Los familiares de las 89 víctimas mortales dieron a conocer un documento en el que cuestionaron a la presidenta Cristina Kirchner, al gobernador Daniel Scioli y al intendente Pablo Bruera; más de 3000 personas marcharon hasta la gobernación.
por Pablo Morosi
La Plata. Con fotos, canciones, poemas, debates públicos, una marcha y severos cuestionamientos hacia los gobiernos nacional, provincial y local, una multitud recordó ayer durante toda la jornada el primer aniversario de la inundación que dejó al menos 89 muertos y multimillonarias pérdidas materiales.
"¿Y ahora qué hago? ¿Cómo sigo? ¿Dónde te busco? ¿Cómo te encuentro?" Con esas preguntas comenzó el documento leído anoche por miembros de la Asociación de Familiares de Víctimas de la Inundación (Afavi), luego de relatar sus penurias y dolores en aquel infausto 2 de abril de 2013.
Luego, el texto, leído por varios miembros de la entidad, recordó el mendaz tuit del intendente Pablo Bruera en el que dijo estar ayudando a los inundados cuando, en realidad, se encontraba de vacaciones en Brasil. También cuestionaron la iniciativa lanzada por la comuna pocos días después de la catástrofe de promover el armado de mochilas de emergencia ante eventuales nuevas inundaciones.
El mensaje destacó la falta de obras hidráulicas pese a que la ciudad había sufrido inundaciones reiteradas en los últimos años y señaló que un estudio de la Universidad Nacional de La Plata advertía sobre la vulnerabilidad hídrica de la urbe.
Los familiares también cuestionaron la "falta de respuestas" por parte del gobernador Daniel Scioli y la nula incidencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en el esclarecimiento de la cantidad de muertos, además de reclamarle la utilización del fondo hídrico para obras en la región.
Asimismo, reclamaron la determinación de responsabilidades de los funcionarios, exigieron un plan de obras para evitar inundaciones y la derogación del Código de Ordenamiento Urbano de la ciudad. Se cuestionó la falta de acciones y resultados en la investigación penal seguida por el fiscal Jorge Paolini y el juez Guillermo Atencio.
Luego de la lectura del documento, en un escenario montado a espaldas de la municipalidad, más de 3000 manifestantes marcharon hasta la gobernación, donde volvieron a expresar sus planteos. En la movilización estuvieron presentes las asambleas barriales, organizaciones defensoras de los derechos humanos, partidos políticos de la oposición y sectores marginales del kirchnerismo.
Simultáneamente, el arzobispo platense, Héctor Aguer, ofició una misa en la catedral, donde consideró que hubo un "Estado ausente" y rezó por los muertos, sus familias y todos aquellos que sufrieron pérdidas, además de pedir a Dios que "ilumine a los funcionarios" para estar a la altura de las circunstancias.
Durante el día hubo mesas de debate, una exposición de fotos de vecinos, bandas musicales, una murga y una lectura de poemas moderada por el defensor juvenil Julián Axat, en la que también participó el juez en lo Contencioso Administrativo Luis Arias, quien la semana pasada determinó que en la inundación hubo, al menos, 89 muertes comprobadas y otras 17 en duda.
José Rusconi vive en 9 entre 33 y 34, una de las zonas del casco urbano más castigadas por el temporal, y preside la Asamblea Vecinal Barrio Norte, que se creó después de las inundaciones del 27 de enero de 2002. "Nosotros nos hemos reunido con muchos funcionarios y no se hizo nada. Estábamos seguros de que nos íbamos a volver a inundar, pero nunca nos imaginamos lo que ocurrió el 2 de abril." Rusconi resume los reclamos de sus representados en tres ítems: subsidios, obras y justicia; y asegura: "Hoy, si hay otro temporal, nos volvemos a inundar. Ni siquiera se hizo aquello para lo que no se necesita dinero, sino sólo voluntad, como el trazado de un plan de contingencia en los barrios afectados, para poder actuar frente a otro desastre natural".
Silvia Migoni, que vive en 34 entre 10 y 11, dijo: "Cada vez que está por llover tengo terror, porque no hubo mejoras".
Los Hornos fue otro de los barrios más castigados por la tormenta. Allí, en la esquina de 58 y 142, vive Laura Kohn, que dijo: "El barrio sigue igual. No hubo obras de infraestructura ni resarcimiento económico".
Ulises Pujol, delegado de la asamblea de inundados de Tolosa, coincidió con Kohn: "Las obras que hubo fueron maquillaje. El gobierno no ha cumplido. En lo que más se avanzó es en la vía judicial porque se probó que hubo un encubrimiento espantoso del verdadero número de víctimas".
Un informe elaborado por el Departamento de Hidráulica de la Facultad de Ingeniería de la UNLP a pedido de la Presidenta determinó que los anegamientos abarcaron un total de 3500 hectáreas y dejaron unos 190.000 afectados.
Reconocimiento de Scioli
La Plata. El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, destacó ayer, a un año de la inundación la labor de los voluntarios que "trabajaron sin descanso" ante la catástrofe para asistir a los afectados. Aunque, dijo el mandatario, "no hay esfuerzo que logre reparar el sufrimiento de las víctimas".
"La ayuda desde todos los rincones del país mostró, una vez más, la grandeza y el heroísmo de nuestro pueblo", afirmó.
Los porteños marcharon con paraguas y velas
Casi mil damnificados por la última inundación en la ciudad reclamaron obras hidráulicas.
por Valeria Musse
Paraguas de todos los colores; velas encendidas; pancartas con reclamos; las fotos de las seis personas que el 2 de abril pasado perdieron la vida cuando el agua ingresó en sus casas... y mucho silencio. Así, casi mil damnificados por la última gran inundación en la ciudad marcharon ayer para reclamar por obras hidráulicas y más respuestas del gobierno.
Varios grupos de vecinos partieron de los barrios porteños afectados por el temporal de abril pasado, como Villa Urquiza, Saavedra, Parque Chas, y también del conurbano bonaerense (Florida Oeste y Villa Maipú), para reunirse en Galván y Balbín, frente al parque Sarmiento, en Saavedra. Allí hicieron un emotivo acto para recordar a las víctimas.
Bajo un cielo que anoche presagiaba la llegada de la lluvia, los damnificados pidieron más obras y menos promesas. La desconfianza y el temor los unían. También, la bronca por "la falta de respuestas" . En la caminata previa al acto principal, en Saavedra, los vecinos contaron sus penurias. Tristes, recordaron aquellos detalles que hubieran preferido olvidar. "Ahora, cada vez que hay una anuncio de tormenta, tiemblo. No puedo salir de casa sin ver el servicio meteorológico", decía una mujer que vive en Villa Urquiza.
Entre el murmullo de los vecinos y algunos silbidos cuando se mencionó a funcionarios porteños, una mujer sollozaba. "Perdí todo y aún no pude reconstruir mi casa. No puedo creer que ya haya pasado un año y nadie hizo nada", dijo María a La Nación, y de inmediato se disculpó porque no pudo continuar con la charla.
Alberto Grimaldi, hijo de una de las víctimas porteñas, se emocionó cuando mencionaron a su padre, fallecido en el temporal. "Esperemos que se piense con el corazón, no con el bolsillo. Es necesario que un drama como el que vivimos no ocurra nunca más", aseguró.
Hugo Centurión es hijo de Eduviges Olivera, de 88 años, fallecida en el Barrio Mitre cuando el agua ingresó en su casa. "El mejor homenaje que le puedo hacer es reclamar ante los gobernantes para que esto no vuelva a pasar. Y por eso estamos aquí", dijo Centurión.
El hombre estaba doblemente afligido. No sólo porque perdió a su madre, sino porque la vivienda que ella ocupaba quedó prácticamente destruida. "Todo se perdió. Tiramos los muebles de cuero y de madera; el placard no existe más y se perdieron documentos y fotos de mi familia. Apenas pudimos recuperar la escritura de la casa, que tuvimos que dejar secar al sol", aseguró.
A cada paso había una historia. Juan Carlos Mussetti, de Saavedra, comentó que no quería irse de su casa, en la que vive desde hace 40 años, pero está pensando en mudarse. "A un año de aquel trágico día, todavía hay una pared a la que se le cae el revoque por la humedad que quedó impregnada", dijo el jubilado.
A su lado, María Laura Rodríguez, otra de las vecinas que prefirieron no ver el video que se proyectó en el acto, con las imágenes de la inundación y de las seis víctimas fatales, para evitar las emociones fuertes. "No puedo revivir -dijo- lo que pasó aquel día. Estoy angustiada. Cae una gota y me desespero", confesó la mujer. Su vivienda del Barrio Mitre se inundó 1,30 metros, y apenas alcanzó a salvar los documentos de sus tres hijos y la escritura de la casa.
Pancarta y reclamo
En una de sus manos, Ricardo, vecino de Villa Urquiza, llevaba una pancarta con una foto del estado en que quedó su vivienda el día después de la inundación, cuando el agua bajó y las lluvias habían cesado.
"Y bueno... hay que seguir adelante", suspiró, como resignado. "Estoy acá porque quiero hacerles saber a los responsables que así quedó mi casa por su desidia. Durante meses, mis dos hijos tuvieron que vivir entre la humedad y la suciedad. Pero ¿a quién le importa? A nadie, a nadie", repitió con bronca. Según sus cálculos, Ricardo perdió más de 10.000 pesos en muebles que fueron destruidos por el agua.
En la marcha también participaron vecinos del conurbano bonaerense, como Juan Moretti, un jubilado de 72 años que aseguró que aún hoy hace arreglos en su casa de Florida Oeste. "Llevo invertidos unos 150.000 pesos en reconstruirla", dijo. Allí estuvieron todos, unidos por el dolor, el miedo y el reclamo para que una inundación similar no vuelva a ocurrir.
Pidieron una mesa de diálogo con la ciudad
Cientos de damnificados por las inundaciones de hace un año en la Capital exigieron ayer que el gobierno porteño conforme una mesa de diálogo con los vecinos para que, en conjunto, puedan resolver las acciones que se llevarán adelante en los barrios para mitigar los problemas que se suscitan con las fuertes lluvias. Así lo solicitaron varios oradores en los actos realizados ayer al cumplirse un año de la trágica inundación. "Queremos ser parte de las propuestas que la Ciudad lleva adelante para impedir una inundación similar a la del año pasado. Lo que estamos pidiendo es algo simple y lógico: que el gobierno de Macri nos consulte a los vecinos y que entre todos podamos llegar a tomar decisiones que nos beneficien. Y no como ocurre ahora, que vivimos en una nube negra. También hay bastante inacción oficial", dijo una de las vecinas, visiblemente molesta, que marchó para reclamar por más obras hidráulicas en la ciudad.
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Fuentes:
Pablo Morosi, En La Plata hubo críticas y reclamos, 03/04/14, La Nación. Consultado 03/04/14.
Valeria Musse, Los porteños marcharon con paraguas y velas, 03/04/14, La Nación. Consultado 03/04/14.
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