jueves, 11 de septiembre de 2014

El campo amenaza con un paro por la falta de obras hídricas y la ley de abastecimiento

Lo reclamaron en Bolívar 800 productores, que temen la confiscación de su cosecha; calificaron de "insuficientes" anuncios de Scioli por la inundación.

por María José Lucesole

La Plata. Con críticas por la falta de obras de infraestructura en la provincia de Buenos Aires para prevenir inundaciones y el deterioro de los caminos rurales, la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias calificó de "insuficientes" las medidas anunciadas anteayer por el gobernador Daniel Scioli para afrontar una situación que dejó bajo el agua a casi la mitad del territorio bonaerense. Además, en una asamblea que la dirigencia rural encabezó en Bolívar, con la participación de unos 800 productores, amenazaron con la realización de un paro si avanza la ley de abastecimiento.

"Hay mucho enojo por parte de los productores con el gobierno provincial y el nacional, porque no se hicieron las obras de infraestructura necesarias pese a haber tenido los recursos, que sólo por retenciones a los granos fueron US$ 76.000 millones", dijo Luis Miguel Etchevehere, presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA).

Anteayer, Scioli recibió a la Mesa Agropecuaria Provincial y prometió beneficios impositivos y crediticios.

En este contexto, en un comunicado la Comisión de Enlace consideró "insuficientes" esos anuncios. "Las graves consecuencias de las inundaciones no se van a resolver postergando brevemente el pago de impuestos", dijo la agrupación ruralista.

En la asamblea hubo algunas críticas a la dirigencia provincial del sector que fue a la reunión con el gobernador y luego, en un manifiesto, se calificó de "extemporánea e inútil" la convocatoria de Scioli.

Los productores se quejaron también del estado de los caminos. Fernando Alzueta, presidente de la Sociedad Rural de Bolívar, que tiene la mitad del partido inundado, dijo que allí "están destruidos".

En tanto, el ministro de Asuntos Agrarios provincial, Alejandro "Topo" Rodríguez defendió la política provincial. "Ya estamos trabajando para recomponer la capacidad productiva de la provincia. Cuando baje el agua vamos a poner en marcha los programas de apoyo productivo", dijo.

Por su parte, el ministro de Infraestructura, Alejandro Arlía, reunió ayer al Comité de la Cuenca del Salado con los intendentes de los distritos que lo integran.

"El gobernador ha tomado medidas como dar facilidades crediticias, exenciones impositivas y colaboración en arreglo de caminos rurales", señaló.

Ley de abastecimiento
En Bolívar, los productores rurales comenzaron a analizar además un paro para las próximas semanas en caso de avanzar la ley de abastecimiento impulsada en el Congreso.

El cese de actividades no fue confirmado aún por la Comisión de Enlace de manera oficial. Pero fue parte de un manifiesto redactado en forma espontánea por los productores reunidos en la Sociedad Rural de Bolívar. De hecho, Etchevehere indicó: "No descartamos ninguna medida de fuerza en la medida que haya consenso en los diferentes distritos del país".

La asamblea se declaró en estado de movilización y alerta permanente y propuso una movilización de productores y entidades representativas al Congreso por la polémica ley.

"Entendemos que el proyecto de ley de abastecimiento incrementa el malestar del sector, ya que podría facilitar la confiscación de la producción, con desincentivo directo a la inversión, deteriorando aún más la competitividad", remarcaron las cuatro entidades gremiales del sector agropecuario.

En este contexto, el manifiesto de los productores en Bolívar solicitó a la Comisión de Enlace Nacional "la definición de un plan de lucha con acciones concretas, entre ellas el dictado del cese de comercialización de productos de origen agropecuario y movilizaciones inmediatas".

Las entidades culparon al gobierno nacional por las pérdidas de los productores: "La política económica de este gobierno ha causado un enorme deterioro al campo y destruyó la competitividad del sector", destacaron en un comunicado.

Los productores temen que la situación se agrave con la llegada de nuevas lluvias.

En los distritos inundados se quejan por los problemas de infraestructura

por Darío Palavecino

San Cayetano. Lento, muy lento, el agua empieza a escurrir. Apenas asoma el hilo más alto del alambrado, altura insuficiente aún para tomar dimensión de las duras secuelas que la inundación está dejando en los campos de buena parte de la provincia de Buenos Aires. La muerte de animales, con mayoría de terneros recién nacidos, se ubica a la cabeza de las pérdidas que los productores ya empiezan a estimar como muy significativas.

A gritos, más que ayuda económica o reducción de impuestos, se piden obras que den una solución de fondo a un problema que se repite tras cada tormenta intensa. "No se puede trabajar con la espada de Damocles sobre la cabeza, temiendo que después de cada lluvia nos quedemos bajo el agua", advirtió Germán Facio, presidente de la Sociedad Rural de Dolores, quizás el distrito más perjudicado.

Carlos Masson, propietario de tierras en el partido de Azul, contó a La Nación que todavía es difícil evaluar el impacto. Pero allí tienen en claro que con un alto porcentaje de la jurisdicción bajo el agua no se pueden esperar milagros. "Habrá pérdidas fuertes porque nos llegó la inundación en pleno período de parición", indicó.

Por Dolores, el panorama es también de lo más delicado en el territorio bonaerense. Los lugares verdes escasean porque el agua se adueñó de superficies muy amplias. En todos los casos, además del importante número de animales que ya se dan por muertos, se suman los costos que implicará buscar recuperar los sembradíos.

Algo más optimista es el escenario en el Sudeste. Después de la sucesión de temporales y el anegamiento de parcelas durante varios días, en distritos como San Cayetano y Lobería empiezan a quedar lagunas aisladas.

"Acá tuvimos la ruta cortada de lado a lado, pero por suerte los animales los pudimos poner a salvo", indicó Martín Farrell, que montado en su caballo que marcha al trote con el agua al pecho recorre campos linderos a la ruta 88, a mitad de camino entre Mar del Plata y Necochea.

Para todos los casos, estas leves mejorías se miran de costado. Es que el pronóstico meteorológico anticipa más lluvias -y posiblemente, también importantes- para el próximo fin de semana, por lo que la recuperación que parece asomar por estas horas no será todo lo continua que esperaban.

Néstor Andersen, que tiene campos en inmediaciones de Cristiano Muerto (San Cayetano), habló de una realidad "complicada y dura" porque todavía tienen mucha agua. "Ya nos preparamos para encontrar algunos animales muertos, pero todavía no pudimos llegar a saber lo grave de las pérdidas", aseguró.

En la región centro de la provincia es donde se concentran los mayores padecimientos. Azul, Dolores y Pila, a lo que se suma Chascomús.

Facio consideró que Dolores es una de las ciudades "sitiadas" por el agua. Y lo atribuye en buena medida al déficit de infraestructura para que la corriente fluya hacia la costa. "La mejor noticia que podemos tener es que se anuncien pronto las obras para mejorar lo que hoy está obsoleto", dijo sobre canales que, recordó, se construyeron en 1910 "a pico y pala".

Fuentes:
María José Lucesole, El campo amenaza con un paro por la falta de obras hídricas y la ley de abastecimiento, 11/09/14, La Nación.
Darío Palavecino, En los distritos inundados se quejan por los problemas de infraestructura, 11/09/14, La Nación.

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