sábado, 30 de agosto de 2014

Formosa, capital del plan nuclear argentino


La relación entre Paraguay y la Argentina se cocina a fuego lento en una olla a presión. Es que, nuevamente por un conflicto ambiental, el país está a punto de entrar en una disputa con un país vecino. La razón: otra vez como en el caso de la instalación de la pastera Botnia, en Uruguay, pero al revés, el emplazamiento de un reactor nuclear y la mudanza de una fábrica para enriquecer uranio encendió todas las alertas en la frontera de Formosa con el país vecino. No se descarta incluso que la situación se defina en los tribunales internacionales.

La iniciativa es parte del renacido plan nuclear argentino pero que se va conociendo a cuentagotas y los paraguayos quieren saber de qué se trata. En un principio sólo se anunció la construcción de un reactor en una provincia ultra oficialista, comandada por Gildo Insfrán y donde el empleo público domina todas las opiniones.

Pero el propio gobierno nacional, con gacetilla y todo, desayunó a dirigentes y población paraguayas en febrero último, cuando el Ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, se mostró con el intendente de Córdoba, Ramón Mestre, firmando el acuerdo para el cierre y mudanza de Doxitek, planta de fabricación de dióxido de uranio, a Formosa.

Los plazos son cortos. Según ese acuerdo, en noviembre la fábrica debería estar en funcionamiento en la provincia norteña.

Para tratar de transparentar la cuestión se celebró una audiencia pública hace poco más de un mes en la que se expusieron los pro y los contra de las instalaciones nucleares en Formosa. Los vecinos, algunos pocos que se manifiestan en contra, no quedaron nada conformes.

Además, los habitantes alertaron sobre la construcción de un puente en la zona del proyecto -cuyo acceso está custodiado por la Gendarmería- que confirmaría que las obras ya están en marcha.

Se trata de una planta generadora de combustible a 20 kilómetros de la frontera con Paraguay. Es la estatal Dioxitek -que es de la Comisión Nacional de Energía Atómica (99 %) y Mendoza (1 %)- y produce dióxido de uranio que sirve para abastecer a las plantas de energía atómica de Embalse, Atucha I y Atucha II. Funcionaba en Córdoba pero, tras la presión de los vecinos en 2012, se acordó que abandone el lugar en 2014. Su radicación fue rechazada en tres ciudades de esa provincia. Mendoza y La Rioja también resistieron una eventual mudanza y ahora lo hacen Formosa y Paraguay.

Norma Boero, presidenta de la CNEA, estuvo en junio en Formosa negó que la instalación pueda producir accidentes nucleares ya que “lo que maneja es uranio natural, es decir que es una planta química”.

En ese sentido, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales señaló: “Si bien la empresa Dioxitek S.A. asegura que su proceso es puramente químico, surgen varios interrogantes respecto de dicha alegación. Más allá de las delicadas discusiones técnicas, no se explica por qué habría de estar una planta química operada por la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) -bajo órbita de la Autoridad Regulatoria Nuclear- si como se manifiesta, no se estarían manejando elementos nucleares y generando residuos radioactivos”.

Por su parte el biólogo Raúl Montenegro, presidente de la Fundación para la defensa del ambiente (FUNAM), dijo que “Dioxitek tiene dos bases: una en Córdoba, en el barrio de Alta Córdoba, que generó un daño ambiental de 57.600 toneladas de residuos radiactivos; y otra en Buenos Aires, en Ezeiza, donde se contaminaron las napas de agua y la cuestión judicial sigue abierta”.

Nuncio Toscano, del Foro Médico Ciudadano de Formosa, aseguró que la audiencia pública fue “tramposa, hecha a las apuradas y con un informe técnico incompleto”. El médico explicó que habrá “un ambiente hostil” y que “un día no alcanza para exponer y hay muchas pseudo entidades inscriptas para ocupar el tiempo”.

En Paraguay existe mucha resistencia al proyecto. En Pilar, el 2 de abril marcharon 10.000 personas contra toda actividad nuclear y en los meses siguientes siguieron las manifestaciones.

Residuos
Respecto de los residuos existe un gran interrogante y es el que planteó el senador Petcoff Naidenoff en una reunión especial con legisladores paraguayos: “La CNEA dice que todo el mundo se quede tranquilo, que no afecta ni a Paraguay ni a Formosa, porque los residuos no van a quedar en Formosa, que se depositarán en tambores y van a ser trasladados a Ezeiza. El problema está en que el diuranato de amonio, es decir, el uranio crudo que se lo importa e ingresa a Chubut, para trasladarse a Formosa tiene dos rutas de acceso o ingresa por la provincia del Chaco, cuya ley provincial prohíbe el transporte de este material o ingresa por la provincia de Salta, que sería una vía alternativa. Pero cuando hay que trasladar el residuo radioactivo también la provincia de Salta prohíbe el transporte de material radioactivo. Entonces, esto es una mentira. Esto va a terminar en Formosa o la otra vía para el traslado es la vía fluvial y es el río Paraguay. Esa es más o menos la historia.

En ese punto FARN advirtió: La Constitución de la provincia de Formosa en su artículo 38 prevé que: “…todos los habitantes tienen derecho a vivir en un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona humana, así como el deber de conservarlo (…) La absoluta prohibición de realizar pruebas nucleares, y el almacenamiento de uranio o cualquier otro mineral radioactivo y de sus desechos, salvo los utilizados en investigación, salud y los relacionados con el desarrollo industrial, cuya normativa se ajustará a lo establecido por los organismos competentes. Todos los recursos naturales radioactivos, cuya extracción, elaboración o utilización puedan alterar el medio ambiente, deberán ser objeto de tratamientos específicos a efectos de la conservación del equilibrio ecológico.”

Si bien la Constitución formoseña establece excepciones en relación al desarrollo industrial, es patente que más allá de los intentos que pudieran intentarse a posteriori, el proyecto, al no fundamentar en ese sentido, no pretende encuadrarse en dicha excepción”.

Actualmente los residuos generados en las instalaciones son almacenados temporariamente en el lugar de origen, se reitera que esto en Formosa está prohibido por la Constitución, hasta que los retira el Programa Nacional de Gestión de Residuos Radiactivos (PNGRR) para llevarlos a sus instalaciones del Área de Gestión Ezeiza (AGE) donde son acondicionados y almacenados.

Como se ve, los interrogantes son varios y siguen abiertos. “El gobierno nacional hizo un manejo sumamente irresponsable de la situación. Ocultó la información hasta que presentaron la instalación de Dioxitek como un  hecho consumado. Tomaron la decisión política de avanzar de manera unilateral e inconsulta. Pero esto no nos sorprende. Yo mismo he enviado muchísimos pedidos de informe, a través del Congreso y también en mi carácter de ciudadano, y nunca he obtenido respuesta.”, indicó Naidenoff.

El senador no descarta que todo termine, como sucedió con Botnia, en los tribunales. “Con respecto a la vía judicial, ya presentamos como primera medida una acción de amparo en la justicia federal contra el Estado Nacional, la Provincia de Formosa y Dioxitek S.A., para solicitar una medida cautelar a fin de que se ordene la suspensión de la construcción de la planta hasta que no se realice una consulta previa a la Comunidad Toba del Barrio Nam Qom. El gobierno avanzó vulnerando el convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que establece que los pueblos originarios deben ser consultados previamente, de manera especial, ante cualquier medida que pueda afectar sus tierras. Además voy a presentar prontamente otro amparo ante la justicia federal por daño ambiental”, dijo.

Su par paraguayo, el senador Arnaldo Giuzzio, recordó que recientemente ha presentado un proyecto de ley que prohíbe la instalación de plantas nucleares en Paraguay.

“Hemos plasmado nuestra intención y preocupación por esta situación, principalmente por los altos riegos que ello significa para nuestro país y a su vez mostrar a la opinión extranjera que acá en Paraguay no queremos ninguna planta nuclear”, enfatizó.

El Gobierno argentino no ha informado de manera oficial al gobierno paraguayo sobre los detalles que hacen a la instalación de la planta nuclear en Formosa. Y desde hace unas semanas, Uruguay también reclama información.

Fuente:
Formosa, capital del plan nuclear argentino, 29/08/14, marabunta. Consultado 30/08/14.

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