Sus principales efectos y el comportamiento de las presas de embalse (segunda parte)
Figura 4: sismo de Japón del 11 de marzo de 2011. Intensidades sísmicas según la Agencia Meteorológica de Japón, JMA
por el ingeniero Juan S. Carmona
4. Daños en áreas no inundadas por el maremoto
El sismo del 11 de marzo de 2011 generó intensidades que alcanzaron al máximo de 7 de la escala japonesa de 1 a 7. Su distribución territorial está dada en la Figura 4.
Sin embargo, por las adecuadas previsiones sismoresistentes empleadas, se observó que la cantidad de los colapsos y daños graves causados en edificios fueron menores a lo que podría esperarse en relación a la gran magnitud del sismo y a estas elevadas aceleraciones. En cambio, se observaron extensos efectos de licuación de terrenos y también numerosas fallas de taludes de terraplenes y de muros de contención, Figuras 5 y 6, que afectaron a rutas y vías férreas causando la interrupción de las comunicaciones terrestres, entre las cuales está la línea Tohoku del Shinkansen o tren bala, cuyos viaductos fueron afectados por los daños en sus columnas de apoyo, Figura 7.
Figura 5: efectos de la licuación de los suelos. Informe de Tokai University
Figura 6: fallas de talud de terraplén y muro de contención. informe de Tokai University, Shizuoka
Figura 7: efectos en columnas de apoyo de los viaductos de la línea Tohoku del Shinkansen. Sin daños las que fueron reforzadas (Dr. Takahashi, Kyoto University)
También fueron afectadas las redes de electricidad, de gas, de suministro de agua potable, de cloacas y de teléfonos y, entre otros, daños en grandes depósitos de líquidos y de combustibles que derivaron en la ocurrencia de importantes incendios, Figura 8.
Figura 8: incendios en el Puerto de Sendai. Informe de Tokai University
5. Central Nuclear de Fukushima I
La inundación del maremoto también alcanzó a sectores de varios de los reactores que integran la Central Atómica de Fukushima I, Figura 9. Al comenzar el movimiento sísmico todos los reactores del área afectada por el sismo fueron puestos inmediatamente en cesación de generación y de refrigeración en emergencia para controlar al calor residual, de modo que inicialmente todo incidente estaba bajo control. posteriormente, en la Central Nuclear Fukushima I, la inundación que minutos después causó el maremoto afectó al suministro del combustible de los motores diésel que accionaban las bombas de agua de los circuitos de refrigeración y, en consecuencia, quedó fuera de control el mantenimiento de la temperatura en algunos de sus reactores atómicos y con ello se generó un grave incidente que a la fecha aún requiere de tareas excepcionales para controlar la temperatura de los reactores y así evitar el incremento y dispersión de radiactividad ambiental con niveles dañinos para la vida humana.
Figura 9: tareas excepcionales para el control de la temperatura en los reactores de la Central Nuclear de Fukushima I. Informe de Tokai University
Fuente: ingeniero Juan S. Carmona, "El sismo de Tohaku, Japón, 11 de marzo de 2011, sus Principales Efectos y el Comportamiento de las Presas de Embalse", Comité Argentino de Presas, región Cuyo.
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