La polución en Río Hondo no empieza ni termina en ese lago
ubicado en el límite entre Tucumán y Santiago del Estero.
Los perjuicios ambientales llegan a Córdoba. Ese dique, en
avanzado estado de deterioro ecológico, recibe las aguas de la cuenca de los ríos
Salí y Dulce. Es la que termina desembocando en los bañados donde nace la
laguna Mar Chiquita, que comparten Córdoba y Santiago del Estero.
Desde hace años se denuncia la contaminación sobre esa
cuenca. Aguas arriba de Río Hondo, el impacto es de los ingenios azucareros y
establecimientos de cítricos, por falta de tratamiento de sus efluentes.
También se apunta el aporte de grandes compañías mineras en Catamarca. Los
fluidos cloacales sin tratar que se derivan al cauce agregan otro condimento.
El Salí-Dulce atraviesa Santiago del Estado en estado de
deterioro y así llega a la laguna Mar Chiquita que es su principal afluente.
La contaminación no es la única preocupación. Desde hace
años, se observa que viene bajando su nivel. Investigadores advierten la necesidad
de más control sobre los desvíos de agua que en la mayoría de los casos, en
forma clandestina, se hacen del cauce para riego de campos y otros fines. Ese
menor caudal podría atentar contra el equilibrio de su rico ecosistema. Un
síntoma está a la vista: la bajante deja playas de sal, que en días de viento
norte levanta nubes que reparten sales sobre gran parte de la provincia.
Fuente:
El impacto ambiental llega a la laguna Mar Chiquita, 09/03/13, La Voz del Interior. Consultado 09/03/13.
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