Compuertas de energencia de la represa sobre el río Prado, Colombia |
Una nueva filtración en el canal del Dique, en la vía que une a Calamar con Santa Lucía, puso en alerta a las poblaciones del sur del Atlántico, que piensan que las inundaciones que padecieron por 'el chorro' (boquete) de 256 metros que se abrió el 30 de diciembre del año pasado, se pueden repetir.
William Caballero, habitante de Campo de la Cruz , relató que "el agua se está colando por la parte de abajo del boquete que se tapó. Eso era pura arena y el agua se ha llevado hasta la carretera que estaban construyendo".
Norky De León, habitante de Santa Lucía, aseguró que el agua creó un hueco de unos diez metros. "No es la misma cantidad de agua que se tuvo el pasado 30 de noviembre, pero existe la preocupación porque se pueda extender y el trabajo que se hizo no vaya a servir para nada".
Una comisión del Sistema Nacional de Atención y Prevención de Desastres se desplazó hacia la zona, luego de recibir las denuncias de la comunidad sobre la filtración de algunos de los sacos de arena que se pusieron para evitar el paso de las aguas del Magdalena.
Sin embargo, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, aseguró a varios medios de comunicación que no había que alarmarse por la situación del canal y que una comisión de la Secretaría de Infraestructura se había desplazado a la zona.
Los embalses controlan
En el resto del país, continúa la alerta por los niveles del Cauca y el Magdalena y la saturación de suelos, porque las lluvias siguen causando derrumbes y cierres de carreteras. El nivel de los embalses sigue subiendo, y el del Prado, en Tolima, sigue en alerta roja.
Germán García Valenzuela, gerente de operaciones de la Empresa de Energía del Pacífico (Epsa), que controla el embalse de Prado, señaló que existe una creencia infundada de que las inundaciones están relacionadas con la apertura de compuertas de las represas.
En este caso, recordó, algunas personas piensan que las inundaciones en poblaciones ribereñas del Magdalena tendrían que ver con la apertura de compuertas, cuando se trata de un problema de lluvias.
Sin embargo, advirtió que la situación es diferente, porque el embalse sirve para contener las crecientes y las fuertes corrientes de los ríos Cunday y Negro, afluentes del Magdalena.
"Si una corriente de 1.200 metros cúbicos por segundo entra directamente a una población, el daño sería irreparable, pero la represa le resta el efecto", explicó.
Sobre los criterios para abrir las compuertas señaló que hay tres niveles de alerta: amarilla, cuando se está sobre 361,20 metros sobre el nivel del mar (msnm); naranja, cuando llega a 362,2 msnm; y roja, cuando está en 363,20 msnm.
Cuando se llega a la alerta roja, se genera energía al máximo y se puede decidir abrir las compuertas, previo cumplimiento de un protocolo de seguridad que implica reuniones con los alcaldes de Purificación y Prado.
Ayer, el embalse había subido a 364,59 msnm. Su nivel máximo en 2010, fue de 364.81 msnm y la cota máxima es de 370 msnm.
Fuente: ELCOLOMBIANO.COM 19/04/2011
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