficina de Daniel Arzani, adentro de la Municipalidad. En el fondo, se escuchan gritos.

-Si algo cambiase el medio ambiente, no se va a instalar.
-¡Pero la paz social ya está rota!
-La paz social no está rota. Vos estas equivocada. Hoy es un desborde total, pero hasta hace tres horas había una paz total en el pueblo.
-Entonces vivis adentro de un termo.
-¡No, yo no vivo adentro de un termo!

Lo que se esperaba que fuera una marcha pacífica, se convirtió en la represión más dura durante el conflicto con Monsanto. La movilización exigía a Arzani la expulsión de la multinacional a través de un decreto, tal como sucedió en Río Cuarto, y su respuesta fue la represión.

Policía e Infantería empezaron comenzaron a abrir fuego. También se presentaron fuerzas de civil. Durante treinta minutos aproximadamente, la represión se mantuvo firme.

“Esta situación ya es insostenible para nosotros. Nosotros como institución no hemos sido notificados de la decisión como corresponde. Porque nosotros debimos haber sido notificados diciéndonos que había sido rechazados por una situación o por otra”.
-Daniel, nosotros podemos hablar con Pratto. Es una secretaría abierta al diálogo. Entonces, es una escusa decir que todavía no se firma.
-Yo… todavía no he sido notificado. Yo también hablo con Pratto pero no me notificó nada.

De los cuatro heridos por balas, uno es Javier Astrada, periodista de ECOS Córdoba, que estaba desempañando tareas de prensa en el lugar de los hechos. Recibió cuatro impactos de bala, una de ellas, quedó incrustada adentro de una de sus piernas. “El intendente optó por la militarización en Malvinas”, sentenció Celina Molina, vecina de la comuna. “Realmente es increíble todo lo que se ha vivido”.

– XI –
Desde 2012, la comuna de Malvinas Argentinas esta adherida mediante ordenanza 714, a la Ley Provincial 9841 sobre la regulación de los usos del suelo en la región metropolitana de Córdoba, sancionada en 2010.

En su momento, el diario La Voz del Interior recibió una serie de respuestas por parte de Monsanto, ante una serie de dudas referidas sobre el uso del suelo. “En la ordenanza municipal, no coincide la ubicación de la planta con el mapa de ordenamiento territorial de regulación del uso del suelo en la región Metropolitana Córdoba, ya que esa zona figura como Área de producción agropecuaria no contaminante y/o área recreativa”.  Sobre ese punto, Monsanto respondió argumentando sobre el permiso de obra emitido por resolución del Concejo Deliberante de Malvinas Argentinas, decisión que hoy la justicia declaró como inconstitucional.

La prefactibilidad de la que habla Monsanto fue otorgada al señor José Miguel Hanum, donde catastro le otorga el 15 de marzo del 2012 para el emprendimiento industrial conforme a la ordenanza 714/2011.

El 23 de octubre del 2012, los integrantes del Poder Legislativo Provincial pidieron contar con los datos del Aviso de Proyecto, que desde entonces no había sido presentado por el Poder Ejecutivo a la Legislatura, como respuesta para las demandas de los ciudadanos.

“Las autorizaciones otorgadas por el municipio de Malvinas Argentinas y la Provincia de Córdoba para la instalación de la planta de Monsanto siguen dando que hablar”, sostuvo el legislador Santiago Clavijo, del Frente Cívico. “Hemos pedido al Ministerio de Ambiente conocer los motivos por los cuales el predio, donde se está construyendo la planta de Monsanto, figura en las autorizaciones otorgadas como ‘zona agro-industrial’, siendo que, según la ley 9841 de ordenamiento del área metropolitana, esa misma zona figura como ‘zona de actividad agropecuaria no contaminante’. Este detalle no es menor, ya que si lo que rige es lo dispuesto por esta ley, esa planta nunca debería hacer sido autorizada, y los funcionarios que obviaron aclarar este punto han mentido a la hora de informar, no solo a las autoridades respectivas, sino a la propia justicia en distintas causas que se originaron a partir del anuncio de la instalación de esta planta”.

– XII –
El 11 de junio de 2014, fue aprobada en la Legislatura la llamada Ley de Convivencia Ambiental (10.208), luego de una serie de hechos represivos que dejó como saldo una veintena de detenciones.

Algunos sectores interpretaron –y mantienen hasta hoy- que dicha normativa fue impulsada para apoyar la instalación de Monsanto en Malvinas Argentinas; de allí, su definición de “Ley Monsanto”.

“Hoy, lo único que frena legalmente, aunque viola la ley, la instalación de Monsanto es que la ley de uso de suelos prohíbe la instalación en esa zona”, sentencia la legisladora Cintia Frencia. “El hecho de que el Poder Ejecutivo pueda establecer un nuevo ordenamiento territorial, le habilita a modificar el uso de suelos en esa zona”.

Por el contrario, Santiago Clavijo sostiene, en base al artículo 20, que “si esta ley hubiese estado vigente hace un tiempo atrás, Monsanto no podría haberse radicado en la Provincia de Córdoba, porque para haber puesto un ladrillo primero debería haber tenido aprobado el impacto ambiental y se debería haber realizado la Consulta Popular para que los ciudadanos del lugar dijeran si estaban de acuerdo o no con que una empresa de esas características se instalara en la zona”.

Por su parte, el abogado Enrique Viale, de la Asociación de Abogados Ambientalistas, asegura que “lo que hace la nueva ley de ambiente, en este articulo 20, es que se establece un nuevo requisito para ser admitido un nuevo estudio de impacto ambiental y este nuevo requisito es no tener un rechazo previo de la autoridad de aplicación. Monsanto lo tiene, por eso se ve alcanzado por esta prohibición. Entonces se acaba el debate, no hay ninguna posibilidad que Monsanto consiga el aval”.

-A si mismo, ¿se insiste con la consulta popular por parte de la intendencia de Malvinas Argentinas?
- En realidad se cierra antes, porque no pueden avanzar con el procedimiento. Con este artículo 20, Monsanto no puede llegar a la instancia de la consulta. Cualquier intento de conseguir el aval ambiental seria ilegal. Ya lo es por las inconsistencias en la ley de usos de suelo. Entonces no se puede plebiscitar lo ilegal.

– XIII –
“El pueblo de Malvinas Argentinas apoya a Monsanto”, señala Francisco Do Pico, gerente de Monsanto, en una nota escrita por el periodista Leonardo Rossi en julio de 2013.

- Un sondeo realizado en marzo de 2013 en Malvinas Argentinas, asegura que casi seis de cada diez vecinos de la ciudad (58,21%) está en contra de la instalación de Monsanto. Fue realizado por académicos del CONICET, la Universidad Católica de Córdoba (UCC) y colaboradores de Londres.

- En octubre de 2013, la consultora privada W. Sicchar mostró los resultados de una encuesta realizada a nivel provincial. 63,2% de los cordobeses declaró estar en desacuerdo de que se instale Monsanto en Malvinas Argentinas y el 66,8% apoya la resistencia contra la misma.

- En enero de 2014, un trabajo hecho por académicos del CONICET, UCC y la Universidad de Córdoba revelan que el 78,64% de los cordobeses, a nivel provincial, apoyan que toda actividad agropecuario que pueda afectar la salud, por más que sea legal, debe contar con la aprobación ciudadana. Un 65,12% declaran que el bloqueo a Monsanto es una acción legítima y justa.

- En agosto de 2014, CONICET volvió a realizar un sondeo en Malvinas Argentinas. Los resultados se mantuvieron: 57,02% de los vecinos votaría en contra de Monsanto en caso de que haya una consulta popular. Si se excluyera los que no votarían, el número se elevaría a 64,86%.

– XI –
Finalmente, una reseña final para Marcelo Conrero, el decano de la facultad de agronomía de la UNC. El 8 de agosto de 2014, en plena festividad por la Semana del Ingeniero Agrónomo, se desarrolló un asado donde se contó con la participación de un gran número de personas del sector agropecuario. En el medio, se procedió a la firma de convenios con distintas empresas. Entre ellas: Monsanto.

“Si bien se firmó públicamente en un acto, justamente en la celebración por el Día del Ingeniero Agrónomo, era un ámbito en el que era festivo, nadie prestaba realmente atención cuáles eran los convenios en el que se firmaban. De hecho, fueron muchísimos convenios”, señala la presidenta del centro de estudiantes de Agronomía, Laura González del Campo. “Y cuando nuestras consejeras del Movimiento de Base de Agronomía se enteraron de este convenio (de Monsanto), trataron de acceder a esta información y fue totalmente negada, la gestión dio muchísimas vueltas”.

El 2 de septiembre, el Consejo Superior de la UNC repudió el convenio al considerarlo que quebranta la Ley General de Ambiente. “Es lamentable que este Consejo esté cada vez más cerrado, esté cada vez menos plural, realmente me da pena que la Universidad Nacional de Córdoba no pueda afrontar esta situación. Porque nadie sabe lo que es una planta procesadora de semillas”, sentenciaba eufóricamente Conrero en aquel entonces.

A su vez, se ventiló que el actual secretario de la facultad de agronomía resultó ser Jorge Dutto, el ingeniero agrónomo que firmó el primer estudio de impacto ambiental de Monsanto. A pesar de que Dutto tiene experiencia en empresas ligadas al tratamiento de residuos, los resultados de la Secretaría de Ambiente sentenciaron que la multinacional no dejaba en claro cómo iba a realizar los procesamientos, rama que supuestamente se especializa el hoy encargado de la secretaría más importante de la facultad.

– XV –
Hoy, la planta está paralizada. No tiene ningún permiso legal para continuar, ya sea a nivel gubernamental o jurídico. Hasta el momento, donde se sabe, Monsanto no ha presentado todavía un segundo estudio de impacto ambiental. El último trascendido, publicado en La Voz del Interior, indica que la empresa lo presentaría para 2015, después de las elecciones

El otro gran tema es si se llevará a cabo una audiencia pública o consulta popular. La Asamblea de Malvinas Lucha por la Vida interpreta que la planta ya cuenta con un enorme peso de ilegalidad como para permitirlo.

De cualquier manera, el acampe cumple su aniversario de existencia. Y si bien como bloqueo cumple por el momento una función simbólica, no deja de ser ese refugio que ha tumbado los diferentes estamentos del poder en Córdoba. Lo que antes era la bendición a Monsanto por parte del poder político y judicial, el bloqueo terminó obligándolos a darse vuelta.

El mantenimiento de una huerta orgánica, enfrentada al alambrado del predio, donde los yuyos cada vez están más altos, son una muestra de la resistencia convertida en trabajo, o quizás al revés. O la misma cosa.

Eventos culturales, charlas, intercambio de semillas; todo se dice presente en una comunidad pequeña nacida por el encanto de mantenerse vivos. O mantener la vida misma. Hanna Arendt decía que la muerte era quizás lo más anti-político que había. La voluntad de mantenerse en pie es siempre un momento. Un momento que puede ser eterno, fugaz o algo duradero. Pero sin importar cuanto dure, ese momento ya nunca puede borrarse.

El momento es ahora. Porque aún estamos acá.


Formalmente, quiere responder a un artículo aún no reglamentado de la Ley de Ambiente. La intención de fondo es pasar para después de las elecciones.

por Walter Giannoni

Monsanto postergaría hasta después de que pase el proceso electoral en Córdoba la presentación del nuevo estudio de impacto ambiental por la planta de semillas de maíz que comenzó a levantar en Malvinas Argentinas, y que en la actualidad se encuentra paralizada por orden judicial.

La nueva dilación, que implica pasar el proyecto a -por lo menos- la mitad del año próximo, fue confirmada a La Voz del Interior por fuentes ligadas a la empresa y es consistente con la postura sostenida por funcionarios del Gobierno provincial.

“Ellos deciden si lo presentan o no”, dijo ayer un miembro del Ejecutivo al ser consultado, quien aclaró que la nueva Ley de Ambiente no impide que Monsanto insista en la radicación, en función de que esta “no fue rechazada”, recalcó.

También interlocutores vinculados con la gestión del intendente Daniel Arzani admitieron que la continuidad de la radicación entró en un largo compás de espera.

Fuentes de la compañía señalaron anoche que gran parte del nuevo estudio de impacto ambiental se encuentra terminada, pero que se aguardará la reglamentación de un aspecto de la nueva Ley Provincial de Ambiente 13.428 para dar también una respuesta en ese sentido.

Se trata del capítulo XV, 
“Acciones de salud ambiental”, que en su articulado obliga a identificar y medir los factores de riesgo ambiental que puedan ocasionar alteraciones en la salud humana, con énfasis en enfermedades como cáncer, enfermedades respiratorias, alteraciones endocrinas, y el desarrollo neurológico, entre otras.

Los ministerios de Agua, Ambiente y Servicios Públicos y Salud se encuentran trabajando en este aspecto y la reglamentación se conocería a fin del mes próximo o en noviembre, con lo cual se descuenta que Monsanto recién podría avanzar a fin de año o a principios del año próximo.

“Daremos una respuesta profunda y amplia en ese sentido, por lo que continuamos trabajando fuerte, tanto en el estudio de impacto como con la comunidad de Malvinas Argentinas”, afirmaron anoche en la semillera con sede en Buenos Aires.

Pero más allá de esta importante formalidad, fuentes ligadas con la empresa reconocieron que el estudio se presentará después de que pase el proceso electoral provincial, para evitar una politización adicional a la que ya plantearon grupos que se oponen a la instalación y que mañana celebrarán un año desde el inicio del bloqueo.

La planta que Monsanto comenzó a levantar en el Gran Córdoba apunta a la producción de 60 mil toneladas de semillas híbridas de maíz. Hasta el momento en que se paralizó el proyecto por disposición judicial, la firma asegura que llevaba invertidos más de 30 millones de dólares.

Esos gastos en movimiento de suelos e instalación de estructuras metálicas se produjeron al amparo de una ordenanza del municipio de Malvinas y de la aprobación del Aviso de Proyecto, otorgada por la Provincia.

En espera
En el Gobierno se descuenta que una vez presentado el nuevo estudio, la Provincia convocará a una audiencia pública y a una consulta no vinculantes. “Ellos deciden si lo presentan o no”, dijo ayer un alto funcionario, quien insistió en dos puntos.

Por un lado, de acuerdo con la Ley de Ambiente, no existe la posibilidad de realizar una consulta sin tener antes el estudio. “¿Qué vamos a consultar ahora?”, preguntó.

Y, en segundo término, remarcó que la desestimación del estudio anterior “no fue un rechazo en los términos que plantea la ley” recientemente sancionada, y que “están habilitados para presentar otro”, dijo.

Documentos para descargar
Gráfico: cómo iba a ser la planta (123.96 KB)

Fuente:
Lea Ross | @LeandroRoss, Un momento de resistencia, 18/09/14, ECOS Córdoba. Consultado 18/09/14.
Walter Giannoni, Monsanto lleva a 2015 el nuevo estudio de impacto, 18/09/14, La Voz del Interior. Consultado 18/09/14.

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