Ministros de todo el mundo intensificaban sus esfuerzos en
el último día de la conferencia de la ONU en Doha. ¿Habrá nuevo Protocolo de
Kyoto?
Se intenta lograr un nuevo acuerdo sobre la lucha contra el
cambio climático, cuyo pilar debe ser el escuálido acto II del Protocolo de
Kyoto.
Como es habitual en estas grandes citas anuales sobre el
clima, que agrupa a más de 190 países, las negociaciones se prolongarán durante
la noche.
El Norte y el Sur se enfrentan sobre los detalles del
"segundo acto" del protocolo de Kioto y sobre la cuestión central de
la ayuda financiera a los países en desarrollo para hacer frente al
calentamiento global.
"Esta mañana, seguimos estando igual de lejos de lo que
habría que hacer para asumir el desafío del cambio climático, pero el día no
terminó", declaró a la AFP el ministro de Relaciones Exteriores de Nauru,
Kieren Keke, en nombre de la Alianza de los Pequeños Estados Insulares (AOSIS).
En las últimas semanas, los informes y estudios han dado la
alerta sobre la realidad del cambio climático y el hecho de que los esfuerzos
realizados hasta ahora son insuficientes.
Desde 1995, la comunidad internacional se reúne cada año,
bajo los auspicios de la ONU, para tratar de aumentar y repartir de forma
equitativa las reducciones de gases de efecto invernadero (GEI) entre las
diferentes naciones.
Pero los esfuerzos con los que se han comprometido los
diferentes países, en el marco de estas laboriosas y complejas negociaciones,
ponen a todo el mundo en una trayectoria muy preocupante de +3ºC a +5ºC y no
+2ºC, el umbral más allá del cual el sistema climático podría ponerse en
peligro.
Lejos de aportar una respuesta a la altura del desafío, la
conferencia de Doha sólo tienen por vocación dar nacimiento al acto II de Kioto
y llegar a un acuerdo sobre la ayuda financiera a los países del Sur.
La próxima gran cita de la comunidad internacional es la de
2015 en París para lograr un acuerdo "universal" sobre las
reducciones de GEI que implique a todos los países, incluidos a los dos grandes
contaminantes del planeta, China y Estados Unidos, con medidas que deberían
entrar en vigor en 2020.
De momento, la única herramienta legalmente vinculante es el
protocolo de Kioto, cuyo acto I acaba a finales de diciembre y sólo obliga a
reducir sus GEI a los países industrializados, con la notable excepción de
Estados Unidos.
El alcance de Kioto 2 será esencialmente simbólico porque
sólo se aplicará a la Unión Europea y a Australia tras la renuncia de Japón,
Rusia y Canadá, es decir a sólo el 15 % de los GEI globales. Pero los países del
Sur lo quieren mantener, en nombre de la "responsabilidad histórica"
del Norte en el desajuste climático.
Algunos puntos seguían centrando duras negociaciones, como
el futuro del surplus de cuotas de emisiones de GES heredadas de Kioto 1 que
países como Polonia querían ver reconducidos.
Los países en desarrollo, con los AOSIS a la cabeza, exigen
que la cantidad sea considerablemente reducida, y avanzan que estos créditos
sólo permiten reducir los GEI en teoria.
Parecen haber perdido ya un primer combate en la duración
del protocolo. que querían de 5 años y no de 8 para no paralizar demasiado
tiempo los objetivos de reducción de GEI, considerados demasiado bajos.
El otro caso espinoso es el de la ayuda que los países del
sur esperan de los países desarrollados, es decir 60.000 millones de dólares
hasta 2015, para garantizar una transición entre la ayuda de urgencia de 30.000
millones de dólares para 2010-2012 y la promesa de 100.000 millones anuales
hasta 2020.
Sin embargo, Estados Unidos, la UE, con excepción de algunos
Estados miembros, e incluso Japón no parecen dispuestos a proponer cifras, y el
único compromiso propuesto se contenta con "invitar a los países desarrollados
a someter en 2013 pistas viables para aumentar la ayuda financiera".
Fuente:
Culmina la cumbre de Doha: negociaciones a contrarreloj, 07/12/12, Observador Global.com. Consultado 07/12/12.
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