jueves, 15 de septiembre de 2011

Incendios: no basta apagarlos, hay que remediar

por Fernando Colautti

Cualquier conocedor de las sierras cordobesas confirma que siempre fueron escenario de incendios durante los meses de estación seca.

No es que ahora haya más fuego que antes. Pero ahora hay leyes, un plan provincial y un impuesto que pagan todos los cordobeses y recauda 50 millones de pesos por año para prevenir y combatir esos incendios. Por eso corresponde exigir más que antes. Y también porque Córdoba ya no puede permitirse perder más ambiente nativo.

En tres meses vence la ley que creó el 'impuesto al fuego'. Casi no hay sector, incluidos los grupos ambientalistas, que no acuerden con la necesidad de que esta provincia mantenga un tributo para un fondo específico con este fin.

El interés en estos días sobre las causas y consecuencias de las llamas debería ser una oportunidad para debatir, con amplitud, cómo se puede mejorar el Plan Provincial de Manejo del Fuego, para que cada cordobés encuentre más que hoy una justificación a su aporte impositivo.

El plan más exitoso no será el que más fuegos apague sino el que más incendios evite.

Las estadísticas oficiales muestran que desde que se puso en marcha, en 2004, el promedio de superficie quemada bajó en esta provincia. Pero que el 95 % de los inicios no sea accidental muestra que podría reducirse mucho más la cantidad de focos.

Puede ser la oportunidad para mejorar la ley. Para exigir, por ejemplo, que cada gasto del Plan de Manejo del Fuego se transparente públicamente en Internet; que su conducción se abra a la participación de sectores involucrados en el tema y que la recaudación del 'impuesto al fuego' se destine sólo a ese fin. Además, será hora que incluya partidas para remediar (reforestar) las zonas de bosques nativos quemados. Porque con apagar las llamas ya no alcanza.

SE ESPERAN 25 mm PERO NO ALCANZARÁN PARA PALIAR LA SEQUÍA

El este de la provincia será el mayor beneficiado esta semana. A fin de mes se espera otra lluvia, aunque no sería muy abundante.

Según la zona de la provincia, esta semana podrían llover de 10 a 25 milímetros.

El observador meteorológico Mario Navarro indicó que, de acuerdo con la información de los servicios meteorológicos de Argentina, Brasil y Estados Unidos, las precipitaciones comenzarían el jueves a la noche en el sur y sudeste cordobés.

En el resto de la provincia el agua llegará el viernes y el sábado. El sector este será el que más agua recibirá, entre 20 y 25 milímetros. Mientras que el centro, el sur y las sierras caerán entre 10 y 15 milímetros.

“Va a haber otra lluvia antes de fin de mes, entre el 25 y 30 septiembre. Será una precipitación de 10 a 15 milímetros, agregó Navarro. En Córdoba el promedio para septiembre es de 31 milímetros. Hasta la fecha no ha caído una sola gota.

“Estamos con precipitaciones inferiores a lo normal. Hay una Niña débil que está entrando a la fase neutral por lo que a partir de mediados de octubre o inicio de noviembre deberían normalizarse la precipitaciones”, comentó.

Provincia seca. En tanto, el boletín de previsión de tendencia climática del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de septiembre-octubre prevé para Córdoba precipitaciones de normal a inferior para esa época y temperaturas de normales a superiores para el este de la provincia y normal para el resto del territorio.

Según el SMN, casi toda la provincia de Córdoba necesita 100 milímetros para estar en buenas condiciones en los próximos 10 días.

Para solucionar la 'sequía' se necesitarían precipitaciones de 20 a 100 milímetros según la región. La zona más afectada por la falta de lluvia es el noroeste, mientras que el noreste está en mejores condiciones.

El balance hídrico respecto de otros años arroja como resultado sequía o sequía absoluta en casi todo el territorio. Esto significa que en la región hay limitantes para mantener la actividad agrícola.

RECLAMAN A LA PROVINCIA QUE EXIJA REFORESTAR LO QUEMADO

Diferentes sectores reclaman que el Estado provincial controle qué se hace con los campos con bosque nativo quemado.

Diferentes sectores reclaman que el Estado provincial controle qué se hace con los campos con bosque nativo quemado.

Federico Kopta, del Foro Ambiental Córdoba, recordó que la ley provincial prohíbe que se le dé otro destino al suelo con bosque nativo, aunque se haya quemado, y exige que sea reforestado. También pidió debatir mejoras para el Plan Provincial de Manejo del Fuego.

El biólogo Ricardo Suárez dijo que la Provincia “no hace cumplir esa ley” y que deberían conocerse los sancionados por incumplirla, para evitar que otros sigan quemando. Suárez enfatizó que “sobre todo, lo que falta en Córdoba es un verdadero plan de remediación de las zonas incendiadas, para recuperarlas en serio, porque esta provincia ya no puede seguir perdiendo el muy poco bosque autóctono que le queda”.

Mientras, el funcionario Marcelo Colombati apuntó que el Plan Provincial tiene un área para investigar los inicios del fuego y presentar denuncias a la Justicia. “Pero cuesta una enormidad que la gente que vio algo aporte datos”, señaló.

EL 95 % DE LOS FUEGOS NO SON ACCIDENTALES

Casi todos los focos son provocados por la acción humana, sea por negligencia o con intención manifiesta. Hay casos que asombran.


Menos del 5 % de los incendios rurales que se suceden en Córdoba tendría un origen accidental. Casi todos son provocados por la mano del hombre, sea por actitudes negligentes o por la intención manifiesta de generarlos.

Todos los sectores vinculados al tema admiten ese diagnóstico. La pregunta del millón es quiénes los inician.

Marcelo Colombati, titular del Plan Provincial de Manejo del Fuego, señaló que “más del 95 % son generados por el hombre, sumando los provocados a propósito y los que empiezan por un descuido”.

Hasta ayer, tras dos semanas con entre 10 y 30 focos por día, hay una sola persona imputada, sospechada de haber prendido fuego en una tarea de desmonte ilegal en la zona de Totoral.

Colombati repasó datos inquietantes: “Por ejemplo, en las Sierras Chicas vimos desde el helicóptero un campo lleno de vacas, al otro día se inició un fuego y ya no había ganado. Cómo no pensar que lo prendieron para bajar pastizales secos”, señaló. “Otro caso: en Traslasierra se dio uno justo sobre un terreno al que no le daban permiso para desmontar para construir una urbanización”, citó.

Ayer, en Alpa Corral, había indicios de clara intencionalidad ante varios focos casi simultáneos.

“Puede haber muchos motivos. Pero si surgen de noche, como muchos de los que vemos, da para pensar que los encienden”, acotó el funcionario.

Bombero, de cerca. Adrián Bosch es jefe del cuartel de bomberos voluntarios de Villa Las Rosas, donde acaban de quemarse 2.500 hectáreas de monte serrano. “Hay de todo, pero los realmente accidentales son muy pocos. Cuando cae un cable de alta tensión o la chispa de un vehículo en pastos muy secos puede verse como accidental. O cuando cae un rayo, pero eso no ocurre en esta época”, marcó Bosch.

Entre los provocados por actitudes negligentes, citó “a los que queman hojas o basura, o apagan mal un fuego de asado, y se les va de control”.

Se suman “no pocos” generados por un viejo hábito de habitantes serranos: “Siguen prendiendo pastizales secos para que rebrote el verde más rápido para sus animales”, apuntó. “O algunos que tratan de quemar para alejar pumas”, agregó.

Bosch relató casos más extraños: “Años atrás, subiendo el Champaquí, encontré una lupa puesta entre dos palos, con la que el sol podía prender fuego”, contó. “En 2005, tuvimos 105 incendios en tres meses en La Paz, hasta que descubrimos que era un viejito, ya fallecido, que se entretenía viendo a los bomberos de acá para allá”, citó.

“Locos piromaníacos también hay. Y hemos visto alguna vez a chicos que los inician”, dijo Bosch. Pero luego citó otros motivos, menos alocados y más interesados: “Hay focos que son iniciados para desmontar. Si no obtienen el permiso, el fuego les libera el terreno”, indicó.

Ambientalistas. El biólogo Ricardo Suárez dirige una ONG dedicada a reforestar las sierras. “Estoy convencido que la mayor parte son bien intencionales”, enfatizó.

“Muchos que crían ganado prenden, como hicieron siempre, para bajar la densidad de pastizales secos, creyendo que mejoran cuando en realidad empeoran el suelo”, indicó, aunque reclamó “no echarle la culpa a los lugareños, sino también a los dueños de los campos serranos que ordenan hacerlo”.

“Y hay incendios, que merecen atención, para sacar bosque nativo del medio. Para crear un barrio, para una inversión, para darle otro uso agropecuario al suelo; si no se obtiene autorización para desmontar, el fuego hace lo que no logra el trámite”, advirtió el ambientalista.


LOS CUARTELES DE BOMBEROS NO COBRAN POR CADA INCENDIO

“Hay gente que cree que los bomberos o los cuarteles cobran más dinero mientras más incendios contienen. Eso es mentira, un absurdo”.Así lo dice Adrián Bosch.

De los 160 cuarteles que hay en Córdoba, 60 integran la “zona de riesgo” privilegiada por el Plan Provincial de Manejo del Fuego. Con parte de lo que recauda el “impuesto al fuego” esos 60 cuarteles reciben unos 6.500 pesos fijos por mes, para gastos de funcionamiento, combustible, seguros, reparaciones y otros. Además, siete bomberos de cada uno de esos cuarteles cobran 1.750 pesos mensuales, a cambio de realizar tareas de prevención y vigía, varias horas por día.

“Que quede claro: ningún bombero cobra un peso por incendio al que va. Y ningún cuartel recibe un peso más por cada siniestro. Si hay que ir, el cuartel pierde, porque gasta sus recursos”, apuntó Bosch. “Si en esto hay un negocio para alguien, le aseguro que de Bomberos no es”, enfatizó.

“Estamos agotados después de estas semanas con fuego. Algunos voluntarios bajaron varios kilos”, señaló el jefe del cuartel de Villa Las Rosas.



Fuente: La Voz del Interior 14/08/2011

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