Daniel López tiene 45 años, es nativo de La Cumbrecita y su actual
jefe comunal. Dijo que nunca en su vida vio una tormenta así en el pueblo.
“Hemos pasado la noche sin dormir, desde las 11 hasta las 6
el viento no dejaba de soplar con furia”, contó a este diario. A causa del
fuerte temporal, casi todos los vecinos permanecieron encerrados. “Cuando salí
de casa, con la primera luz natural, me encontré con un pueblo que parecía
arrasado, con árboles caídos por todas partes. Creo que no hubo casa que no
sufriera algún daño”, señaló.
Analía Varas (43) es docente y lo vivió parecido: “Antes de
irnos a dormir, empezamos a sentir cimbrones, entonces nos tapamos con los
colchones. Por la ventana vimos volar el techo de mis vecinos y sentimos una
explosión, que se produjo cuando el viento arrancó una parte del nuestro. Ahí
decidimos con mi marido y mis hijos salir e irnos de nuestros vecinos, que
tienen techo de loza, que no se volaría”. La mujer relató que debían tomarse de
a dos para cruzar de los vecinos, por la furia del viento. “Una de mis hijas
sufrió un golpe en la cabeza por una teja que se voló”, apuntó. Su casa
pertenece a un plan de viviendas sociales. Ayer, esa familia permanecía
evacuada en una hostería que se brindó para asistir a la gente.
“Yo soy un autóctono”, se presentó Antonio Andrada (57), mientras con una motosierra ayudaba a despejar troncos caídos por las calles. “Nunca vi algo así. Cuando me levanté, corrí la cortina y parecía que el pueblo estaba talado”, graficó. “Es muy triste ver lo que pasó, pero por suerte no hubo víctimas”, añadió.
“Yo soy un autóctono”, se presentó Antonio Andrada (57), mientras con una motosierra ayudaba a despejar troncos caídos por las calles. “Nunca vi algo así. Cuando me levanté, corrí la cortina y parecía que el pueblo estaba talado”, graficó. “Es muy triste ver lo que pasó, pero por suerte no hubo víctimas”, añadió.
Avisos para adaptarse
por Fernando
Colautti
Si lo que en los últimos tiempos vive Córdoba no es un
anticipo del cambio climático planetario, se le parece bastante. La
característica principal, según los científicos, es la ocurrencia de eventos
extremos. Más sequías en algunos lados, peores inundaciones en otros, o ambos
fenómenos en diferentes tiempos, pero en la misma región. Muchos apuntarán que
en Córdoba siempre hubo años con escasa agua y otros con lluvias intensas. O
días de vientos huracanados. Pero quienes desde la ciencia investigan estos
fenómenos, hace años que advierten que son escenarios para los que cada ciudad
y región debieran prepararse, porque podrían ser cada vez más frecuentes e
intensos.
En 2008, Sandra Díaz, doctora en Ciencias Biológicas, elevó
a autoridades provinciales y de la ciudad Capital, a través del Foro Ambiental
Córdoba, un informe con sugerencias para adaptarse al cambio climático, y
medidas posibles para mitigarlo. En 2008 fue noticia en estas páginas. Como lo
fue en 2011, cuando se reiteró, para graficar que casi nada se había hecho en
esa senda.
Díaz es docente de la Universidad Nacional
de Córdoba, investigadora del Conicet e integrante del Panel Intergubernamental
sobre Cambio Climático, que recibió en 2007 el Premio Nobel de la Paz. Entre las
recomendaciones, una, central, era la necesidad de que cada ciudad planificara
nuevos desagües. Otro punto era la necesidad de generar mayor prevención y
preparación para emergencias (“defensa civil”).
Pero en la gestión pública, las obras que se hacen “por las
dudas” raramente están en la lista de prioridades. Aparecen, con suerte,
después de que una inundación moja las rodillas de vecinos y las orejas a
funcionarios.
De los efectos del calentamiento global se pueden decir
muchas cosas. Pero no que no fue avisando.
Sin preparación para enfrentar tormentas
La mitad de las localidades de la provincia no tiene juntas
de defensa civil. Por la presencia de frentes fríos, no se descartan eventos
extremos en el verano. Las razones: un fenómeno del Niño moderado y una capa de
hielo disminuida en la
Península Antártica.
por Lucas Viano
Por variables globales, como el fenómeno del Niño y la
cobertura de hielo en la
Antártida , el verano cordobés tendrá más lluvias y tormentas.
Es lo que surge de los modelos climáticos de diferentes especialistas.
El tiempo inestable estará a la orden del día y es de
esperar que ocurran temporales con granizo y/o fuertes vientos, como el
ocurrido ayer en parte del territorio provincial, que se cobró una víctima
fatal.
Las lluvias, los vientos y el granizo son una pesadilla para
la mayoría de las localidades cordobesas que no tienen la infraestructura
suficiente ni la logística aceitada para responder ante estos fenómenos.
Según datos de la Provincia , sólo la mitad de los municipios y
comunas tiene conformadas juntas de defensa civil, un mecanismo indispensable -sobre el que se insiste hace tiempo- para enfrentar estos eventos. Además de
que la ley obliga a crearlas.
“Tenemos que estar preparados para los eventos adversos.
Puede ser un fenómeno sólo de viento, o con mucha agua o granizo. Pueden ser
anegamientos de rutas, o crecidas. Hay muchos factores en Córdoba”, señala
Diego Concha, titular de Defensa Civil de la Provincia , y quien
estuvo a cargo de todo el operativo de ayer.
El observador meteorológico, Mario Navarro, explica que lo
ocurrido se debió a un frente de baja presión que se localizó en el centro del
país. Y anticipa: “Es de esperar que ocurran cuatro a cinco eventos importantes
en toda la provincia durante el verano. Por ejemplo, el lunes se esperan fuertes
ráfagas de viento para las sierras, el sudeste y oeste de Córdoba”.
Navarro aclara que el fenómeno del Niño (aumento de la
temperatura en el océano Pacífico ecuatorial) sólo influye en un incremento de
la cantidad de agua caída en la provincia.
Pero nada tiene que ver con los fenómenos extremos. “En eso
influyen características atmosféricas, como la llegada de zonas de baja presión
o el desarrollo de fenómenos convectivos con la formación de grandes nubes
verticales que son las que traen granizo”, explica.
Por su parte, en el centro del país, el Servicio
Meteorológico Nacional (SMN) anuncia que, para el último trimestre de 2012, la
temperatura será normal o superior al promedio histórico de 23 grados.
En tanto, el promedio de precipitaciones será normal o
superior al normal (entre 100 y 300 milímetros ) para la región.
Verano 2013. El trimestre enero-febrero-marzo será más
caluroso y seco en el oeste, mientras que en el resto de la provincia las
temperaturas serán normales a bajas y con más lluvias, asegura Sandra Barreira,
del Departamento de Meteorología del Servicio de Hidrografía Naval.
“Con la llegada de más frentes fríos, aumentarán las
tormentas y las precipitaciones en casi toda la provincia”, dice.
La especialista explica que la tendencia climática de
nuestra región está influida por lo que ocurre en la zona ecuatorial, con el
fenómeno del Niño-Niña, y en la región de la península antártica.
“En 2011 hubo una Niña bastante fuerte; es decir, el océano
Pacífico en el Ecuador estuvo frío. Además, hubo mucho hielo en la Antártida , por eso no
hubo tanta lluvia”, explica.
Para este verano, desaparece la Niña y hará su incursión un
Niño moderado. El Pacífico cálido trae más humedad al centro del país.
“Pero la influencia del Niño no será tan contundente, porque
será moderado o débil. Sin embargo, la escasa presencia de hielos en torno a la Península Antártica
generará más actividad ciclónica y llegarán frentes fríos al continente”,
cuenta Barreira. El resultado son más tormentas y agua.
Por ese motivo, se espera que la lluvia supere en 100 milímetros el
promedio histórico.
Fuentes:
Los vecinos de La Cumbrecita aseguran que nunca vieron un fenómeno parecido, 17/10/12, La Voz del Interior. Consultado 17/10/12.
Fernando Colautti, Avisos para adaptarse, 17/10/12, La Voz del Interior. Consultado 17/10/12.
Lucas Viano, Sin preparación para enfrentar tormentas, 17/10/12, La Voz del Interior. Consultado 17/10/12.
No hay comentarios:
Publicar un comentario