En Córdoba, el atardecer puede ofrecer trazos incomparables.
Foto de Nelson Torres.
La agonía de la luz despierta a las sombras y, para pintar
este instante en un pequeño universo de lago y montaña, acuden apenas tres
tonos, pero que bastan para estremecer la profundidad de la mirada.
La imagen fue atrapada el 4 de mayo (fue elegida la foto de
ese mes) desde el embarcadero de Embalse. Es un retrato de la quietud, todo
está en reposo: los veleros, el agua, la piedra, la brisa y hasta el niño que
se entrega a la serenidad que sigue a la agitación de una tarde de juegos.
Esa quietud es a la que se aferra el sol antes de
derrumbarse detrás de la noche: el agua, se sabe, se vuelve espejo y sobre ella
derrama la luz su último ardor. Amarillo en el cielo y en el agua, marrón y
negro en las siluetas que se rinden mansas a la oscuridad.
En Córdoba, el atardecer puede ofrecer trazos incomparables.
Fuente:
"Atardecer en Embalse", 30/12/12, La Voz del Interior. Consultad 31/12/12.
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