Sólo en Capital son parte del Estado. En el interior, los 178 cuarteles son sostenidos por sus comunidades. Aportes de Provincia y Nación resultan insuficientes.
por Fernando Colautti y corresponsalías
Córdoba tiene dos clases de bomberos. En la Capital son rentados, de una sección de la Policía con estructura sostenida por el presupuesto del Estado. En el interior, en cambio, cada comunidad debió recurrir a su propia modalidad y, sobre la base de recursos que logra autogestionar, crea y mantiene sus cuarteles de bomberos voluntarios, no remunerados.
Los modos de financiamiento de esos cuarteles van desde rifas y venta de locros hasta la búsqueda de socios que paguen cuotas, y emprendimientos como el alquiler de sus salones para fiestas, la venta de agua para llenar piletas o servicios de venta y mantenimiento de matafuegos. Algunos lograron que sus municipios dispongan algún plus en las tasas o servicios que pagan todos los vecinos para, casi como un impuesto, derivarles esos fondos.
En Córdoba hay actualmente 173 cuarteles de muy diferentes tamaños, demandas e infraestructuras.
Todos, mientras estén con sus papeles en regla, debieran recibir aportes de subsidios nacionales y provinciales. En ambos casos, perciben todos iguales montos, sin importar su tamaño, ubicación o promedio de emergencias atendidas por mes.
El subsidio nacional y el tributo al fuego provincial
En Córdoba, los cuarteles de bomberos reciben aportes derivados del Estado nacional y del provincial.
De la Nación, según establece la resolución 88 del Ministerio de Seguridad, para el año 2014 corresponden 227 mil pesos por cuartel, sin importar su tamaño ni actividad. Ese subsidio, desde hace décadas, está fijado por ley. Este año se fijó un aporte total nacional de 187 millones de pesos, a distribuir entre 822 cuarteles habilitados. La norma exige que para cobrarlo deban tener su personería jurídica y las rendiciones de gastos de los anteriores al día. En Córdoba, muchos cuarteles aseguran que ya lo cobraron, otros lo esperan y algunos, sin papeles en regla, corren riesgo de perderlo.
De la Provincia, con la recaudación del “impuesto al fuego” (que pagan todos los cordobeses con sus facturas de energía y recauda unos 60 millones de pesos anuales) los cuarteles reciben por varias vías. Por una parte, les corresponde unos 3.200 pesos fijos por mes a cada uno, sin importar su tamaño. Luego, se les abona un subsidio para atención de incendios forestales pero diferenciado por regiones. Los 66 cuarteles de “zona de riesgo” (las sierras y el noroeste), reciben 20.800 pesos mensuales. Los 107 de la “zona llano” cobran 16.900 por mes (aunque los pagos con cuatrimestrales). De esos montos, les quedan 9.100 para gastos del destacamento y el resto es para abonar 3.900 pesos a cinco bomberos (en los cuarteles de zona de riesgo) y a dos (en los del llano), a cambio del compromiso de tareas diarias de prevención y control del fuego rural y forestal.
Hay cuarteles que dicen no recibir esos fondos, o que los perciben con demoras. La Provincia señala que depende de que tengan los papeles al día.
Además, el Plan Provincial de Manejo del Fuego les aporta, aunque sin frecuencia ni criterios preestablecidos, para vehículos (desde 2005 a 2014, una autobomba y una camioneta para cada cuartel), y algún equipamiento (calzados, ropa, mochilas) para el combate al fuego.
Fuente:
Fernando Colautti, Bomberos voluntarios reinventan modos para financiarse, 28/05/14, La Voz del Interior. Consultado 28/05/14.
El subsidio nacional y el tributo al fuego provincial, 28/05/14, La Voz del Interior. Consultado 28/05/14.
No hay comentarios:
Publicar un comentario