domingo, 25 de septiembre de 2011

Centralia, el pueblo asentado sobre un infierno


Centralia es un municipio en el condado de Columbia, Pennsylvania, en los Estados Unidos. En 1981 tenía más de 1.000 habitantes, pero fue abandonado como resultado del incendio de una vieja mina de carbón que actualmente sigue ardiendo.

Este lugar fue conocido como Centreville hasta 1865 (1), cuando se cambió el nombre por Centralia, como consecuencia del establecimiento de la oficina de correos. La industria del carbón fue la principal ocupación de Centralia. La extracción de carbón continuó hasta la década de 1960, cuando la mayor parte de las compañías salieron del negocio. Aún así, la minería de contrabando continuó hasta 1982.

El municipio estuvo comunicado por dos vías férreas, la Philadelphia and Reading y la Lehigh Valley, el ferrocarril fue el principal medio de transporte hasta 1966, año en que fue suspendido. La ciudad tuvo su propia escuela con educación primaria y secundaria, también había dos escuelas católicas. En una época, Centralia tuvo siete iglesias, cinco hoteles, veintisiete salones, dos teatros, un banco, oficina postal, y numerosas tiendas.

El fuego se inició en un vertedero de basura a través de una costura de carbón a cielo abierto en mayo de 1962. El incendio fue reportado y parecía aberse apagado en el momento. Hay muchas versiones adicionales de la causa original, pero la fosa para la basura y la fecha, probablemente sean ciertas.

En julio de 1962, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales comenzó a vigilar el fuego. Fueron perforados pozos para comprobar el grado y la temperatura del fuego. Algunos piensan que esto proporcionó una corriente natural que ayudó a la combustión. Monitores de gas fueron instalados en la mayoría de los hogares en el área por encima del fuego mayor.

El 22 de mayo de 1969, las primeras tres familias fueron evacuadas de Centralia. Una zanja fue excavada al norte del cementerio Odd Fellows, donde cenizas volantes y sellos de arcilla fueron utilizaros en un temprano intento de apagar el fuego. Hay opiniones de que si la zanja hubiera sido excavada en tres turnos por día en lugar de uno, y si hubieran trabajado el Día del Trabajo, el fuego habría sido contenido.

En 1979 el propietario de una gasolinera, de casualidad, insertó una vara dentro de uno de los tanques subterráneos para verificar el nivel de combustible. Cuando la retiró estaba caliente, entonces bajó un termómetro amarrado a una cuerda y se sorprendió al descubrir que la temperatura de la gasolina en el tanque era de 78 ºC. Poco tiempo después de este incidente la atención hacia el fuego se incrementó.

En 1980, la Oficina de Minas de EE.UU. dijo "El incendio de la mina de Centralia no se ha extinguido y no ha sido controlado". Ese año veintisiete familias más fueron trasladadas a un precio comparativamente menor que la expropiación.

El 14 de febrero de 1981, el suelo se derrumbó bajo Todd Domboski, un niño de doce años. Un agujero de unos 4 metros de diámetro y aproximadamente 45 metros de profundidad se abrió bajo sus pies. Se aferró a las raíces expuestas de un árbol y fue puesto a salvo por su primo. El calor o el monóxido de carbono en la hendidura hubieran sido suficiente para matarlo instantáneamente si se hubiera caído más profundamente. Este incidente provocó la atención de los medios nacionales.

La mayoría de los residentes aceptaron la indemnización y se mudaron a los pueblos vecinos de Mount Carmel y Ashland. Una subsecuente batalla legal en contra del gobierno fue iniciada por los residentes, sin éxito.

En 1983, el gobierno dijo que el incendio avanzaba en tres o cuatro frentes. Se propuso la apertura de zanjas en la zona a un costo de 660 millones de dólares, sin garantía de éxito. Una de las zanjas más grandes hubiera dividido en dos a la ciudad, aproximadamente de este a oeste. El gobierno propuso la expropiación en lugar de la excavación de zanjas y hubo un referéndum. Los propietarios votaron a favor de aceptar la compra. En noviembre de 1983, 42 millones de dólares fueron dispuestos para las expropiaciones.

Ese año había fuego en unas 141 hectáreas de superficie. En 1991, esta área se aumentó en cerca de tres cuartas partes. El peor escenario sería de alrededor de 3.700 hectáreas y, posiblemente, un centenar de años.

Finalmente 26 casas a lo largo de la ruta 61 al oeste de la ciudad fueron compradas en abril de 1991. No hubo nuevos planes para combatir el fuego. La población de Centralia era de 44 personas en 2007 y 10 personas en el censo de 2010.

Sólo unas cuantas casas dispersas hoy en día permanecen en la ciudad junto con el edificio municipal. El Estado de Pennsylvania posee las casas restantes. El valor monetario de cada propiedad está en fideicomiso o atado al sistema legal. Hasta que las restantes personas se vayan, el futuro de este pueblo es desconocido. El Estado está siendo muy indulgente en este momento, es propietario de las casas, pero el resto de personas todavía están pagando los impuestos a la propiedad de las casas. En el 2002 el servicio postal estadounidense revocó el código de área del pueblo. La única iglesia que quedó en el pueblo mantiene servicios semanalmente los sábados en la noche, y los cuatro cementerios están en buen estado.

Los indicios del fuego, que se encuentra a 1.600 metros bajo la superficie, son algunas chimeneas subterráneas que expelen humo en el sur del municipio. Otras fuentes de humo y vapor vienen de una porción abandonada de la carretera estatal número 61 -la cual fue cerrada en los años 1990 después de que aparecieron varias grietas en la superficie-, así como también desde los alrededores del cementerio y de varias otras grietas situadas en el área. Sin embargo, el fuego subterráneo todavía arde y seguirá así por un tiempo indeterminado. No existe ningún plan de momento para extinguir el incendio, el cual consume una veta de unos 13 kilómetros de extensión que contiene suficiente carbón para arder durante 250 años más. El aspecto actual de Centralia es lo más parecido a una película de terror. De hecho, el lugar sirvió de inspiración para la película “Silent Hill”.


  1. En 1841 fue abierta la taberna "Bull's Head por Johnathan Faust. En 1854, Alexander W. Rea, un ingeniero minero civil de la compañía "Locust Mountain Coal and Iron", se mudó a la villa y construyó calles y parcelas. El poblado fue cuna de activistas de la organización secreta de mineros denominada Molly Maguires, durante el período entre 1860 y 1870. El fundador de la ciudad, Alexander Rea, fue una de las víctimas de esta orden clandestina, cuando fue asesinado en las afueras del municipio el 17 de octubre de 1868. Tres individuos fueron condenados por el crimen y colgados en la capital del condado de Bloomsburg, Pennsylvania el 25 de marzo de 1878. Varios asesinatos e incendios ocurrieron durante este lapso. Un sacerdote católico, que maldijo al pueblo, diciendo: "Un día, esta ciudad será borrada de la faz de la tierra".
Fuentes:

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