Una investigadora de la UNC entiende que su canalización perjudica la calidad del agua. En otros países, se están eliminando estas obras.
Las obras que la Provincia está realizando entre los puentes Santa Fe y Centenario no ayudan a paliar la contaminación que tiene el río Suquía, según estudios de Adriana Abril, bióloga de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), y según la experiencia en otros países.
En ese sector de 1,5 kilómetros se realizó una canalización del cauce del río con cemento. También se realizaron obras de iluminación, colocación de césped y barandas.
La canalización aumenta la velocidad del agua, con lo cual disminuye la cantidad de sedimentos en el suelo. Además, aísla al río de su lecho original y de las costas. Estos factores son los que mejoran la autopurificación del agua.
“El río posee un sistema natural de autopurificación, en el cual es fundamental la presencia de vegetación en los márgenes y el contacto del suelo con el agua”, explica Abril. Y agrega: “La vegetación acuática absorbe nutrientes inorgánicos y aumenta la presencia de microorganismos; los microorganismos comen los compuestos orgánicos y la materia orgánica del suelo retiene los metales pesados y compuestos tóxicos”.
La investigadora agrega que en otros países se usan medidas contrarias a las que se están haciendo en Córdoba para mejorar la calidad del agua. Se busca que los ríos tengan curvas o lagunas de retención con vegetación acuática, se forestan con árboles las márgenes para favorecer la creación de humus, además de controlar la cantidad y calidad de los volcamientos.
“En el río Chicago, están sacando todas las formas de canalización. Están naturalizando el cauce”, indica Abril. En Europa, hay varios proyectos en este sentido como la iniciativa Reuris (Revitalización de los espacios de ríos urbanos, por sus siglas en inglés), que trabaja en los municipios de Leipzig, Stuttgart (Alemania), y Brno (República Checa).
Abril también tiene dudas sobre cómo funcionará la obra ante posibles inundaciones. “En el puente Avellaneda da la sensación de que se puede inundar más. No hay desnivel entre la costanera y el cauce angosto del río que ahora está acelerado por la canalización”, comenta.
Según la investigadora, antes que intervenir en ese sector, la solución sería remediar aguas arriba, con lagunas de retención. “Algunas podrían estar dentro de la ciudad y colocar vegetación para mejorar los espacios verdes”, agrega.
La antigua canalización, que se encontraba en estado deplorable, fue realizada hace 40 años. Las nuevas obras tiene un costo de 25 millones de pesos.
El sí de los cordobeses. En tanto, los cordobeses ya se han apropiado de este renovado espacio de la costanera. Mucha gente realiza actividad física de noche, aprovechando la buena iluminación y el terreno plano. También hay grupos tomando mate en las zonas con césped.
En una encuesta y formulario realizados por LaVoz.com.ar , al que respondieron 947 lectores, el 52 % de las personas aseguró que le gustan las obras porque mejoran el paisaje. El 13 % también está satisfecho porque mejoró la iluminación del lugar. El 22 % estuvo de acuerdo, pero cree que es insuficiente. Entienden que hay que realizar obras en otros sectores de la costanera y mejorar la señalización, el acceso para discapacitados y la colocación de cestos de basura en ese sitio. A un 10 % no le gusta. Se quejan de que no se apunta al problema de fondo que es la contaminación y el control de los volcamientos cloacales e industriales. Algunos también protestan por la transformación del cauce natural del río en un canal.
Fuente: La Voz del Interior 24/09/2011
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