sábado, 29 de marzo de 2014

CBI Cordubensis: la justicia de las topadoras

El juez federal Ricardo Bustos Fierro acaba de desestimar su apartamiento a la causa de la financiera. El desarrollista Euclides Bugliotti y sus lazos con el poder judicial.

por Lea Ross

El escándalo de la financiera CBI Cordubensis ha desatado todo un torbellino dentro del poder político, económico y judicial. La información se va actualizando a la velocidad de una transacción. La última novedad es el rechazo por parte del juez federal Ricardo Bustos Fierro del pedido de apartarse de la causa. La polémica se originó a partir de la difusión de una fotografía del año 2001 en donde, en forma festiva, aparece el juez abrasado con uno de los empresarios más implicados en la causa: el desarrollista Euclides Bugliotti. Según sostenía el fiscal Enrique Senestrari, era razón suficiente como para que Bustos Fierro se apartara de la causa, a la hora de asegurar una vía imparcial a la investigación.

De cualquier manera, no sería de extrañar que en las tierras cordobesas, los referentes del desarrollismo inmobiliario logren salir indemnes frente a los aparatos judiciales, a la hora de realizar sus despojos urbanos y financieros.

El año pasado, Eugclides “Tati” Bugliotti fue noticia en los medios nacionales, cuando salió a la defensa de los planes CEDIN, un intento del Gobierno Nacional para blanquear dólares y así evitar la fuga de divisas. En ese entonces, Tati le comentó al periodista Víctor Hugo Morales, en su programa Bajada de Línea, que la gente “debía abrir más su corazón” por el bien del país. A los pocos meses después, el escándalo de CBI lo puso bajo la lupa por lavado de dinero.

La ya extinta financiera CBI Cordubensis tenía dos sedes en la ciudad de Córdoba. Uno, en la avenida Rivadavia, pegada al centro de la ciudad. La otra en el Dinosaurio Mall, de la avenida Rodríguez del Busto, propiedad de Bugliotti. Sin embargo, es en el segundo en donde estaban instaladas las cajas de seguridad, hoy allanadas por la Justicia.

Según la carta póstuma del fallecido Jorge Suau, en aquel entonces vicepresidente de la financiera, los detalles del lavado de dinero en CBI estaban registrados en un servidor especial, instalado en una vivienda del barrio Marqués de Sobremonte. El único párrafo de la carta donde aparece mencionado Bugliotti se transcribirá a continuación:

EN ESE SERVIDOR ESTA LA OPERACIÓN EN NEGRO DEL SEÑOR TATI BUGLIOTTI, DUARNTE MUCHO TIEMPO PESIFICO LAS OPERACIONES DE SUS SUPER Y DE SUS OBRAS, TAMBIEN OPERABA UNO DE SUS TESTAFERROS EL SEÑOR GUEVARA, HAY MOVIMIENTOS, POR LO QUE ME INFORMARON EMPLEADOS DE CBI EN ESTOS DIAS, QUE LLEVAN A UN GIRO DE MAS DE 40 MILLONES DE PESOS POR PARATE DE BUGLIOTTI DURANTE 2013

Para el año 2004, Bugliotti tuvo un año muy agitado. Por un lado, la policía de Córdoba y las topadoras realizaron un feroz desalojo a los vecinos de Villa la Maternidad. Desde entonces, el empresario ha pretendido apropiarse de las tierras donde están instaladas las familias para continuar con sus emprendimientos desarrollistas. Y continúa intentando hasta hoy.

Pero por otro lado, en ese mismo año, Bugliotti había sido enchastrado sobre una irregularidad perpetrada por el mismo juez federal Bustos Fierro. El inefable jurista fue denunciado por la fiscal federal Graciela López de Filoñuk por la firma de una serie de permisos para el retiro de fondos en pleno corralito financiero del 2001. “La acusación dice que, sin ningún tipo de control administrativo ni respeto de la metodología vigente, el juez dictaba una medida cautelar y los letrados pasaban por el banco, acompañados de un oficial de la Policía Federal, y retiraban el depósito. Esta simple operación convirtió al corralito en un millonario negocio para muchos abogados cordobeses, sobre todo para aquellos estudios poderosos”, señalaba el periodista Camilo Ratti en aquel entonces para Página/12.

El único sentenciado en la causa fue el abogado Facundo Viale, cuya condena la recibió en el año 2012, acusado de haber falsificado la firma de Bustos Fierro para la liberación de aquellos fondos que beneficiaron a gente ligada a los tribunales. Sin embargo, el Tribunal Oral Nro. 2 no descartó la posibilidad que el desempeño de Bustos Fierro en aquel entonces haya sido funcional a estas arbitrariedades y pidió que se haga la correspondiente investigación.

No solo abogados y funcionarios judiciales fueron beneficiarios del retiro de fondos mediante tráfico de influencias. También estaría en la lista el propio Euclides Bugliotti. Curiosamente, según Página/12, otro beneficiado fue el abogado Gustavo Viramonte Otero, quien diez años después también sería mencionado en la carta de Suau.

Unos días después de que Bugliotti habría recibido el apoyo de Bustos Fierro para retirar billetes en plena crisis, el empresario y el juez asistieron a la ceremonia festiva de la revista Punto a Punto, donde aparecerían juntos en las pintorescas fotos registradas por el fotógrafo Fino Pizarro.

Recientemente, el juez federal desestimó los pedidos para apartarse de la causa CBI, ya que sostiene que Bugliotti no está imputado y, además, niega tener amistades con el empresario y que el contenido de esas fotos “no tiene más significado que el de una mera circunstancia sin ninguna trascendencia”, según consigna su carta a la Cámara de Apelaciones. Las razones de por qué el juez asistió a esa ceremonia, donde fueron invitados figuras del área empresarial, será hasta ahora un misterio.

O quizás no tanto. Sobre el caso de la financiera CBI, el periodista Iñigo Biain, editor del portal Infonegocios, sostuvo lo siguiente hace unas semanas atrás:  “Los mal pensados, relacionan la demora en la actuación de la Justicia Federal con los fluidos lazos del titular de Dinosaurio con muchos magistrados, varios de los cuales viven en las torres de Milénica y frecuentan la parrilla Argentum del Hiper Libertad”.

Para colmo de males, en Córdoba solo hay dos jueces federales. Si se apartara Bustos Fierro de la causa, pasaría en manos del actual presidente de la Magistratura, el juez Alejandro Sánchez Freytes, quien, según sostiene el fiscal Senestrari, también tiene una relación intima con el desarrollista del Dinosaurio Mall.

En definitiva, la justicia cordobesa le abre las puertas a las topadoras para despojar y cosechar algunos billetes.

Fuente:
Lea Ross (@LeandroRoss), CBI Cordubensis: La justicia de las topadoras, 28/03/14, ECOS córdoba.

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