viernes, 25 de mayo de 2012

Dilma decide hoy el futuro del Amazonia


La presidenta brasileña recibió dos millones de firmas pidiendo que vete el Código Forestal. Dilma tiene hasta hoy para decidir. El movimiento a favor del veto presidencial llamó a una festiva vigilia delante del Palacio Presidencial.

La mandataria de Brasil, Dilma Rousseff, recibió dos millones de firmas pidiendo que vete el Código Forestal. Tiene hasta hoy para decidir si veta la polémica ley, a un mes de la cumbre de la ONU Rio+20 que reunirá en Rio de Janeiro a líderes de todo el mundo, en junio, por el desarrollo sustentable del planeta.

La entidad Avaaz, que organiza campañas en todo el mundo, entregó al gobierno una petición con casi dos millones de firmas recogidas en internet en decenas de países, informaron sus representantes a la prensa.

"Vétalo todo, Dilma", piden a Rousseff más de 150 organizaciones ecologistas y de numerosos sectores que incluyen el gremio de abogados de Brasil, la Iglesia Católica, organizaciones de pequeños agricultores, políticos y hasta los ex ministros de Medio Ambiente.

Rousseff no recibió a los organizadores, pero sí fueron entregadas las firmas, informó la portavoz del grupo de ONGs, Regina Tavini. El movimiento a favor del veto presidencial llamó a una festiva vigilia delante del Palacio Presidencial desde la tarde, prevista para extenderse también el viernes, hasta que la presidenta anuncie su decisión.

Rousseff tiene previsto vetar parcialmente el Código forestal aprobado hace un mes por el Congreso, para impedir que sean amnistiados quienes deforestaron ilegalmente en el pasado, y también para revertir retrocesos en la protección de áreas sensibles como márgenes de ríos, informó una fuente del gobierno.

El Código define qué parte de bosque tienen que preservar los productores dueños de tierras en la Amazonía y otras grandes selvas, y su reforma fue considerada una victoria del poderoso lobby agropecuario en el Congreso.

Los agricultores afirman que la antigua ley era demasiado estricta y aseguran que no provocará más deforestación.

"Si el código se queda como está, estimamos que como mínimo provocará 22.000 km² de deforestación", dijo no obstante a Kenzo Juca, de la ONG World Wild Fund (WWF).

"Es posible producir alimentos en armonía con la naturaleza o con bajo impacto", aseguró el consejo de Seguridad Alimentaria de la presidencia brasileña, que el miércoles recomendó a la mandataria que vete el documento.

A esa presión en favor del veto total se sumó hoy la Asociación de Jueces Federales de Brasil (AJUFE), que divulgó una nota en la que denuncia que el texto aprobado por el Congreso puede ser motivo de demandas ante la justicia, pues contiene "serias inconsistencias" desde el punto de vista constitucional. Según los jueces, Rousseff debe mostrar su "elevado espíritu público" y vetar "en su totalidad" el documento, a fin de dar lugar a una nueva discusión en el Parlamento.

La poderosa Confederación Nacional de la Agricultura (CNA) afirma que "fue necesario actualizar el código para que Brasil continúe produciendo alimentos para los brasileños y para el mundo", y para llevar seguridad jurídica al campo, y asegura que no significará más deforestación.

La reforma enfrenta dos caras de Brasil: la del gigante productor y exportador agropecuario cuyos cultivos ocupan el 27,7 % del territorio y la potencia ambiental con 60 % de bosques, que consiguió reducir la deforestación amazónica de 27.000 km² en 2004 a poco más de 6.000 km² en 2011.

El gobierno intentó convertir la reforma en una puesta al día de los agricultores con su deuda ambiental, aceptando una flexibilización a cambio de que se reforeste al menos una parte de la selva destruida y garantizando su protección futura.

La importancia de esta ley radica en que de los 5,3 millones de km² de selvas y bosques que tiene el país, solo 1,7 millones están bajo protección pública, y el resto en tierras privadas de productores rurales o sin propiedad definida.

La decisión presidencial pone a Brasil en un difícil dilema, cuando el país pretende presentarse como el ejemplo del desarrollo sustentable en la cumbre de la ONU que del 20 al 22 de junio reunirá en Rio de Janeiro a más de 100 líderes mundiales en busca de soluciones para el planeta.

Rousseff, según han adelantado algunos de sus ministros, tiene previsto vetar algunos de los puntos más polémicos del texto, pero eso no bastaría para aplacar a los ecologistas, que exigen a Brasil "más responsabilidad", incluso como organizador de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sustentable Río+20.

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Fuentes:
AFP, 24/05/12, Dilma Rousseff bajo presión para vetar el polémico código forestal, por Yana Marull.
infobae.com, 24/05/12, Brasil: aumenta la presión para que Rousseff vete el Código Forestal.
Observador Global.com, 24/05/12, Brasil: dos millones de firmas para que Rousseff vete la Ley Forestal.

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