Apenas unos días después del triunfo electoral de Rafael
Correa, se conoció en Ecuador una sentencia condenatoria a los llamados
"10 de Luluncoto". Los diez militantes fueron detenidos en el
operativo "Sol Rojo", realizado hace un año en ese barrio de Quito,
acusados por "tentativa de sabotaje y terrorismo". Para el mandatario
reelecto, se trató de un acto de la
Justicia , ya que "en un Estado de Derecho se persiguen
delitos, no personas". Sin embargo, participó de la acusación el Ministro
del Interior. El dirigente ambientalista, Alberto Acosta, expresó que la
estrategia del gobierno fue tomar presos políticos, con el objetivo de
"descalificar la
Marcha Plurinacional por el Agua, la Vida y la Dignidad de los Pueblos".
En la noche del martes pasado, los jueces del Tribunal
Tercero de lo Penal de la
Corte Nacional de Justicia (CNJ) dieron sentencia de un año
de cárcel a 'Los 10 de Luluncoto' por tentativa de terrorismo, un delito
tipificado en el numeral 1 del artículo 160 del Código Penal. Se trata de una
figura jurídica que data del año 1972, por lo cual una veeduría internacional
dirigida por el reconocido juez español Baltasar Garzón pidió en su informe
final de diciembre del 2012 que se revise la tipificación del delito del
terrorismo en las leyes penales.
Asimismo, en un informe preliminar se habían referido al
caso de "los 10 de Luluncoto" al decir: "Ponemos de manifiesto
la inquietud suscitada por unos hechos cuya calificación jurídica penal se
sustenta en una antigua ley, con un supuesto de hecho que no se compadece
mínimamente con la gravedad de la sanción prevista para tal conducta".
El hecho concreto investigado fue la colocación de
"bombas panfletarias" en las ciudades de Quito y Cuenca en diciembre
de 2011, en contra de una visita a la capital ecuatoriana del presidente de
Colombia, Juan Manuel Santos. Los panfletos estaban firmados por una
desconocida entidad "Fuerzas armadas insurgentes revolucionarias del
Ecuador" que llamaban a conformar un "Grupo de Combatientes
Populares". Un hecho que fue mínimamente retratado en la prensa argentina.
Sin embargo, para el Presidente Correa fue motivo de
preocupación: "Esas bombas panfletarias con el llamado a la lucha armada,
a la violencia, es un delito en Ecuador y eso es lo que se está
investigando". Para grupos de
derechos humanos, la causa fue otra. Y es que los detenidos participaban de la
organización de la
Marcha Plurinacional por el Agua, la Vida y la Dignidad de los Pueblos,
que se hizo en marzo del año pasado, semanas después de la detención de los
diez.
Aministía Internacional se había pronunciado por el caso. Y
relevó que entre los elementos presentados como evidencia se encuentran:
"objetos como camisetas del Che Guevara y una pañoleta del FMLN de Nicaragua,
así como CD's de música protesta, películas, libros de derecho constitucional,
folletos de varias organizaciones sociales, cuadernos de la Universidad Central ,
en la que algunos de los detenidos estudian, libros y materiales de prensa, la Constitución de la República , el periódico
"El Ciudadano", y un documento gubernamental titulado Defiende la Democracia ".
"¡Que las liberen, que no son terroristas, luchaban por
la vida y hoy son presas políticas!", fue uno de los cantos durante las
movilizaciones en solidaridad. De entre los presos, se destacó el caso de las
mujeres. Una de ellas, Fadua Tapia, se la mantuvo en arresto domiciliario por
encontrarse embarazada en el momento de su detención, con el riesgo de que
podía ser separada de su bebé al nacimiento.
Los siete hombres fueron beneficiados por un habeas corpus:
Pablo Castro, Royce Gómez, Santiago Gallegos, Luis Merchán, Héctor Estupiñán,
Víctor Hugo Vinueza, César Zambrano. Pero Cristina Campaña y Abigaíl Heras
siguieron detenidas en la cárcel de mujeres, por lo cual se inició la campaña
"Yo las quiero libres mariposas".
Por su parte, Alberto Acosta al enterarse de la condena
expresó: "¡Lamentable, pensar distinto no es terrorismo! La sentencia
contra los 10 de Luluncoto, a partir de una figura ambigua e imprecisa de
pertenencia a un `grupo subversivo´ resulta indignante. De esta manera la
justicia con esta sentencia pierde su sentido y termina convertida en un
instrumento del poder ejecutivo".
El abogado Marco García dijo que en la condena se violó el derecho
a la defensa y que es de "un tipo penal del cual no podemos
defendernos". Como los presos ya cumplieron su año en prisión, se trata de
"Una condena simbólica, un mensaje de miedo a la sociedad".
"¿Qué entendemos por terrorismo? Yo entiendo terrorista
a aquel que siembra terror a inocentes", había expresado Correa en la
famosa Cumbre del UNASUR (Bariloche, 2009) donde se discutió el conflicto con
Colombia para las FARC. Años después, un Ministerio de su gobierno impulsó una
causa donde se juzgó a militantes sociales bajo el mismo título de terroristas.
Antecedente en Argentina. En nuestro país, se modificó la
legislación anti-terrorista en diciembre de 2011, a pedido de
organismos financieros internacionales, donde se hicieron más difusas las
características del delito y duplicó las penas previstas. Por la presión de
organizaciones sociales, se agregó un artículo que pone como excepción las
protestas por "derechos humanos". Sin embargo, en enero del 2012, un
fiscal de Catamarca detuvo a asambleístas contra la mega-minería bajo el título
de terroristas, pero por la trascendencia que tomó el caso, afortunadamente la
causa fue archivada.
Fuente:
En Ecuador ya hay condenados por "terrorismo", 28/02/13, ComAmbiental.
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